lunes, 4 de diciembre de 2017

Un bello premio para nuestro amigo Hans Krause


 Leo que la Asociación de Geólogos Petroleros Americanos, la venerable AAPG, acaba de concederle el Premio Michel Halbouty de Liderazgo a nuestro amigo, colega geólogo y compatriota Hans Krause.
Al inicio de los años 60 era yo geólogo de exploración de la compañía Shell de Venezuela en Caracas. Estaba cerca de los 30 años de edad y atrasado en mi plan de ser gerente de exploración de la empresa al llegar a esa edad. Un día me llamó a su oficina el Gerente de Exploración de la época, el geólogo suizo H.H. Renz (uno de los dos del mismo nombre que tuvieron actividad en Venezuela) y me dijo que yo no sería el próximo Gerente de Exploración de la empresa. Tenía debilidades en el trabajo que me lo impedían, me dijo Renz.
En aquella época la venezolanización en la empresa había adquirido fuerza. Yo hubiera podido decir que me estaban “discriminando” y usar el as de la venezolanización para forzar mi promoción.
Pero no lo hice, por una razón poderosa. Renz estaba en lo cierto. Yo tenía debilidades como geólogo que me hacían, al menos en el momento, un mal candidato. Y acepté lo que me propuso Renz: “Voy a enviarte a Lagunillas, a que aprendas a ser un ingeniero petrolero de campo, a que perfecciones tu petrofísica, a que veas y estudies en el terreno cómo se comportan los yacimientos”.
Y acepté irme a Lagunillas, casi a comenzar de nuevo mí carrera. Esa transferencia del “viejo” geólogo a Lagunillas me puso a trabajar con geólogos e ingenieros petroleros – la mayoría más jóvenes que yo,  quienes – además - sabían más que yo del trabajo que me enviaban a hacer. Fui alumno de ellos, pues. Era un grupo en el cual recuerdo, entre otros, a Ricardo Corrie, Francisco Rubio, Simón Antúnez, Gustavo Inciarte, Enrique Hung y Hans Krause. Ese grupo me acogió con simpatía, me enseñó muchas cosas que yo no sabía. Llegué a sentirme muy orgulloso del trabajo que hacía, de madrugada, metido en un pequeño helicóptero, volando entre tormentas del Lago a ser partero de un pozo que daría riqueza al país, mientras los venezolanos dormían plácidamente. Aprendí que los pozos petroleros, como los bebés, nacen casi todos de madrugada y a analizar los  registros eléctricos a fin de tratar de predecir la calidad productora del pozo.  
A ese grupo le debo buena parte de mi éxito posterior en la empresa. Cada quien tenía su personalidad muy definida y de cada quien aprendí.  
Con Hans Krause establecí una amistad muy estrecha, la cual ha durado y se ha incrementado todavía más al correr de los años. Aunque no nos vemos con frecuencia, hace uno o dos años  cenamos juntos en la zona de Washington, gracias a la iniciativa de nuestro amigo común, Milton Cháves. Hans me había pedido un escrito para la publicación EXPLORER, de la AAPG, en la cual ha sido – durante varios años –  principal promotor y  editor de sus  Historical Highlights, ver:   http://www.aapg.org/Publications/News/Explorer/Column/ArticleID/3187/In-the-Beginning-The-Legends-of-Venezuela . Esta es una serie de escritos, muchos de ellos cautivantes, relacionados con la geología, con la búsqueda del petróleo en todos los países del mundo, con énfasis en sus aspectos humanos, en las numerosas sagas que han llevado a los grandes descubrimientos de hidrocarburos en el planeta. No en vano había dicho Wallace Pratt que “el petróleo se encuentra en la mente de los hombres”.
 Wallace Pratt fue el fundador de la Asociación y también fue el primer receptor  del premio que hoy recibe nuestro amigo Hans Krause. Este premio es el segundo en importancia que otorga la Asociación, la cual cuenta con unos 40.000 miembros, un 40% de quienes viven y laboran fuera de los Estados Unidos. Es una agrupación mundial, con 100 sociedades afiliadas en todo el planeta.
El premio que recibe Hans Krause se otorga a  miembros o no miembros de la Asociación, quienes hayan demostrado un liderazgo excepcional y  hecho aportes extraordinarios a las geo ciencias, dentro o fuera de la Asociación. Ello le da al premio una categoría universal.  Es un reconocimiento al liderazgo, a la visión que permite el avance de las ciencias de la tierra, dado a quienes hayan hecho aportes muy especiales a la Asociación, generando estrategias y programas que hayan aportado beneficios a la comunidad científica en las geo ciencias.
El premio que recibe Hans Krause es una medalla con la efigie del ilustre geólogo Michel T. Halbouty, la cual lleva la inscripción: ‘Dada por excepcional liderazgo en las geo ciencias del petróleo”. La medalla lo hace, automáticamente, miembro honorario de la Asociación.
Es un gran honor para Hans y para la comunidad de geólogos venezolanos. Una distinción merecida para nuestro gran amigo Hans Krause, quien tiene entre sus numerosas virtudes la habilidad para estimular el entusiasmo y la acción entre sus colegas, el desprendimiento para hacernos pensar que estamos haciendo una gran labor, sin hablar jamás de la suya.  

Esa es la esencia del liderazgo.    

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por compartir esa historia y los pormenores de ese importante premio....

Anónimo dijo...

Estimado Amigo Don Gustavo, se dice pronto y ligero todas las vivencias y retos que desempeñaron muchos venezolanos y extranjeros en aquellos inicios de una industria petrolera fuerte y generosa con aquellos que mucho le aportaron. Gracias por este relato de primera fuente y un fuerte abrazo por el merecido reconocimiento a Hans Krause.

Ubaldo dijo...

Interesante, gracias por compartir. Menos mal que no estoy en Whatsapp o en Facebook, detesto cuando alguien escribe algo tan bueno y ponen la manito con el pulgar hacia arriba. Saludos

Anónimo dijo...

Así fue la IPN en sus tiempos de gloria y profesionalismo, cuando gente como los que mencionas forjaban Patria en los campos venezolanos. Muchos de ellos tuve el honor de conocer e inclusive recibir sus lecciones y sugerencias. Me entristece pensar cómo esa escuela de seriedad, ética y capacidad ya no existe en la PDVSA rojita.