jueves, 2 de agosto de 2018

La diáspora venezolana analizada en el Diálogo Interamericano



El miércoles pasado se llevó a cabo en el Diálogo Interamericano, en Washington DC,  un evento muy concurrido sobre “Las Múltiples Caras de la Emigración Venezolana: Desafíos y Soluciones”. Fue presentado conjuntamente por el Diálogo Interamericano y por una nueva organización  basada en Washington llamada VISION VENEZUELA. Los expositores fueron Pedro Leyva, de la Asamblea de Cúcuta; Francisco Márquez de VISION VENEZUELA y Myriam Hazan de la organización de estados Americanos, OEA, actuando como moderadora Laura Porras, del Diálogo Interamericano.
Pedro Leyva, miembro de la Asamblea de Cúcuta, describió la situación que existe actualmente en la frontera entre Venezuela y Colombia. “Es una crisis humanitaria para Venezuela, pero también para Colombia”, dijo. “Aunque no hay una cuantificación confiable, se estima que cada día unos 25.000 venezolanos cruzan hacia Colombia por esta frontera”. Lo que hace crítica la situación, dice Leyva, es “que Cúcuta tiene la tasa de desempleo más alta de Colombia”. Sus instituciones de educación, seguridad y salud se encuentran “desbordadas” por esta crisis. Leyva se lamenta de que existan muchas ofertas de ayuda pero pocas o ninguna  materializan. Para Leyva la solución a este grave problema no puede ser de beneficencia o dádivas de naturaleza temporal  sino una solución social de más largo plazo, en base a la creación de nuevas industrias a lo largo de la frontera. En este sentido pidió más atención al desarrollo de industrias como la de la sábila en la región, lo cual generaría miles de empleos. Leyva dirigió sus palabras hacia el BID y la OEA y le imprimió a su planteamiento una gran urgencia. Advirtió que una masiva entrada de venezolanos a la región puede generar sentimientos de xenofobia o resentimiento entre los residentes, un fenómeno que ha sido frecuente en casos similares.
Francisco Márquez, de VISION VENEZUELA, mencionó la situación como de crisis sin precedentes en Venezuela. Dijo “Los venezolanos que están saliendo del país equivalen al 10-15% de la población”, lo cual es relativamente más grave que los movimientos de otros países de la región hacia el Norte. Además, continuó, es más grave por la rapidez con la cual está ocurriendo. Venezuela, agregó Márquez, “está en una situación de guerra” aunque ella no exista formalmente. Hay hiperinflación, hambre, carencia de atención médica, colapso de los servicios públicos, un regreso de enfermedades que se creían controladas para siempre como el paludismo, el sarampión y otras, las cuales presentan un riesgo significativo para la salud en la región. Márquez agregó: “Hay gente que camina 2 y 3 días desde el centro del país hacia la frontera, para salir”.  
“La diáspora venezolana es de una gran heterogeneidad, no solo de las clases medias y altas sino de las clases populares”. Hace pocos años, agregó, se encontraban venezolanos en pocos estados de los Estados Unidos, hoy hay venezolanos hasta en Hawái y en 49 estados de este país, exceptuando Vermont y Alaska (por el frío).
Myriam Hazan, OEA, dijo que la crisis está recibiendo una gran atención por parte de la OEA. La magnitud de la diáspora es significativa, unos 2. 2millones de venezolanos fuera de su país. Apenas en 2015 no pasaban de 700.000, hoy se ha triplicado el número. Los países más afectados por este fenómeno son los limítrofes, Colombia y Brasil, así como países como España, USA y Perú. A Perú están llegando miles de venezolanos cada mes. En Trinidad y Tobago se muestra un rechazo hacia los inmigrantes venezolanos, posiblemente – digo yo -  debido a su escasa capacidad de absorción. De los venezolanos que han emigrado apenas un 40% están en otros países en condiciones legales, un 60% en situación irregular. La diáspora venezolana presenta un gran desafío para la región, al mismo tiempo que una oportunidad para tratar de encontrar fórmulas eficientes de integración.
De las presentaciones quedó claro que existen dos procesos en marcha: uno es de una emigración por goteo, aunque acelerada y otra de refugiados, de naturaleza casi aluvional. El primer proceso está distribuido en muchos países de la región  y de Europa mientras que el problema de los refugiados se concentra en los países limítrofes como Colombia y Brasil y en algunos países donde los venezolanos han encontrado mucha capacidad receptiva, como Perú.
Estos dos procesos tienen características diferentes y las soluciones deberán también ser diferentes. El problema de los refugiados es de emergencia regional y debería ser atendido de manera primordial por la OEA, con el apoyo financiero del BID, de la CAF y de países con mayor capacidad de ayuda financiera como Canadá y USA. El proceso de diáspora es de mediano a largo plazo y no es uno que admita de soluciones simples. La experiencia de las diásporas de otros países sugiere que mucha  nunca regresa. El país que genera la emigración experimenta una pérdida temporal de talento pero, en el largo plazo, esta pérdida es recuperada por nuevas generaciones de remplazo. En paralelo, quienes salen del país en crisis, no solo enriquecen sus vidas y amplían sus mentes sino que se convierten en agentes de modernización al regresar a sus países o, si no regresan, contribuyen desde el exterior a cambiar las actitudes del país de origen, aquellas actitudes que generaron la diáspora. En un anterior escrito en este blog, ver : http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2018/07/aspectos-positivos-de-la-diaspora.html yo sugería que el proceso de crecimiento que experimenta el emigrante venezolano al vivir en países de cultura ciudadana superior a la nuestra se convertirá en un factor importante en el cambio actitudinal de la sociedad venezolana del futuro. Los venezolanos de las últimas cuatro o cinco generaciones han integrado una sociedad profundamente narcisista y parroquial, lo cual debe cambiar si el país quiere salir del atraso.
LO QUE EL EVENTO NO ANALIZÓ
El evento no estuvo diseñado para analizar las raíces generadoras de la crisis sino, más bien, sus manifestaciones. Es decir, se habló de la fiebre pero no del foco de  la infección. Se analizaron los síntomas más que la causa central de la enfermedad. Solamente el ex-embajador Timothy Towell, en su breve intervención como asistente, mencionó la causa de la diáspora y sugirió la curación: salir del régimen actual y remplazarlo por uno democrático y eficiente. Pudiera ser deseable programar otro evento para hablar de este aspecto de la crisis.
Felicitamos al IAD y a VISION VENEZUELA por este excelente programa.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pareciera que como un análisis de las consecuencias del desastre venezolano estuvo muy bien realizado. Ojalá que éste trabajo e intercambio se convierta en el comienzo de una búsqueda para la solución continental de la barbaridad que está pasando en Venezuela y se puedan tomar acciones concretas para buscar la salida del régimen y el comienzo de una recuperación que será lenta y dolorosa.
El nivel de destrucción en que ha incurrido el narco-régimen es insólito, y no se sabrá su verdadera situación hasta que se produzca un cambio político, y les aseguro que el pero pronóstico se quedará corto.
A ver si finalmente la OEA hace algo útil pues hasta ahora ha sido todo palabra y ninguna acción positiva. Hagan su trabajo!