A medida que nos acercamos al momento
de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos se hace cada vez más aparente para los
millones de electores no contagiados por
la pandemia del fanatismo que la elección tendrá que ser entre una continuación
del camino que ha marcado Donald Trump, el cual conduce al manicomio y un
desvío de ese rumbo liderado por Biden, hacia una senda caracterizada por el
desmantelamiento del trumpismo y por una
mezcla de políticas económicas y
sociales de corte “socialista”, vía que parecería conducir a un sanatorio a un
país severamente afectado en su vida emocional.
Para las mayorías estadounidenses
ninguna de las dos alternativas luce ideal. De un lado, Donald Trump, ya ampliamente conocido
por el país con sus defectos y del otro lado , Joseph Biden, parcialmente
conocido por su actuación como vicepresidente durante la administración de
Barack Obama pero no conocido todavía como jefe de estado.
Las dudas sobre quien es Donald Trump prácticamente
han desaparecido durante estos cuatro años en los cuales ha sido presidente de
los Estados Unidos. Quienes votaron por él en 2016 y lo han visto actuar han
tenido amplia oportunidad para confirmarle su apoyo o arrepentirse de haber
votado por él. Para estas nuevas elecciones Trump no ha presentado, que
sepamos, una plataforma electoral formal. Parece claro que lo que propone Trump
es seguir siendo Trump, con todo lo que ello significa para el futuro del país
y –dada la importancia de los Estados Unidos – para toda la humanidad. Su
plataforma electoral puede reducirse a una frase: Seguiré siendo Trump y, si
gano, seré más Trump que nunca.
¿Que puede esperar el país y el mundo
de su re-elección? Una profundización de lo que han sido estos primeros cuatro
años. Sin juzgar el valor de sus políticas, ellas han exacerbado las
diferencias entre los estadounidenses, han dividido al país entre “patriotas” y
globalistas; entre conservacionistas y quienes no creen en el calentamiento
global; entre nacionalistas e internacionalistas; entre “progresistas” y “supremacistas
blancos”; entre quienes usan mascarillas como protección contra el virus y
quienes las consideran dañinas; entre quienes guardan distancia social y
quienes celebran fiestas para infectarse; entre quienes escuchan al Dr. Fauci y
quienes escuchan al presidente; entre quienes usan carbón y quienes usan
energía solar. En fin, sus políticas y actitudes han generado una radical
escisión ciudadana que va más allá de lo nacional para extenderse al planeta. Ninguna
presidencia había polarizado tanto a la nación estadounidense. El bipartidismo
que existía en presidencias pasadas, como en los tiempos de Reagan o de
Kennedy, ha desaparecido para dar paso a una agria y perenne confrontación.
Esta agria y perenne confrontación
está motorizando el escenario electoral de 2020. La plataforma electoral del partido demócrata
que conocemos, aunque no formalmente aprobada todavía, existe como documento de
unas 80 páginas, ver: https://www.demconvention.com/wp-content/uploads/2020/07/2020-07-21-DRAFT-Democratic-Party-Platform.pdf. Al leerlo
es aparente que ha sido el producto de negociaciones intrapartidistas entre el
candidato Joseph Biden y el derrotado pre-candidato Bernie Sanders. El
documento está significativamente influenciado por las ideas “socialistas” de
Sanders. Escribo “socialistas” entre comillas porque este es un término
adulterado por el fanatismo extremista (como ha sido adulterado el término
“bolivariano” por el fanatismo extremista venezolano) y no creo que ya sea posible utilizarlo
libremente sin condicionar de cual socialismo se trata. Por ejemplo, parece
existir un socialismo a lo escandinavo y un socialismo a la cubana. Fidel Castro,
en sus últimos meses de vida, dijo que para él no había diferencia alguna entre
socialismo y comunismo, que eran la misma cosa y que – en Cuba – ese sistema
había fracasado. En contraste, en los
países escandinavos existen políticas “socialistas” de significación, es decir,
de protección ciudadana por parte del estado, las cuales coexisten con un
exitoso sistema capitalistas y una buena dosis de sentido común. Aunque el “socialismo”
a la escandinava ha sido objeto de críticas que lo consideran un mito, ver, por
ejemplo: https://fppchile.org/wp-content/uploads/2016/03/El-poco-excepcional-modelo-escandinavo.pdf,
lo cierto es que ese es el “socialismo” que
los demócratas dicen apoyar para los Estados Unidos. El trumpismo rechaza esta
pretensión y habla de un intento de los demócratas de ir abiertamente al
comunismo, con todo lo que esto significa en términos de pérdida de la
democracia y de la libertad.
La plataforma electoral del partido
demócrata que comentamos está esencialmente basada en: (1), el desmantelamiento del aparato político construido
por Trump, eliminar todo lo que Trump había montado, de la misma manera que
Trump basó sus políticas en desmontar todo lo que Obama había montado y, (2),
acentuar el componente “social” de las políticas de estado en lo relacionado
con educación, salud, impuestos, ambiente, raza, inmigración y otros temas fundamentales para la vida en
común.
En mi apreciación, esta plataforma
electoral del partido demócrata tiene demasiada influencia de Sanders. Creo que
Biden no estará obligado en lo absoluto a aprobarla, ya que está claro que él
ganó la candidatura presidencial, no Sanders. No hay duda, sin embargo, que la
presidencia de Biden se vería influenciada por la presión radical del grupo
Sanders.
Yo debo decir, en este punto, que no
me gusta Sanders ni lo que él representa. Aunque él insiste en que su
“socialismo” es a la escandinava y no a la cubana, ha exhibido históricamente
una admiración malsana por Castro y por Chávez.
Considero esa admiración incompatible con la vida en democracia y en
libertad.
En todo caso, esa parece ser la mesa
que estará servida para noviembre de este año. Las dos alternativas presentan
un riesgo y son, tristemente, un reflejo de la declinación social y política estadounidense.
¿Podrá este maravilloso país recuperarse
para llegar a ser, de nuevo, faro de libertades, de sensatez, de aquellas
cualidades de sus gentes que tanto
admiró De Tocqueville, lo que él llamó “las costumbres del corazón”?
19 comentarios:
Sr. Coronel, muy interesante su escrito como es de costumbre. Sin embargo, tengo la siguiente duda.
Usted escribe: “….De un lado, Donald Trump, ya ampliamente conocido por el país con sus defectos y del otro lado , Joseph Biden, parcialmente conocido por su actuación como vicepresidente durante la administración de Barack Obama pero no conocido todavía como jefe de estado … “
Le agradeceria si pudiese aclarar que es lo que ha hecho Biden, no sólo por su “actuación” como vicepresidente, sino también en las décadas de su vida pública en el congreso y el senado. Hasta ahora no he podido conseguir mucho, sino solo aspectos negativos como que se ha enriquecido sin tener un trabajo verdadero que justifique sus millones, o de que ha mentido en cuanto a la supuesta autoría de libros o de logros y que luego ha tenido que retractarse cuando le descubren las mentiras; todo éso y muchísimo más, aparte de que se ha hecho muy evidente que ya se encuentra en principios de senilidad. Ahora él acaba de decir que nunca se ha sometido ha exámenes para demostrar esto, luego de haber dicho hace algún tiempo atrás que si se sometía a los exámenes con mucha frecuencia.
Como dice usted, a Trump se le conocen sus defectos, y al parecer a Biden también. Pero logros como que no hay muchos, pero bueno a lo mejor estoy equivocado. De ahí la solicitud de la aclaración.
Biden ha preseleccionado 4 mujeres negras comom posibles candidatas a vice.
Kamala Harris, progressive
Val Demmings
Susan Rice
Karen Bass, extrema izquierda, quien le ha asegurado a la comunidad cubana que no es comunista ( historia que cubanos y venezolanos conocemos muy bien por Fidel y Chávez)
De las cuatro, la peor Bass. Ojalá no elija a Harris, mucho menos a Bass
Estados Unidos, como van las cosas, tendrá la primera mujer, negra, como Presidenta. Yo creo que Biden no termina, de ganar, el primer período. Y si elige como compañera de fórmula a Bass, ay papá. Se terminó de joder el gran país.
Esto si no es que se termina de embochinchar antes de noviembre. Yo creo que Trump está cuesta arriba, o cuesta abajo en su rodada, como en el tango de Gardel.
Sus errores y el posicionamiento de la izquierda parecen definir el futuro
El hecho que Biden se limitó a seleccionar a una mujer para la vicepresidencia, y que la izquierda ahora le presiona para que sea una negra, dice mucho de su supuesta presidencia. Por ningún lado se menciona a la meritocracia.
Además según los últimos comentarios de los que están enterados dentro del círculo que le rodea, parece que los que lo manejan están asustados con su comportamiento en privado y que por eso es que no lo sueltan en público o está muy resguardado con la excusa de la pandemia, porque la demencia que padece como que está llegando a un punto crítico.
Los asesores quieren impedir a toda costa la serie de debates con Trump. Creen que esto podria darle al presidente el segundo aire que busca ansiosamente
Como no le dé a Biden por buscar las camisas como a Diógenes Escalante...Asi si se la pondrian bombita al sector radical marxista que busca apoderarse de la Unión
Lo cierto es que ganando Biden, loquito o no, y por razones obviad dada la politica seguida por la Administración Obama y lo que ha mencionado el candidato demócrata, yel ounto más importante para quien sufre dentro de Venezuela -y fuera también-, es que se aleja aún más una solución a la tragedia venezolana. Cada voto por Biden es una palada de tierra en la tumba de Venezuela
Que tonteria es esa de escoger a una negra o una verde o a una azul para la vice presidencia!.
Para la vice presidencia hay que escoger a alguien en base a su capacidad, experiencia, moral etc, etc. No en base a su color(Que estupidez!), bien sea hembra o macho.
Despues de leer tu analisis de los dos candidatos, y en base a lo vivido los ultimos 4 agnos, para mi esta clarisimo que para que USA continue siendo lo que ha sido toda la vida, el candidato debe ser Trump, "a pesar de los pesares".
De acuerdo con el comentarista anterior, ya que de ganar Biden la izquierda radical marxista del partido demócrata, quien es que lo manipula jamás va a permitir que se toque a Venezuela ni con el pétalo de una rosa. Ya vimos esa película con Obama cuando la adoración era para los Castro y Cuba y esa era la política a seguir por esa administración.
Los venezolanos que tenemos la esperanza de que se nos preste ayuda para acabar con la tragedia de esta dictadura que nos tiene atrapados, aún y cuando no podamos votar aunque sea hablen con sus amigos o conocidos que sean gringos y que puedan votar, para que liguen que Biden no gane las elecciones de Noviembre.
Los demócratas son unos hipócritas de primera. Ahora resulta que el candidato-títere Biden acusa a Trump de ser racista, mientras que ese granuja estuvo como vicepresidente de Obama y no hizo absolutamente nada para cambiar de lo que acusa a Trump.
El dice que el sistema que representa Trump en USA es racista. Pero él, además de los ocho años que estuvo como vicepresidente y de las cuatro o cinco décadas en el congreso y en el senado, tampoco hizo nada para acabar con ese racismo del cual ahora acusa a Trump. Por lo único que se le conoce a Biden es por hacerse millonario, él y su familia, sin conocérsele ninguna otra profesión aparte de la de “hacer negocios” politicos.
Me parece que Coronel se quedó corto en su análisis de los dos candidatos ya que no se cansa de repetir de lo que en su opinión son los “defectos” de Trump pero no menciona para nada los de Biden. Lo único que dice es que Biden es conocido por su “actuación” como vicepresidente, pero que significa eso, cuales son los resultados de esa “actuación” de Biden? Yo creo que Biden no tiene el potencial para ocupar ese puesto ya que le queda muy grande, o como decimos por acá “ese es mucho camisón pa’ Petra.
Ramon Bracho
5 de Agosto del 2020
Los lectores de este blog están a la derecha de Coronel. Yo también. Y no es una critica sino más bien la constatación de un hecho.
Por lo que he podido observar este último comentario del 6 de Agosto es incorrecto. Quienes están a mi derecha no son mis lectores sino la mayoría de quienes comentan.
Esto parece ser una costumbre nuestra. Quienes están de acuerdo no comentan, quienes no lo están si comentan.
Respeto mucho los comentarios adversos. No me molestan, a menos que sean insultantes. Eso sucede pocas veces.
Invito comentarios de lado y lado.
Por cierto, repito que me considero un republicano colocado cerca del centro. Conservador a lo Reagan, a lo McCain, a lo Colin Powell. Nada que ver con John Birch, McCarthy o el Ku Klux Klan o lo que llaman "White Supremacists".
Rechazo la conchupancia de la izquierda con Castro y Chávez, rechazo la conchupancia de la extrema derecha con el dictador turco, con el de Filipinas y con el de arabia saudita. No me gustan Bolsonaro ni López Obrador.
Estoy en el centro y lo digo con orgullo. De manera que debe haber mucha gente a mi derecha y mucha gente a mi izquierda.
En Venezuela estoy con Maria Corina Machado, no con Falcón, ni con Fermín, ni con Capriles.
Pido justicia ejemplar contra la pandilla chavista. Rechazo el diálogo con los criminales.
Buena observación, aunque me pregunto: cómo sabe que son sólo los que escriben quienes están más a su derecha?
Puede ser que haya algún estudio al respecto sobre este fenómeno de los comentarios mayoritarios de quienes adversan (no referido al blog sino en general) que yo dezconozco. Si fuera el caso y existe tal estudio y a eso es a lo que se refiere, le pido amablemente indique la fuente.
En principio, lo que dice tiene su lógica.
A ver, la observacion yo la enlazo, y mo sé si estoy errado, con la tendencia humana a la negatividad. La gran literatura, la novela especificamente, el teatro -empezando por Shakespeare- , la información periodística -bad news is good news-, el chisme personal, son todos negativos. Es, creo, algo atávico, el alerta para tomar acción y corregir. Allí puede estar la explicación a lo observado. No sé si me explico
Don Gustavo, cuando se vaya a votar en Noviembre, no hay un candidato que sea santo y puro como parece que sería su proferencia. Poco realista de su parte.
Hay dos opciones: Reelegir a Trump, que a pesar de sus defectos de hablar demasiado y que no es nada santo,logró recuperar la economía de E.UU. previo al ataque del virus chino, que en buena parte ha protegido al país de la entrada de inmigrantes ilegales y muchos malandros que trafican drogas y trata de blanca, que ha mejorado los acuerdos comerciales internacionales y limitado barbaridades como el acuerdo con Iran y el Tratado de Paris ambos desastres firmados por Obama. Resultados positivos para los americanos de a pie!
La otra opción es elegir un tipo limitado mentalmente que después de más de 40 años en cargos públicos, 8 de ellos como el segundo de Obama, no ha hecho un sólo acto positivo para EE.UU. y que contibuaría el desastre de la administración de su jefe Obama.
A ver si empieza UD a ser realista. Está claro que mejor es el primero que un segundo segundón de los socialistas que buscan acabar con éste gran país! Me recuerda a los tontos que votaron por Chávez pensando que éste tipo iba a mejorar a Venezuela en lugar de continuar con los partidos tradicionales. Los resultados están a la vista! Despierte!
Ud no lo va a convencer. Sabe que es difícil? Convencer a un adulto de tercera edad (eso no lo digo yo, lo dice la psicología) Imposible no es, pero es dificil. Por si acaso, soy tercera edad también y, por eso me siento con derecho a decir esto.
No sé si va a botar, perdón, votar por Biden o a abstenerse. De lo que ha escrito no puedo sacar conclusiones, aunque ataca a Trump.
Al anonimo anterior agrego que Trump eliminó miles de regulaciones que impedían el desarrollo de la manufacturas en el país, uqe logró aumentar la producción de gas y petróleo en más de 5 milliones de bpd convirtiendo a EE.UU. en un exportador de gas licuado y autosuficiente en productos del petróleo, que disminuyó el número de desempleo a cifras históricas especialmente en las minorías del país.
Biden ya prometió que va a detener la construcción de los muros con México, que va a detener la producción de gas y petróleo, que va a aumentar los impuestos entre otras medidas que destruirían la economía!
Lo opción está clarísima! Trump por 4 años mas!
No hay que olvidar del odio mortal que le tienen los demócratas y la mayoría de la "prensa" norteamericana al presidente Trump. Según lo que he leído mas del 90% de los artículos que escriben contra él son negativos.
Ello es evidente en las llamadas sesiones semanales de preguntas y respuestas de la Casa Blanca con los "periodistas". Si tienen chance de ver estos programas fíjense que la mayoría de las preguntas son ácidas y están diseñadas para mostrar a Trump en un ángulo negativo. Es evidente también que la mayoría de los que preguntan son demócratas disfrazados de "periodistas".
También es evidente que cuando los "periodistas" entrevistan a Biden lo que le tiran son puras bombitas y aún así lo que hace es tartamudear cuando responde demostrando evidencia de su senilidad.
Y que decir de la investigación en el congreso que le montaron los demócratas a Trump, incluso acusándolo antes de su inauguración como presidente. Con el llamado “Muller report" se gastaron una millonada de dólares de los contribuyentes para acusarlo de ser espía de Rusia, y de que se robó las elecciones, y perdieron todo ese tiempo en lugar de ocuparse de otros asuntos que fueran útiles, pero al final no pudieron demostrarlo. Ahora es cuando se está descubriendo la tracalería del partido demócrata para reconquistar el poder a como de lugar y destruir a Trump...
Yo, con mi ración de cotufas, espero y exijo los debates por TV, tradición en Estados Unidos desde 1960
Para los foristas es un lujo interactuar de tú a tú con una figura clave de nuestra historia petrolera, el profesor Gustavo Coronel. Muchas gracias por tu tiempo y dedicación.
https://www.youtube.com/watch?v=9zbGy95kjpE
Humberto Acosta.
Muchas gracias, Humberto. Muy generoso. Me intreresaa mucho interactuar conb los lectores de mi blog. Esa interacción complementa los mensajes que uno escribe en el blog, toda comunicación eficiente es de dos vías, aún cuando hay serias discrepancias.
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