martes, 26 de mayo de 2020

SUEÑOS DE LIBERTAD, DESPERTARES DE ESCLAVITUD


Anoche soñé que el Presidente Juan Guaidó había constituido un gobierno en el exilio, desde el cual había notificado a los venezolanos que se iniciaba la estructuración de un ejército de liberación integrado por voluntarios venezolanos y de extranjeros que se quisiesen sumar a ese cuerpo. Esta decisión, nos decía el presidente legítimo de Venezuela, había sido tomada porque el régimen se negaba a irse del poder y continuaba oprimiendo al pueblo. La situación de los venezolanos había llegado a ser insostenible y se habían perdido las esperanzas de una transición pacífica. Los cubanos – decía Guaidó -  no le permitían al régimen de Maduro abandonar el poder porque ello sería de consecuencias muy graves para el gobierno castrista. Maduro y su pandilla eran títeres del castrismo, nos decía Guaidó.
En cada país que apoyaba a Guaidó, que eran la inmensa mayoría, se habían establecido centros de registro y de entrenamiento militar básico. En cuatro meses el número de voluntarios ya sobrepasaba los doscientos mil hombres y mujeres, de todas las edades. Yo había acudido al centro de Virginia, USA, donde había sido aceptado – a pesar de mi edad -  como miembro del grupo que desembarcaría en la zona central del país. Los países democráticos de las Américas se habían comprometido a equipar al ejército de voluntarios y se había comenzado a planificar la logística de lo  que sería un desembarco por varios sitios simultáneos. Excepto por los detalles técnicos y militares la noticia de lo que se proyectaba no  se había mantenido en secreto. Primero, porque era imposible, segundo, porque era innecesario. Más aún, saber lo que estaba gestando había hecho que la población venezolana recuperara su entusiasmo y comenzara  a organizarse en centros de resistencia que actuarían en apoyo al ejército de liberación. En los cuarteles pululaban toda clase de rumores. Soplaban los vientos de fronda. Algunos miembros del régimen se habían ausentado “de vacaciones” hacia Cuba y Nicaragua, otros hacia Rusia o Zimbabue. La Carlota experimentaba una inusitada actividad.  El yate de Aristóbulo había zozobrado en su intento de llegar a Cuba, por llevar sobrepeso en lingotes y la marea había llevado hasta la playa en espectáculo deprimente -  el cuerpo, en bikini,  de una funcionaria del régimen de alto nivel.  
Nicolás Maduro había convocado a líderes de la  oposición “sensata”  y había incorporado a Henri Falcón, Claudio Fermín, Enrique Ochoa Antich y a Juan Barreto a un gabinete  que lucía de amplias dimensiones. Padrino López se dirigía incesantemente al país con arengas en contra de la presencia  “de botas extranjeras tratan de hollar el sagrado suelo de la patria”. El titular del nuevo Ministerio Popular para la  Paz y la Felicidad, MINPOPUPAFEL, Claudio  Fermín, hablaba de la necesidad de evitar el derramamiento de sangre y de vivir en paz, entre hermanos. Aunque en el sueño yo sabía que era Fermín, su figura era la de un zorro entrado en años, una de esas cosas absurdas que tienen los sueños.
Un fraile muy parecido al Tigre predicaba en la esquina de Pajaritos sobre la necesidad de  tener paciencia.  ¿“Y es que 20 años de paciencia no bastan?” le respondía una joven indignada por la mansedumbre del predicador.
Inmensos barcos de crucero se habían habilitado para transportar el ejército de liberación, escoltados por barcos de guerra de varios países de América. La operación se iniciaría con un ataque aéreo contra Fuerte Tiuna, símbolo del entreguismo chavista.   
Me desperté cuando me encontraba esperando mi turno para entrar a la nave que me llevaría a Venezuela. En las inmensas filas de voluntarios me encontré con muchos amigos vivos  y otros  ya fallecidos en la realidad, todos quienes irían a luchar por la libertad del país. Íbamos a librar  una segunda guerra de independencia para Venezuela. Como la primera, esta también tendría que ser – lamentablemente -  una guerra civil, ya que con Bolívar combatieron muchos españoles y extranjeros voluntarios, mientras que con Boves y Morales lucharon muchos nativos de Venezuela. Ahora los venezolanos deseosos de libertad, democracia y justicia se verían las caras con venezolanos traidores a su país, muñecos de trapo bajo las órdenes de la Cuba castrista, gente con y sin uniforme que vendió su alma al narcotráfico y al contrabando.  
En este punto de mi sueño me desperté y debí regresar, con reticencia, a la realidad.  Leo las últimas declaraciones de algunos líderes políticos, politólogos y expertos que siguen recomendando negociar con Maduro y darle garantías a él y a su círculo de pandilleros que no serán perseguidos. Esa es la pesadilla llena de indignidades a la cual despertamos. Por cansancio espiritual, porque han perdido la voluntad de resistir, porque están exhaustos o porque ven que ello les daría beneficios personales, estos venezolanos (y algunos extranjeros)  nos recomiendan entregar  las banderas que un país debe mantener en alto si aspira a ser digno y decente.    
Estoy impaciente por ver transcurrir el día y  llegue, de nuevo,  la hora de soñar. Solo  en sueños somos libres los venezolanos de hoy.
Al despertar se regresa a la condición de  esclavos aletargados, unos presos de una profunda angustia por la inacción que nos rodea, algunos por el entreguismo disfrazado de pragmatismo y aún otros por el descarado abandono que han hecho de sus principios y valores.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

aqui toda la historia de ochoa antich:

https://www.youtube.com/watch?v=uoAG-Nmhjkw

Gustavo Coronel dijo...

Creo que usted habla del otro Ochoa Antich, el General. Yo hablo de Enrique, su hermano.

Anónimo dijo...

Sí,correcto me refería a Fernando, que es la clave de todo aquello en el estamento militar. Fue quien dio poder de fuego a la logia pese a las detenciones que hacía Heinz a cada rato. Ese golpe estaba más cantado que el Alma Llanera. El hermanito comunista, Enrique, la alfombra viviente de Maduro hoy día, también estaba metido de lleno en el 4F92, los dos conspiradores de oficio junto a Caldera (que sonreía feliz loco de contento porque sabía que gobernaría por segunda vez), en el Congreso con su discursito de "la democracia no nos sirve de nada si no da de comer". Todo para que en 1994, ya montado en la presidencia por la conspiración contra CAP que tenía a Escovar Salom y a Uslar de atizadores, le regalara la astronómica suma de 8 mil millones de dólares a los banqueros venezolanos que agarraron los reales y raudos se fueron a vivir multimillonarios en el exterior mientras la gente peor que cuando CAP. Por cierto que la Agenda Venezuela de Teodoro Petkoff y el plan de ajuste de Miguelito Rodríguez eran una copia al calco. Pobre Venezuela, Gustavo.

Juan J. Leniz dijo...

Un sueño maravilloso.

¡Se han perdido el coraje y el honor!
La chusma aduladora, cleptómana, cruel e incompetente que desgobierna Venezuela ha convertido por medio de de limosnas conocidas con el eufemismo de "misiones" a una parte de los ciudadanos en una masa amoral, indolente y sumisa incapaz de luchar por su supervivencia, mientras que la oposición crematística apesta a traición.
¡Don Andrea levántate e iremos contigo!

P.S.
Don Alonso Andrea de Ledesma, el "Quijote venezolano"
Una partida de piratas al mando de Aymas Preston se dirige a Caracas para saquearla. Un traidor de apellido Villapando, les ha enseñado un camino remoto para esquivar los fuertes que guardan a la ciudad. Pero un anciano caballero llamado Alonso Andrea de Ledesma se les interpone vestido con sus relucientes yelmo y coraza. A pesar de ser viejo y no tener posibilidad alguna de frenar la invasión, hace frente a medio centenar de adversarios y logra herir a algunos de ellos antes de caer bajo los sables corsarios. La historia del valiente hidalgo se conoció pronto en toda España. Miguel de Cervantes, que en aquellos días empezaba a escribir Don Quijote de la Mancha, quizás se haya inspirado - como creen algunos historiadores - en esa anécdota para crear su obra maestra.

Courage and honor have been lost!
The flattering, kleptomaniac, cruel, and incompetent rabble that governs Venezuela has converted through alms known with the euphemism of "missions" to a part of the citizens in an amoral, indolent and submissive mass unable to fight for their survival while the chrematistic opposition stinks to treason.
Don Andrea raise up and we will follow you!

P.S.
Don Alonso Andrea de Ledesma, the "Venezuelan Don Quixote"
A party of pirates under the command of Aymas Preston goes to Caracas to loot it. A traitor by the last name Villapando, has taught them a remote path to avoid the forts that guard the city. But an elderly gentleman named Alonso Andrea de Ledesma stands in their way, clad in his gleaming helmet and breastplate. Despite being old and having no chance of stopping the invasion, he faced fifty enemies and managed to injure some of them before falling under the corsair sabers. The history of the brave gentleman was soon known throughout Spain. Miguel de Cervantes, who in those days began to write Don Quixote de la Mancha, may have been inspired - as some historians believe - by that anecdote to create his masterpiece.

Marisol dijo...

El mismo que estaba con el proceso constituyente de 1998 para establecer un socialismo marxista. El de Fundahumanos que interpuso el recurso que abrio paso al proceso constituyente.

Marisol dijo...

Pero petkoff era parte encubierta y disimulada del mismo grupo que Enrique Ochoa Antich

walter rueda dijo...

usted escribio un articulo sobre moris beracha y la estafa del fondo fractal a los pensionados y jubilados de pdvsa por favor contacteme a mi correo electronico. gracias