A los ocho o nueve años de edad,
cuando comencé a leer a Verne y a Dumas, abrí mi cuenta de ahorros en el Banco
Universal de la Felicidad, sucursal Los Teques. Al leer “20.000 Leguas de Viaje
Submarino”, de Julio Verne, me sentí fascinado por el asistente del profesor
Aronnax, de nombre Consejo, quien es descrito por el autor de la siguiente
manera: “ Consejo era capaz de
recorrer con una agilidad de acróbata toda la escala de las ramificaciones, de
los grupos, de las clases, de las subclases, de los órdenes, de las familias,
de los géneros, de los subgéneros, de las especies y de las variedades del
mundo animal”. Cada pez que encontraba el Nautilus a su paso era de inmediato clasificado por Consejo.
Entré al extraordinario mundo de la naturaleza llevado de su mano, extendiendo
mi pasión clasificatoria a las rocas y a las plantas. Las tunas se convirtieron
en xerófitas de la familia OPUNTIA y aprendí que el apamate y el araguaney eran
primos hermanos, de la familia TABEBUIA. Las rocas eran volcánicas, ígneas, sedimentarias y
metamórficas. Aprendí que cada mineral siempre cristalizaba de manera idéntica,
por ejemplo la galena (sulfuro de plomo) como un bello cubo bruñido.
No solo era Consejo un prodigio de
sapiencia en ese campo de las ciencias naturales sino que tenía, como Passepartout en “La
Vuelta al Mundo en 80 Días”, o como el guía Hans en: “Viaje al Centro de la
tierra”, la hermosa cualidad de la abnegación. Estos hombres estaban siempre
dispuestos a arriesgar su vida por los demás. Gracias a estos ejemplos y el de
mi madre, ver: http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2020/05/dia-de-la-madre.html,
aprendí a identificarme con los débiles
y los necesitados. Las obras de Verne fueron una poderosa promoción de la
empatía.
En su trilogía de Los Tres Mosqueteros, 20 Años Después y el Vizconde de
Bragelonne, Dumas padre me llevó a tratar de imitar cualidades como la nobleza de Athos, el
sentido de la amistad de Porthos, el valor de Aramis y la generosidad incontenible de
D’Artagnan. Estos hombres no reconocían otra autoridad que no fuese la de la
razón y la de la justicia.
La lectura de Orlando El Furioso, de
Ariosto, me sensibilizó hacia los perdedores y hacia las cualidades de
caballerosidad, mientras que El Quijote despertó en mí el respeto por el gran gesto,
no importa que este fuese fútil. Me hice seguidor de quienes actúan basados en
los principios y aprendí a desconfiar del pragmatismo.
Estos depósitos cuantiosos fueron a engrosar mi cuenta de ahorros en el Banco
de la Felicidad. Luego, durante toda mi vida de adolescente y de adulto, gracias
a los amigos, la familia, los maestros, los viajes, la lectura y la buena música, gracias a la
contemplación de las bellezas de la naturaleza, esos depósitos fueron creciendo
y me han permitido llegar a la ancianidad con un significativo saldo positivo.
Es con ellos que enfrento hoy los tiempos del Corona Virus. Me han servido
como armadura, resistente a las fuerzas del miedo y del desaliento. No puedo
desconocer que ya tengo dos strikes en contra y enfrento un lanzador
peligrosísimo, el tal Corona, el de la camiseta 19, por las rectas de humo que
le zumba a los ancianos, pero ello no logra alterar mi íntima sensación de
bienestar espiritual. Aunque todos
terminamos ponchándonos, nadie ha logrado recibir una base por bolas en el
juego de la vida, mis ahorros espirituales han representado el mejor remedio
conocido hasta ahora contra la muerte, seguir
envejeciendo.
Mis ahorros han crecido sin cesar desde
que tenía ocho años en Los Teques. Hasta mis grandes pérdidas, como han sido la
muerte de algunos de mis más queridos amigos, Antonio Pasquali, Alberto Quirós,
Pedro Pick, Julio Barroeta y la de todos mis tíos, mis padres y hermana, se han ido transformando en recuerdos que utilizo
para enfrentar la soledad, uno de los grandes enemigos de la ancianidad. En su
“Elogio de la Vejez” Herman Hesse decía que
sus imágenes de los amigos iban adquiriendo una “dimensión diferente.
Personajes que ya no están sobre la Tierra siguen viviendo en nosotros, nos
pertenecen, nos hacen compañía…”. Yo así lo siento y, más que significar esto una
insalubre regresión, creo que
significa que los he incorporado
a ellos y a lo que ellos han representado para mí a lo que Ortega y Gasset definía como el “Yo”. Los ausentes se han hecho parte de mí y sus
recuerdos forman parte importante de mis ahorros en el Banco de la Felicidad. Porque,
como decía Thornton Wilder al final de su novela “El Puente de San Luis Rey”,
existe un puente entre la tierra de los vivos y la tierra de los muertos y ese
puente está hecho de recuerdos y amor.
Otras importantes fuentes de bienestar interior han sido la música clásica
y la ciencia ficción, ambas como mandadas a hacer para el día a día que nos
impone la crisis. Ellas representan excursiones diarias, más que fugas. En
materia de música clásica la selección es infinita, desde la elegancia de los
franceses hasta la melodía de los rusos y el ritmo de Billo Frómeta. En ciencia
ficción me he concentrado en la obra de Jack Vance, quien fue un mago de las
palabras, cuya fértil imaginación creó mundos poblados por las más diversas
sociedades, con culturas extrañas que comparten costumbres arcaicas con sofisticados
adelantos técnicos y ofrecen al lector horas de especial deleite.
No sé hasta qué punto esto pueda ser de alguna ayuda a otros, ya que cada quien tiene sus propias vivencias,
las cuales moldean su Yo y representan sus armas muy particulares para
enfrentar tiempos azarosos. Creo que lo rescatable aquí es el concepto de
ahorros en el banco de la felicidad. Todos los tenemos, algunas veces no nos
damos cuenta de cuan significativos son.
Siempre serán de inestimable ayuda para navegar con éxito los mares tormentosos.
5 comentarios:
Excelente y muy sentido recuento de tus vivencias Gustavo. A medida que pasa el tiempo, creo que se vuelven más importantes para nuestro tiempo sobre la tierra. Gracias por tu mensaje.
Un gran saludo para este amable anónimo
De igual manera, muy elocuente ilustrado lo que podemos comparar la vida y la conección con los muertos ya, además de un puente formado de recuerdos e imágenes/fotos, son esos elementos que representan, el último lugar real de cercanía y contacto físicamente, como el cementerio, y si nó, meros recuerdos gratos vividos.
Algunos percibimos la vida con más significado.
Otros por alguna razón y de mas huecos sentimientos, no viven la vida tan intensamente.
Yo pasé mucho por muchos géneros y tipos literarios y de ciencia ficción. Actualmente los libros son de apoyo de estudio temático en avanzada en lógica, filosofía, etc. Los libros de aventura han pasado a coleccionar algunos de interés para un uso futuro. Las películas Netflix, youtube, etc. toman mucho de mi tiempo!
Las manualidades de algún tipo han sido demostrables de que tienen mucha utilidad en el saneamiento de nuestras mentes y corteza cerebral.
Una mente activa así amplía su intelectualidad, a costo de menos tiempo para producir algo de dinero. My publicación ha sido sub valuada grandemente.
Paso a ampliar y sigo a la meta de el máximo desarrollo en funciones mentales del uso de las ideas y lenguage combinado con las Ciencias afines en sus últimos avances. Todo de mucho que los seres humanos y Ciencia cree, y todo lo que creen altamente demostrable erroneamente(mas falacias). Abriendo el camino a espectros mas amplios del analisis y lógica. No dedico suficiente tiempo a ésto. Pero creo lograr mi libro No. 2 (none logic .com) de mucha más avanzada, a un nivel muy actual y futuro.
Comparto mucho su intelectualidad.
Kindle (amazon) para PC, Cloud amazon login, android app, permite alcanzar mas libros de lectura. Hoy pedi este libro : Consciousness and the Brain: Deciphering How the Brain Codes Our Thoughts
by Stanislas Dehaene.
Mi mas recien libro de Michael Gazaniga, fue ganado por otros autores con estudios publicados mas veraces y lógicos.
Perdoneme, pero el oleo de este post, parece mas a una foto! Es muy especial.
Gustavo, si tienes oportunidad, por favor compra estos audiolibros en la tienda Amazon, es muy fácil escucharlos ya sea en tu teléfono o laptop o tableta:
Solo tienes que ir a "Audiolibros" y allí están los dos en Español.
- Carlos Santana, "El Tono Universal, sacando mi historia a la Luz" escrito por Carlos Santana en colaboración con Ashley Kahn.
y
- "Steve Jobs", biografía por pedido personal de Steve Jobs al historiador de Harvard, Mr. Walter Isaacson. Si bien Jobs cooperó con la elaboración del libro, pidió no tener ningún control sobre los contenidos (excepto la tapa), y renunció al derecho de leerlo antes de ser publicado.
No es posible prestarlos sino con mucho gusto te los enviaría por email.
Por el tono de tu mensaje de hoy, sé que te van a gustar mucho.
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