viernes, 25 de mayo de 2012

Por las carreteras y pueblos de América

Plantación Monmouth, Natchez. Una de las pocas que quedan del "ante-bellum".

 Estamos en la carretera. Mientras viajo oigo, por cierto, un CD de Aldemaro llamado “Para mis amigos”,  que contiene este tema llamado “Carretera”, bellamente orquestado, además de "Conde a Principal", mi favorita, y otras inolvidables composiciones de ese maravilloso músico. Oyendo la música de Aldemaro por las carreteras de América pienso que tengo lo mejor de ambos mundos. Y ese es el crimen perfecto.  

Las carreteras de América son parte integral del alma del pueblo Americano. Amplias, arboladas, amables,  bien señaladas, con sitios de desanso y centros de información, hacen del manejo un placer. En la carretera el país se nos abre, se nos muestra en toda su magnificencia. Es casi imposible perdernos. Milla trás milla los avisos me recuerdan cruzar aquí o allá, hacia donde deseo ir.  Y si acaso me equivocara, lo cual pudiera sucederme a mis años, pués, nada más fácil que salir (hay una salida cada dosmillas o algo así) y regresar.

En esta ocasion viajamos hacia el sur del país. No a Florida que sería el sur franco sino hacia Tenessee, Alabama, Missisipi y Luisiana, estados que tienen la reputación de ser atrasados en relación a los otros estados de la unión. Y esto es cierto en muchos sentidos. Aunque el paisaje es hermoso parece ser menos culto que hacia el norte. En Virginia el paisaje es un gran jardín, pero a medida que viajamos hacia el sur, lo es menos en Tennesee y bastante menos en Alabama o  Missisipi. Sin embargo, hay en estos estados menos desarrollados una cordialidad y un calor humano que compensa el relativo atraso.

Hemos atravesado Virginia, Tennessee y Alabama. Hoy estamos en Natchez, Missisipi. Es una población pequeña. Hemos llegado a las tres de la tarde y caminamos por el centro del pueblo. Está esencialmente desierto. Sin embargo, entramos en tiendas de antiguedades que ofrecen maravillas y, más adelante, encontramos una iglesia episcopal que tiene dos extraordinarios vitrales deTifanny y hemos podido entrar a admirarlos. A diferencia de nuestras iglesias estas iglesias episcopales están siempre abiertas.
 El protagonista en Natchez es el inmenso Missisipi, el mismo de Mark Twain. Y, por supuesto, la historia que la cubre, como un gran manto romántico, el recuerdo de la trágica Guerra civil, algunas plantaciones donde aún parece moverse scarlet O’Hara y la arquitectura llamada “ante-bellum”, antes de la guerra, con fuerte influencia francesa. Sentimos que en cualquier esquina de Natchez pudiéramos encontrarnos con Huckleberry Finn.  

Lo incomprensible es que, aunque el centro de Natchez está desierto, los hoteles colocados frente al río están muy llenos. No pudimos obtener una habitación que viera al rio.Todas están ocupadas. Hay un casino en el río, en una réplica de un “Steam Boat”, de los que viajaban por el grandioso río. Hemos estado allí y perdido $20, el máximo que habíamos planificado.

Para llegar a Natchez tomamos una carretera Llamada “Natchez Trace Parkway”, desde Clinton, Missisipi. Manejamos por  87 millas a una velocidad controlada de 50 millas por hora. Comenzamos con mucho entusiamo, porque la carretera atraviesa un inmenso bosque, en el cual el viajero está en total comunión con la naturaleza. A medida que pasaban las millas, sin embargo, crecía nuestro desasosiego. Esperábamos ver osos, venados, quizá hasta un león montañes. Pero nada, solo silencio total, bosque y más bosque, ni un solo ser viviente, ni una mariposa, pués. Era una belleza monótona y nos sentimos mejor al terminar de atravesarla.

Hoy iremos hacia Luisiana, sitio donde trabajé hace años y donde mis hijos fueron por un breve tiempoo a la escuela. En el pueblo de Lafayette, donde pasamos algunos meses, la empresa eléctrica era de la comunidad. Y cuando regresé a Venezuela recibí por algun tiempo unos cheques por $2 al mes. Eran mis dividendos por haber vivido en el pueblo y haber sido un “accionista”.  Ahora Lafayette es una ciudad y vamos para allá buscando revivir nuestras agradables memorias ( y a comer ancas de rana y crawfish etouffé) .








7 comentarios:

Anónimo dijo...

ESO ES LO UNICO QUE TE QUEDA CORONEL...........HABLAR HUEVONADAS
JG

Anónimo dijo...

It's beautiful!! Been there,
Mr. Coronel. Blessings to you
and your trip.

Anónimo dijo...

"en total comunión con la naturaleza"-Yes, I am with you
there, too.

nicacat56 dijo...

I'm so glad that you've had the opportunity to take this trip! I have family all along the route that you've taken, but especially in Louisiana. Good luck and have a safe trip. BTW, I beg you to please consider banning the idiot who shall not be named; he's such a loser, as well as a detractor. Over time, I've almost come to just ignore him. However, sometimes it just seems impossible to do so. Anyway, I hope you have a wonderful time!

Anónimo dijo...

I have a story for you. I was @Lake Charles, Lafayette area
and in a rainstorm.
The rate of rainfall was so incredible-maybe I am just guessing
10 inches per minute! Like driving into a waterfall, not raindrops-like a river from the sky. I honestly expected fish to hit my windshield!

inusual dijo...

JG comemielda podrio, vete a cuba maldito lacayo

Anónimo dijo...

http://www.lapatilla.com/site/2012/05/27/el-hermoso-desierto-de-remolinos-de-piedra-fotos-increibles/