Inicia usted su comunicado diciendo lo siguiente:
“Como empresario y ciudadano venezolano, tengo la obligación y la
responsabilidad de coadyuvar al mantenimiento y continuidad de la
constitucionalidad de mi país. He estado y estaré siempre dispuesto a responder
ante cualquier circunstancia en la cual este valor pueda verse afectado y
convertirse en un atentado contra la dignidad de mi Patria, defendiendo la
integridad de sus ciudadanos, sus instituciones y del Presidente constitucional
de la República Bolivariana de Venezuela”.
Le hago las siguientes preguntas: ¿en que atenta
contra la constitucionalidad y la dignidad de Venezuela el juicio que se le
sigue a los sobrinos de la Sra. Flores? ¿Es
que los acusados son símbolo de la constitución venezolana o de la dignidad de
la patria? ¿Son ellos altos
representantes de las instituciones venezolanas? Que todos sepamos son
ciudadanos venezolanos acusados de un crimen en un país donde las leyes son
generalmente respetadas. Si usted dice defender la constitucionalidad de
Venezuela, por qué guarda silencio, peor, ¿por qué apoya las constantes
violaciones del gobierno de Nicolás Maduro a esa constitucionalidad? ¿Por qué
habla usted de esa acusación contra los sobrinos Flores como un atentado en
contra la dignidad de la patria? Lo que constituye un verdadero atentado a la dignidad de la patria es que los
familiares de la pareja “presidencial” venezolana sea vean envueltos en este
despreciable crimen. ¿Por qué dice usted
que este juicio atenta contra las instituciones venezolanas? En todo caso, el
juicio atenta en contra del buen nombre de los jóvenes Flores y de la familia Maduro-Flores. Serían ellos
quienes estarían atentando en contra de las instituciones venezolanas,
comenzando por la institución presidencial.
Dice usted:
“Estoy profundamente orgulloso de ser VENEZOLANO y respondo, mientras esté a
mi alcance, ante toda amenaza que pretenda dejar en entredicho a mi nación.
¡Eso no es un delito!, es, por el contrario, una obligación”.
¿Por qué dice usted que este juicio representa una
amenaza en contra de la nación venezolana y la pone en entredicho? Ese juicio
pone en entredicho la moral de los enjuiciados, no a la Nación venezolana. La
Nación venezolana no es cómplice de los jóvenes acusados. Tiene una población de más de 30 millones de
habitantes, unos buenos, otros malos. ¿Por qué tiene la Nación que verse en
entredicho porque dos compatriotas son enjuiciados por un crimen? En un país donde
mueren 24000 venezolanos de manera violenta todos los años hay mucho criminal
suelto. Eso si pone en entredicho al régimen que ha permitido este desastre
nacional. En entredicho está un régimen
que promueve a indiciados por
narcotraficantes a los más altos niveles de responsabilidad nacional (Caso
Reverol).
Dice usted:
“Soy un hombre de principios inalienables y un defensor de los valores
fundamentales, por ello, partir de la buena fe me hace pensar que toda persona
es inocente hasta que se demuestre lo contrario.”
Le pregunto: si sus principios son inalienables ¿por
qué fue condenado usted por fraude en un
juicio promovido en su contra por la empresa naviera rusa Novoship? Ese fraude
fue cometido no solo en contra de la empresa rusa demandante sino en contra de
la Nación venezolana, como se desprende del documento del juicio. Ver: http://infodio.com/040214/who/is/wilmer/ruperti . ¿No piensa usted que defender la integridad de las instituciones
venezolanas debería comenzar por no actuar en perjuicio de la Nación?
Dice usted al final de su comunicado:
“Como ciudadano activo de este bello país, he decidido hacer frente a los
costos derivados de la defensa que merecen estos ciudadanos y por tanto asumí
el pago de servicio de sus Abogados; no con estoy comprando una decisión, las
instituciones concluirán lo que tengan a bien, tan solo pongo a disponibilidad
de mis compatriotas los medios de gestión necesarios para garantizarles
derechos fundamentales y procurar que un juicio mediático y de intereses
difusos no los perjudique, más aún cuando se refiere a tan delicado asunto”.
Suena muy noble y muy desinteresado eso de asumir la
defensa de dos jóvenes venezolanos acusados de un horrible crimen en tierra
extraña. Lo que no suena muy desinteresado es que estos jóvenes sean los
sobrinos de la pareja “presidencial” venezolana, a quienes - por cierto
- se les habían asignado defensores públicos, de manera que no estaban
en estado de indefensión, como si sucede con los casi cien presos políticos que
mantiene el régimen que usted defiende. No suena muy desinteresado que, por
afortunada coincidencia, usted salga favorecido con un contrato de PDVSA para
remover dos montañas de coque que tienen un valor de unos mil millones de
dólares, por lo cual a usted le pagarán unos $138 millones, a pesar de su
record como contratista juzgado y condenado a retribuir sumas de dinero
ilegalmente obtenidas de sus clientes.
Su comunicado
no aclara el triángulo Ruperti-Sobrinos-Régimen, Sr. Ruperti. Lo refuerza. Los
venezolanos nos preguntamos: ¿Quién paga realmente la defensa de los sobrinos
Flores? Si PDVSA le paga a usted y usted
le paga a los abogados, pareciera que quien le paga a los abogados es PDVSA.
2 comentarios:
Dame el contrato y tu comisión es el pago de los abogados de tus sobrinos.
No hay que ser demasiado inteligente para darse cuenta de la triangulacion, como dice el vulgo, mas claro no canta un gallo...
Es un desprecio a la inteligencia de los venezolanos.
Publicar un comentario