El asesinato de Petróleos de Venezuela comenzó el día que el fallecido
sátrapa decidió colocar a Héctor Ciavaldini en la presidencia de la empresa. Desde
ese momento, cinco fueron los jefes de la pandilla que liquidó a PDVSA: Héctor Ciavaldini,
Gastón Parra, Ali Rodríguez, Rafael Ramírez y Eulogio del Pino. El actual
encargado de la presidencia de la empresa, Nelson Martínez, será el encargado
de enterrarla.
En 18 años PDVSA pasó de ser una empresa petrolera organizada a ser un centro
de lavado de dinero, endeudada hasta la raíz,
soporte de una narco-dictadura, pasto de corruptos e ineptos quienes la
han saqueado de manera inmisericorde. El Cuadro 1 nos resume su historia en
cuanto a cifras:
CUADRO
1
1998
2017
Producción, barriles diarios, 3
millones
1,9 millones
Refinación, % de capacidad, 85%
49%
Nómina de empleados, 40.000
150.000
Deuda, millardos de dólares 3
80+
% de petróleo pesado 35%
85%
Importación gasolina, b/d cero
80000
Sin embargo, estas cifras no cuentan toda la historia trágica de la
empresa. No nos dan la medida de la perversión sufrida por su misión y por sus
objetivos; de la corrupción de sus gerentes y contratistas; de sus actividades
ilícitas de lavado de dinero y de utilización política de sus recursos; de la manera
vil como ha entregado petróleo regalado o fuertemente subsidiado a países
extranjeros; de la prostitución de sus cuadros gerenciales y laborales. Esta otra
parte de la historia se ha venido
documentando año tras año en innumerables
artículos y reportajes que serán la base de la acusación que se hará a la
pandilla asesina.
Comportamiento de los jefes de la
pandilla
Héctor Ciavaldini.
Al nombrar a Roberto Mandini presidente de PDVSA, Hugo Chávez le colocó al
lado un comisario político llamado Héctor Ciavaldini. A medida que Mandini se
iba desencantando de la manera como Chávez deseaba manejar a PDVSA, la intervención
de Ciavaldini se hacía cada vez más grosera. Cuando Mandini protestó, Chávez lo
remplazó con…. Ciavaldini. Este personaje había sido un empleado menor de PDVSA
y había sido despedido por su incompetencia, por lo cual decidió demandar a la empresa. Cuando
fue nombrado presidente, se dio el absurdo de que el nuevo presidente de PDVSA
la tenía demandada. La tarea de Ciavaldini fue la de purgar a la empresa de
gerentes profesionales y comenzar a militarizarla. Sin embargo, su mediocridad
e ineptitud obligaron a Chávez a destituirlo a los pocos meses. Se enfrentó con
los sindicatos petroleros, quienes fueron a la huelga, la cual generó su salida
de la empresa.
Gastón Parra
La gerencia petrolera se rebeló en contra de la decisión del difunto sátrapa
de remplazar a Guaicaipuro Lameda en la presidencia de PDVSA con Gastón Parra,
un profesor marxista de la Universidad del Zulia, quien repetidamente había
manifestado su odio en contra de lo que él llamaba una gerencia “apátrida”. Parra
era un economista teórico que jamás había gerenciado una empresa, mucho menos
de la complejidad de PDVSA. Fue un peón de Chávez, quien lo puso allí
precisamente para generar una reacción de los gerentes en su contra y lograr
así una excusa para tomarla por asalto. Al rebelarse los gerentes, los
despidió. Al hacerlo, condenó a la empresa al fracaso, pues ya nunca pudo
recuperarse de haber perdido sus mejores empleados.
Ali Rodríguez Araque
Este personaje ha sido una especie de mono de la baraja del chavismo. Ha
sido colocado en múltiples posiciones en el régimen y, en todas, ha contribuido
al desastre. Su permanencia en PDVSA sirvió para poner a la disposición de
Chávez todas las instalaciones, equipos y recursos financieros de PDVSA, a fin
de que la autocracia se convirtiera progresivamente en una dictadura. Ali
Rodríguez había sido un terrorista en los años 60, dinamitando instalaciones petroleras.
En su nueva condición de presidente de PDVSA la dinamitó por dentro, con entera
impunidad.
Rafael Ramírez
La entrega de PDVSA al sátrapa se intensificó durante el largo manoseo de
PDVSA llevado a cabo por Rafael Ramírez. Durante esta etapa la empresa fue prostituida
al convertirse en quincalla importadora de comida (frecuentemente podrida),
constructora de viviendas de mala calidad, instrumento financiero de Chávez,
vehículo para financiar campañas presidenciales foráneas y domésticas, para
entregar petróleo a países “amigos” y para enriquecer contratistas afectos a la
“revolución”. Su discurso en el cual entregó la empresa a su amo, Chávez, es un
clásico de la corrupción. Durante su estadía en PDVSA llegaron a la faja del Orinoco
una multitud de empresas sin tecnología, sin experiencia, sin capital
suficiente, lo cual explica el estancamiento que ha sufrido esa región petrolera.
El desarrollo petrolero del país se detuvo y fue remplazado por una incesante
habladera y por anuncios falsos sobre grandes contratos y grandes inversiones,
las cuales nunca se concretaron. Se llevaron a cabo contratos sin transparencia
y nunca investigados, como los de Ruperti, los del Aban Pearl, los de Petrosaudí,
los de Derwick Associates, además de docenas de otros contratos con familiares
y amigos.
Eulogio del Pino
Durante la presidencia de Ramírez, del Pino ya estaba en una posición de
co-responsable del desastre. Era Director de Exploración y Producción de la empresa
y, por lo tanto, aprobaba todos los fraudes que se llevaron a cabo en este sector.
Su entrega a la pandilla y al narco-régimen se acentuó durante su presidencia
de PDVSA. Dejó de hablar el lenguaje gerencial que la antigua PDVSA le había enseñado,
para comenzar a hablar de la “revolución”, del “gigante Chávez”, de la “gerencia
obrera”, de “la planificación estratégica llevada a cabo por cien mil empleados
y obreros de la empresa”, una sarta de indignas declaraciones que solo llevaban
como propósito su afianzamiento en el poder. Mientras más se hundía PDVSA más hablaba
del Pino. Durante su estadía al frente de la empresa remató la faena destructora
que había llevado a cabo Ramírez y le entregó a Nelson Martínez una empresa desprestigiada,
en quiebra financiera y moral, lo que la revista FORBES llamó “la peor empresa
petrolera del mundo”.
Nelson Martínez
Haber aceptado presidir esta empresa, así desprestigiada y quebrada, nos da
la medida de Nelson Martínez. Como factor importante de un narco-régimen
moribundo ya nos damos cuenta de lo que podemos esperar de él. Se habla de la “recuperación”
de PDVSA y se comienzan a destapar hechos de corrupción que ya conocíamos bien.
¿Por qué? ¿Es que de repente existe un deseo de rectificación, aunque sea demasiado
tarde? No. Lo que sucede es que se
comienza a ver la clásica pelea entre pandilleros de antes y pandilleros de
ahora, lo que llaman en el sector policial un ajuste de cuentas. Los bandidos
de Maduro y los bandidos de Chávez están en plena pugna por el poder.
Esta pugna sacará a flote lo peor de
las dos pandillas. Mientras tanto, es ya la hora de comenzar a pensar en el
modelo petrolero que usara Venezuela para remplazar el desastre que ha sido la
PDVSA chavista, empresa irrecuperable.
7 comentarios:
Y no olvidar lo que le dijo el enfermo mental de Jorge Giordani a lameda:
"Mira si guebon necesitamos a estos carajos pobres miserables para que la robolución pueda eternizarse"
Habría que fusilarlo y aún así sería poco el castigo por cómo lograron destruir a Venezuela.
Gus,
Aqui tienes la historia que cuenta Carratu de la conspiracion castrochavista
destructora de Venezuela.
https://www.youtube.com/watch?v=KsY6DKoQx6U
Un excelente resumen de los culpables de la espectacular caída de PDVSA de ser la mejor empresa Estatal de petróleo del mundo a convertirse en un hueco de corrupción, incapacidad y mediocridad sin paralelo en la historia mundial, y eso que han habido una que son de campeonato como mal manejadas.
Había un chiste donde se decía que el mejor negocio del mundo es una empresa petrolera bien administrada y el segundo mejor negocio era una empresa petrolera mal administrada. Eso ya no aplica, porque nadie se podia imaginar lo que paso' con PDVSA.
Me gustó el articulo. Sin embargo, quisiera saber más detalles si es posible. Como me comunicó con usted. Saludos
MI email es coronel.gustavo@gmail.com , amigo unknown. Encontrará más detalles en mi blog que ya tiene unos 6200 artículos desde 2007, muchos de ellos sobre la pandilla que destruyó a PDVSA.
No tienen perdón de Dios.
Los demás paises progresando y en el nuestro los narco vende patrias acabando con todo.
No tienen perdón. Todos ellos y sus cómplices no nombrados en el articulo deben pagar por lo que han hecho.
Muchos de ellos ahora pretenden hacerse la "Caperucita", tratando de confundir y mimetizarse como posibles salvadores (Véase el tal Einstein Millan). Dígame los Luises (Luis Marin y Luis Vierma), el primero establecido en Panama y el otro dizque entre NY y otras ciudades de USA, ahora comprando y vendiendo activos Petroleros. Sin olvidarnos del famoso Chacin (Ex-Intevep), muy adjunto al sátrapa inepto de Del Pino.
Bueno, muchos no olvidamos, solo queremos que la mano de la justicia les llegue algún di'a.
Publicar un comentario