Dos notas sobre blandura democrática

1.   El manifiesto de los 500

2.   La opinión de José Guerra

1.   EL MANIFIESTO DE LOS 500

Una carta firmada por 500 personas de diferentes países dirigida al gobierno de los Estados Unidos pide el cese inmediato de las sanciones económicas y financieras “en contra de Venezuela”. La lista de firmantes tiene pocos nombres reconocibles, algunos tan improbables que parecieran ser producto de la imaginación. Aquellos que conocemos tienen, casi todos, con muy pocas excepciones, una identificación con el régimen que ha arruinado al país durante los últimos 20 años, aunque se auto-definen como opositores. Entre estos llamados “opositores” podemos ver a Enrique Ochoa Antich, Felipe Mujica, Héctor Navarro, Ana Elisa Osorio, Gustavo Márquez, Juan Barreto, Henry Falcón. Algunos de ellos han sido funcionarios del régimen durante la etapa chavista y uno que otro mencionados por actos de corrupción. Los ex - funcionarios chavistas marginados por Maduro se definen ahora como “chavistas originarios” y “opositores”. Falcón, Mujica y Ochoa Antich, entre otros, forman parte de un grupo de aspirantes a integrar una especie de gobierno de Vichy durante la segunda guerra mundial, colaboracionista de los nazis. Entre los firmantes están también Eduardo Semtei, quien dice  ser de los Estados Unidos de América y los anfibios hermanos Villegas, ver lista completa en  https://www.aporrea.org/actualidad/n354043.html.

La carta contiene párrafos como estos:

Sr.
Donald Trump

Presidente de los Estados Unidos de América

Quienes suscribimos, opositores al gobierno de Nicolás Maduro, nos dirigimos a usted a fin de exigirle, en estos graves tiempos de pandemia, la suspensión inmediata de las sanciones económicas y financieras adoptadas por su administración en contra de nuestra república y promovidas por algunos factores en Venezuela y por varios gobiernos del continente.

Nuestra nación viene atravesando desde hace años una severa crisis económica provocada por erradas políticas oficiales, lo que a su vez ha ocasionado un deterioro sensible de las condiciones alimentarias y de servicios, en particular tres que atañen directamente a la lucha contra el COVID 19: el sistema público de salud, el de suministro de energía eléctrica y el de distribución de agua.

La carta habla de sanciones económicas y financieras “en contra de nuestra república”. Esto significa que los firmantes apoyan al régimen de Maduro puesto que, de otra manera, no hablarían de ese régimen como representante de la república. Las sanciones están claramente dirigidas a acelerar la salida del poder de la pandilla criminal que ha usurpado el poder y que mantiene como rehén al pueblo venezolano. El gobierno legítimo de Juan Guaidó y la inmensa mayoría del pueblo no se oponen a las sanciones, las cuales no impiden la llegada de ayuda humanitaria al país. Todo lo contrario, el impedimento a esta ayuda proviene de la acción criminal de la pandilla chavista/madurista.

La carta menciona el caos de la electricidad, del agua y de los servicios de salud y le atribuye la responsabilidad por este caos, como debe ser, al régimen de Maduro. No se mencionan las sanciones como causa de este caos. No pueden mencionarlas porque sería una descarada mentira. Quienes como Ochoa Antich, Mujica y Falcón, entre otros firmantes, se sientan y se abrazan con los criminales del régimen han guardado silencio frente a los crímenes, abusos de poder y corrupción de la pandilla con la cual hoy coexisten y a la cual hoy apuntalan con iniciativas como esta.

Da vergüenza ver esta obscena demostración de servilismo. La fuerza de la ideología los enceguece y los lleva al colaboracionismo, pretendiendo unos, creyendo otros, que al firmar esta carta se ponen al lado del pueblo venezolano. 

2.   LA OPINIÓN DE JOSÉ GUERRA

José Guerra declaró recientemente que él no deseaba ver a Maduro y Cabello en la cárcel sino compitiendo democráticamente por el poder. Consideramos extraña esta declaración ya que creemos que a José Guerra le animan las mejores  intenciones y su labor en la oposición ha sido muy meritoria. Pero su declaración sobre Maduro y Cabello da la clave del por qué los tiranuelos venezolanos llegan y  se mantienen en el poder con tanta facilidad. La razón es que los demócratas venezolanos poseen una visión errónea de lo que significa la solidaridad. Hace poco lo dijimos en un escrito en este blog, ver:  http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2020/03/el-falso-sentido-de-solidaridad-como.html y esta declaración de Guerra lo confirma.

Los crímenes cometidos por la pandilla chavista/madurista en los últimos 20 años no pueden ser perdonados. Sus principales cabecillas merecen la pena máxima que las leyes venezolanas le permitan aplicar y muchos de ellos, incluyendo a los mencionados por José Guerra, merecen ser extraditados a países como los Estados Unidos, cuyo sistema de justicia permite la cadena perpetua. Maduro y su pandilla, incluyendo muchos de  los chavistas “originarios”, son igualmente responsables de la ruina venezolana y de los centenares de prisioneros, miles de muertos y millones de exiliados.

Apreciado José Guerra: estos criminales no tienen perdón. La realidad es la opuesta a la que mencionas. Si no hay aplicación de justicia, es decir, prisión para estos bandidos, entonces si habrá venganza.

Porque la venganza aflora cuando la justicia no actúa.

En 1992 muchos demócratas venezolanos pidieron el perdón para Chávez y sus cómplices y el Presidente Caldera los complació y, luego, en 1999, guardó silencio cuando Chávez, en su juramento presidencial, prometió matar la “moribunda” constitución de la cual Caldera había sido promotor y defensor.

 Los silencios y arrumacos del pasado permitieron las tragedias de hoy.  De igual manera las blandenguerías de hoy permitirán las tragedias del mañana.