domingo, 8 de octubre de 2017

Viva España!


Soy venezolano de nacimiento y hace 15 años emigré a USA y adquirí la nacionalidad de ese país, además de conservar la venezolana. Además, nunca he pisado tierra de España sin sentirme español. No es algo que se pueda explicar racionalmente, sino por la vía de la emoción. Al pisar la bendita tierra de España me siento español, disfruto del aire que respiro, del paisaje que veo, de la comida y la bebida maravillosa de sus mercados y variados restaurantes que van desde los arroces hasta los jamones, desde el tempranillo hasta los albariños.  En una época, en La Candelaria, barrio de Caracas, comíamos casi más español que en España. Había que ir a Valencia, España para disfrutar de una paella como la de “Las Cancelas”, en Sabana Grande. Ojalá que todavía exista, ya que tengo casi 15 años que no piso la tierra que me vio nacer.
Tan pronto llego a Madrid me voy con mi esposa al mercado de San Miguel, a comer jamón, a tomar jerez, a ver gente, a sentirme español. En Barcelona paseamos deleitados por la zona vieja de la ciudad  o vamos a comer mariscos en Barceloneta.
Cuando viajamos a Segovia, antes de llegar, cuando aún bordeamos los campos adyacentes a la ciudad, experimento una profunda emoción, la emoción de quien siente estar llegando a casa. En Segovia, creo, están mis raíces más profundas, las raíces del anciano Abraham Senior  bautizado como Fernán Coronel por el Rey de España, para evitar su expulsión. A los 80 años no se sintió Abraham suficientemente fuerte para emigrar. Todavía hoy,  a escasas dos cuadras de la Plaza mayor de Segovia, está la casa de los  Senior – Coronel, hoy convertida en un museo judaico. Juan Bravo, el héroe segoviano se casó con Ana Coronel. Al caminar por la ciudad experimento un profundo “déjà vu”, irracional seguramente, pero no por ello menos fuerte, la cual me dice: Estoy en casa.
Hoy día, cuando la humanidad debería caminar hacia la integración, hacia la unificación de la raza humana alrededor de un planeta pequeño y amenazado por la insensatez, momentos en los cuales uno pensaría que un venezolano, naturalizado estadounidense, con  parte de su corazón en Segovia, debería ser típico de un proceso de integración mundial, me encuentro con que en Cataluña hay un movimiento que llama a la disgregación, a lo que esos grupos llaman “independencia”.
Y uno se pregunta “independencia” de qué.   ¿Es que acaso un territorio de siete millones de habitantes puede darse el lujo de ser “independiente” en la Europa de hoy? ¿Es que alguien piensa que ir de regreso hacia los niveles tribales es la tendencia que más le conviene al mundo?
 No puedo adivinar los sentimientos que anidan en los corazones de los catalanes y no soy yo quien deba votar por el futuro de su región. Eso corresponde a ellos.  Pero, como venezolano, como estadounidense, como español, como ciudadano del mundo, anhelo ver una Cataluña firmemente unida a España, a una  España firmemente enlazada a la Unión Europea, a una Unión Europea firmemente cohesionada alrededor de unas Naciones Unidas democráticas y civilizadas.

Ese es el camino. El otro camino, ese que pretende separar a Cataluña de España nos llevaría de regreso a la Edad Media.  

8 comentarios:

Roberto Carlos dijo...

Yeah, I love it now when I go to London or Paris and I can't tell if I am in London, Paris or Ankara or Kandahar.

Mario Moretti dijo...

Gustavo, se te olvido mencionar el idioma castellano, ese idioma tan completo, tan armonico al formar una oracion, tan rico al ofrecer infinidad de vocablos apropiados a lo que se desea expresar. En otras palabras, al hablar con un espanol se disfruta de la conversacion.

Maria Teresa van der Ree dijo...


Viva España! Estoy de acuerdo con tu interesante artículo.

Además de muy interesante historia, espero que un día me cuentes más.


Saludos.

Cástulo Ingenieros. dijo...

Maravillosa España, amada España. Francisco Franco, tu obra, unir la Península y defendernos de los comunistas será preservada.

Creo que la han pasado mal desde que eligieron torpemente a Zapatero, porque Aznar iba excelentemente bien. La ley que aprobó Zapatero de dar nacionalidad española tan facil
como presentarse en la oficina fue algo muy estúpido. De allí que abunden en Europa
una serie de seres que se dicen españoles pero ni la aman, ni la quieren ni la defienden. No son españoles de alma, ni de sentimientos. Y muchos menos Europeos, porque solo se puede ser español y ser europeo amando España y amando Europa.

Pobre España, tan cerca y tan lejos de Iberoamérica.

Es común en los países liberados por Simón Bolívar que no abunden nativos que la quieran como Gustavo la quiere. Y ni la quieren, mucho menos la defienden. Y lo que es peor, ni la aman. Cuando de ella, como bien nos dice Moretti, nos llega este idioma bello y esa cultura tanto o más, que usualmente es despreciada.

Dígame en la Venezuela de Maduro. Ver los nuevo pensa de los bachilleres es para llorar. ¨SOBERANÍA¨ substituye a historia, civilidad y puericultura. Y claro, todo es Bolívar y Chávez, Chávez y Bolívar. Uno contra España el otro contra la gente decente que vivía en Venezuela.

Menos mal que Gustavo y Mario parece que pertenecemos al mismo club de amantes de España, pese a que no tenemos la nacionalidad de esa península hermosa.


Original lyrics
Cara al sol con la camisa nueva,
que tú bordaste en rojo ayer,
me hallará la muerte si me lleva
y no te vuelvo a ver.
Formaré junto a mis compañeros
que hacen guardia sobre los luceros,
impasible el ademán,
y están presentes en nuestro afán.
Si te dicen que caí,
me fui al puesto que tengo allí.
Volverán banderas victoriosas
al paso alegre de la paz
y traerán prendidas cinco rosas
las flechas de mi haz.
Volverá a reír la primavera,
que por cielo, tierra y mar se espera.
¡Arriba, escuadras, a vencer,
que en España empieza a amanecer!
¡España una!
¡España grande!
¡España libre!
¡Arriba España!

Anónimo dijo...

Tras bambalinas están Podemos y el insoportable Iglesias, criaturas de Chávez. Puigdemont es un tonto útil. Creo firmemente -y lo espero fervientemente- que este movimiento secesionista fracasará. La mayoría silenciosa de catalanes ya se está pronunciando por la permanencia en España. Ya se le ha hecho daño a la economía. Las empresas están huyendo. Catalanes, ¿quieren convertirse en una Venezuela? Oigan los cantos de sirena del secesionismo y la izquierda sigilosa destructora. Cuando venga por España hágalo saber por acá, a ver si nos tomamos un café.

Anónimo dijo...

La plaga roja tiene sus raíces enquistadas en la Peninsula Ibérica.

Anónimo dijo...

Es una necedad e irresponsabilidad de los izquierdistas ignorantes y que solo buscan poder querer dividir a Cataluña del resto de España. Es un regreso a una época feudal que está ya más que superada hace 200 años por lo menos. Ni siquiera el País Vasco, que tiene una población mayor e industria importante puede pensar en ser un ente económico exitoso en las economías mundiales de hoy.

Anónimo dijo...

Sera que hay un "Abraham Lincoln" Espa~ol que mantenga la unidad que una minoria quiere interrumpir?