UNA CARTA PARA LA SEÑORA DOÑA MISIA YANETH, DEL CNE.
Desde Washington.
Señora Doña misia Yaneth:
Con asombro primero y con indignación después fui leyendo sus declaraciones a Eugenio Martínez en El Universal, del 2 de agosto pasado, las cuáles aparecen bajo el título: “Vicepresidenta del CNE rechaza sanción a Ramírez”, acompañadas del pornográfico subtítulo: “Hernández asegura que el delito fue cometido por quien grabó el video”.
En primer lugar, Señora Doña, etc, , y antes de que se me olvide, déjeme decirle que sus declaraciones son inmorales y rastreras. Solo han sido superadas en desverguenza por las declaraciones de Hugo Chávez pidiendo que lo multen a él también, pidiendo que haya una colecta pública para pagar la multa de Ramírez y reiterando el carácter “rojo rojito” de la prostituida e infeliz empresa Petróleos de Venezuela.
Le reconozco coraje, señora Doña, para hablar de manera tan impúdica ante el país. Ello sugiere que usted : (1), es una persona a quien la opinión de sus compatriotas le tiene sin cuidado siempre y cuando sigan entrando los churupos o (2), cree, sinceramente, que la multa aplicada al futuro invasor y libertador de Bolivia no es procedente.
Veamos brevemente ambas hipótesis.
Si usted, señora Doña, lo hace por simple sinverguenzura, debo decirle que está en abundante compañía. Son legión los corruptos, genuflexos, invertebrados, aduladores, arrastrados, oportunistas y parásitos que acompañan a la revolución. Una más parecería no importar mucho. Hy una diferencia, sin embargo. La mayoría de la fauna mencionada trabaja directamente para el régimen, está comprada por el régimen para actuar así. Usted es funcionaria de un organismo que, según la vapuleada y moribunda constitución de 1999, debería ser independiente, apolítico, imparcial y, sobretodo, íntegro y honesto en su actuación. No se esperaría que la vicepresidenta de este organismo se presentara ante el país, con su cara muy lavada, a decir que el único culpable en este caso es el maluco ese que grabó el discurso procaz. Lo más criticable de su actuación es que, siendo la abadesa del CNE, usted no debería hacer el papel de madama de burdel. Eso es lo más criticable de su actitud, señora Doña, que como designada para defender la honestidad de la institución sea, precisamente, la encargada de pasarse esta honestidad por el paltó.
Ahora bien, si usted lo hace porque lo cree así sinceramente, debo decirle que sus argumentos son grotescos y serían mas que suficiente causa para despedirla en el acto, si estuviéramos en un país civilizado. Dice usted que “las actuaciones del Ministro Ramírez se encuentran enmarcadas dentro de la ley”. De cuál ley, señora Doña? Hay una constitución vigente que pone estas actuaciones del ministro totalmente fuera de la ley suprema del país. Según esta constitución que usted no parece haber leído jamás las instituciones del Estado y los funcionarios del Estado no pueden hacer proselitismo político en el ejercicio de sus funciones. Y si el libertador futuro de Bolivia no estaba en ejercicio de sus funciones, entonces que estaba haciendo? Tenía su casaca roja puesta, estaba hablándole a sus esclavos en el cloacal lenguaje oficial, con carajazos y todo. Díga usted, señora Doña, a quien le hablaba este personaje funesto cuando decía lo que decía, si no era a venezolanos bajo su influencia como empleador?
Dice usted que no se llevaba a cabo proselitismo político “porque Ramírez no estaba hablando en público sino dentro de las instalaciones de una empresa del Estado”. Encuentro este argumento cínico y rebosante de ignorancia. No le parece a usted que hacer proselitismo político puede ser efectuado tanto en público como en privado? No le parece a usted que es mucho más criticable hacer proselitismo político “dentro de los locales de una empresa del estado” que afuera? No puede ser aceptable su creativa idea de que el proselitismo político solo es posible en público. Usted escuchó las palabras que pronunció Ramírez? Eran o no eran una órden perentoria para votar por el presidente Chávez o ser sacados de la empresa a carajazos? No sea usted mediocre, señora Doña.
Finalmente, dice el informe de prensa, usted estima que el llamado de Ramírez constituye “lineamientos trazados por la máxima autoridad de dicha empresa para su personal de confianza, todo de acuerdo con las nuevas políticas a seguir para el óptimo funcionamiento de la misma….” Esto si el colmo! Nunca había visto desfachatez semejante a la suya. Desconoce usted los principios éticos más elementales que deben regir el funcionamiento de una empresa, ya sea publica o pivada, pero especialmente la pública, esa que debe pertenecer a todos los venezolanos y no a una pandilla. La extorsión implícita en las palabras de Ramírez, señora Doña, no puede ser jamás interpretada como “lineamientos gerenciales”, a menos que estemos hablando de la pandilla de Al Capone o de Alí Babá y sus cuarentas ladrones. Ni el más mediocre de los colaboradores de Chávez, ni Lara, ni Maduro, ni siquiera Rodrigo Cabezas, se había atrevido a convertir la extorsión y el abuso de poder en “lineamientos de política empresarial”. Esto va directo para el libro de Guiness, mi apreciada señora Doña.
Y remató usted la faenita diciendo que el único delincuente era “quien había grabado” el ignominioso discurso. Señora Doña, no se adonde se irá usted a esconder cuando estos bandidos salga del poder. Podía usted haberse quedado callada, ya que esta multa no será pagada por el libertador futuro de Bolivia. Se imagina usted a Ramírez metiéndose la mano en el bolsillo para pagar por algo que su jefe máximo (y único) ha dicho que estuvo requetebién hecho? No sea usted tan….. chavista. Todo esto es teatro y usted se apropió del papel principal en esta farsa. En un gobierno decente lo único que cabía era botar a Ramírez. No imponerle una multa simbólica y sin bólica, la cuál constituye una nueva afrenta para los venezolanos dignos. Su declaración infeliz figura ya en lugar prominente en la antología de la adulación venezolana, junto a las actuaciones de Cilia Flores y de Alfredo Toro Hardy.
Cierro con esta inmortal estrofa de Delpino y Lamas, el adulador estrella de Guzmán Blanco y fuente de inspiración para esta nueva generación de lambebotas, quien desde donde esté , debe estar contemplándola con los celos de quien se ve superado por usted:
Pájaro que vas volando
Sentado en tu rama verde
Llegó cazador, matóte.
Más te valiera estar duerme.
Propongo una “hernandiada” para homenajear a la señora Doña misia Yaneth, así como en su momento el humor popular venezolano llevó a cabo la gran “delpiniada”.
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