miércoles, 27 de marzo de 2024

UNA VENEZUELA AHOGADA EN BASURA MORAL NECESITA REBELARSE


 


**** ES LA HORA DE COLOCAR LA BANDERA AL REVÉS EN PEDIDO DE AYUDA UNIVERSAL DE AUXILIO

 **** VENEZUELA DEBERÁ PREPARARSE PARA UN ESCENARIO DE

        REBELIÓN ABIERTA, LIDERADA POR UNA SOCIEDAD CIVIL DE CORAJE

        CUYA LANZA PRINCIPAL SEA, COMO LO HA SIDO HISTORICAMENTE, LA IGLESIA

        CATÓLICA

**** LOS ALIADOS DE LA VENEZUELA DEMOCRÁTICA PREPARAN UN

        SEVERO PLAN CONTRA EL REGIMEN 

*****ABUNDAN LOS RECAUDOS QUE DOCUMENTARÁN UN NUREMBERG CRIOLLO

 

El llamado Consejo Nacional Electoral venezolano, integrado por abiertos o solapados títeres del régimen, ha maniobrado para permitir solamente el registro de candidatos a la presidencia de Venezuela que no le presenten peligro alguno al régimen, desvirtuando así la naturaleza del evento y abofeteando, por enésima vez, a la Venezuela decente.

Ninguno de los inscritos posee el  nivel necesario para ocupar la presidencia de Venezuela. Los menos malos, Antonio Ecarri, Daniel Ceballos y Enrique Márquez son jugadores de doble A, lejos de las grandes ligas.

El resto está  integrado por lo que podemos llamar, sin riesgo de exageración, un gran basurero moral e intelectual que exuda mediocridad por todos sus poros, a saber:

 

Nicolás Maduro, reposero y analfabeta funcional,

Claudio Fermín, político de pacotilla, de larga trayectoria invertebrada,

Luis Eduardo Martínez, alacrán, político oportunista y educador pirata,

Benjamín Rausseo, cómico de insoportable vulgaridad,

Juan Carlos Alvarado, politiquero de oficio de tercera categoría,

Javier Bertucci, falso predicador, basura pseudo-religiosa y acusado de corrupción,

José Brito, político roba gallinas, quien se cambia de etiqueta política como de interiores,

Manuel Rosales, ofidio lleno de astucia, traidor de rebosada insinceridad, como podrá advertirse en este video:  https://www.youtube.com/watch?v=vN36LOVD3iM.

 

Al inscribirse y negar la voluntad popular expresada en las primarias este grupo exhibe ínfimas credenciales intelectuales y ciudadanas y una deleznable calidad moral. Han traicionado la acción de la oposición democrática  que llevó a cabo un impecable ejercicio de primarias en el cual se inscribió todo quien deseara hacerlo, comprometiéndose a aceptar sus resultados en aras de una candidatura de unidad. Este grupo basura no participó en esa primaria y ahora se apresura, sin pantalones, a participar en el sainete indigno montado por Maduro y su pandilla. Al hacerlo validan la inhabilitación arbitraria de la candidata ganadora de las primarias y se arrodillan ante la pandilla que trata de perpetuarse en el poder.

 

De los tres tipos de venezolanos, el peor es el de los alacranes

 ¿Qué buscan estos venezolanos miserables al registrarse en un torneo arreglado por el régimen, en el cual ellos solo serán comparsa? Buscan dinero y/o migajas de poder. Son miembros de una clase de venezolanos que mantienen a nuestro país en el foso del atraso y la mediocridad. En nuestra actualidad política es posible identificar tres grupos: La gente claramente digna y buena, la gente claramente mala y abiertamente criminal y el grupo de los alacranes, quienes son los peores enemigos del país porque mantienen la pretensión de estar trabajando en beneficio de todos cuando solo lo hacen en función de sus intereses mezquinos.

 Es fácil  combatir a Maduro y a su pandilla, porque estos sociópatas ya no hacen intentos de disfrazarse de gente buena. No existe problema en identificar a los buenos venezolanos porque actúan de manera coherente con sus principios. El peor peligro está representado por la basura moral, astuta, cambiante,  que hoy dice algo que suena bien hoy para decir algo diferente mañana, que se disfraza de demócrata para destruir a la democracia, que habla de virtudes ciudadanas para esconder su horrible corrupción. Es el grupo de quienes cultivan pretensiones de sinceridad mientras practican actos de traición.   

 La lección de Martín Lutero: “Aquí me planto. No puedo hacer otra cosa”.

 Los venezolanos han tratado de solucionar la tragedia chavista/madurista “por las buenas”, llegándose al extremo de la sumisión en aras de una falsa convivencia pacífica que – es preciso decir  - resultaría moralmente inaceptable. Cada uno de estos intentos pacíficos ha sido visto por el chavismo/madurismo como señal de resignación y vasallaje, haciéndolos sentir empoderados para aplicar a la población venezolana cada vez mayores dosis de sometimiento y humillación.

Es necesario que los venezolanos decentes y honestos pongan un límite a las humillaciones y tragedias que están dispuestos a sufrir en nombre de las soluciones “pacíficas”. En mi opinión ese límite ha sido ya claramente sobrepasado pues tenemos tiempo viviendo como esclavos y rehenes resignados de una pandilla cívico-militar   criminal e ignorante que ha traicionado a la Nación. En realidad, estamos incumpliendo los dictados de la constitución vigente, la cual nos demanda en su artículo 350 actuar para restituir la democracia y la libertad escamoteadas por la pandilla criminal transnacional que se mantiene en el poder.

Todo lo que vemos ocurrir en Venezuela nos indica que el camino de la redención ciudadana para Venezuela es el de la rebelión ciudadana, combinada con la máxima presión de nuestros aliados externos. No habrá descanso para los venezolanos dignos hasta que los miembros de la pandilla que ha arruinado material y espiritualmente el país paguen por sus crímenes. Las propuestas de convivencia que hacen estos líderes celestinos, moralmente melcochudos, son vergonzosas y muestran una gran pequeñez ética. 

Quienes podrían liderar esta rebelión ciudadana?

La sociedad civil venezolana tiene ya líderes de coraje agrupados en torno a María Corina Machado quienes representan la Venezuela digna. Los hemos apoyado en sus tareas y los seguimos apoyando. Creo que hay otros segmentos de la sociedad civil que representan formidables aliados: los colegios profesionales, el sector universitario, los empresarios dignos (no los entreguistas a lo Fedecámaras que ya conocemos), el vapuleado sector laboral y aquellos miembros del ejército aún no prostituidos.

En especial, creo que el papel protagónico por excelencia en esta rebelión ciudadana que deberá ocurrir le corresponde a la Iglesia Católica venezolana, esa gran fuerza moral que ha sido históricamente la lanza principal de la democracia venezolana, combinando gran coraje ciudadano con los mayores principios morales. Hoy, ese papel parece corresponderle de nuevo.  

 La verdad es que:   

Si no nos rebelamos cívicamente para expulsar del poder a la pandilla criminal, para exigir la aplicación de la más severa justicia contra los culpables del desastre venezolano estaremos incumpliendo con nuestro deber ciudadano, convirtiéndonos en cómplices por omisión del gran crimen contra la nación. Es algo que he venido diciendo desde que Chávez llegó al poder, cuando juró falsamente sobre una constitución que llamó agonizante, ante el silencio cobarde de los líderes de ese momento, algunos de quienes - como Henrique Capriles - están activos hoy. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los seguidores de estos sujetos son tan desqiciados como estos aspirantes a la presidencia .
Cada uno de ellos de tener alguna moralidad ( dudo que la tengan ) deberían rendir pública el financiamiento de sus campañas y sostenimiento . Saludos