( En foto: Rodolfo Sanz, Ministro, presidente CVG, presidente SIDOR, inepto en todo).
La CVG está muerta y ha estado muerta por algun tiempo ya. Muerta está una empresa que no logra obtener ingresos suficientes para cubrir sus gastos. No está quebrada porque sus activos aún poseen mayor valor que sus pasivos pero no tiuene flujo de caja, requiere de sistemáticas infusiones de dinero del Estado para seguir funcionando. Quien mató a la CVG? Hay que decirlo: la sociedad venezolana, en especial la de Guayana. Después de unos primeros años excelentes al mando de Rafaél Alfonzo Ravard y de Argenis Gamboa, la empresa cayó en manos del bipartidismo, AD-COPEI. Leopoldo Sucre, José Ignacio Acevedo, Celestino Martínez, Enrique Castells, Oscar Martínez, Héctor Soucy, Andrés López Robles, fueron los principales gerentes de esas etapas en las cuáles la CVG entró en progresivo deterioro, debido a la estupidez del liderazgo político, a la ineptitud gerencial y a la corrupción de una mafia politica-gerencial. Cuando estuve en la CVG, en 1994-1995, ya era una empresa financieramente irrecuperable. Venalum le debía a Edelca, Alcasa a Venalum, Fesilven a Edelca, Fesilven a Ferrominera, inclusive la casa matriz CVG le debía a Ferrominera. Una verdadera jungla de deudas inter-filiales.
El segundo grupo asesino de CVG fue el de las gobernaciones y algunos concejos municipales de la región, los cuales pretendían y todavía pretenden que la CVG les preste servicios gratis y les dé dinero. Gobernadores como Andrés Velázquez y alcaldes como Carmelo De Grazia fueron funestos para la CVG. Velásquez hasta llegó a auto-postularse para presidente de la empresa.
El tercer grupo asesino ha sido el sindical: Matancero y SUTTIS, así como FetraBolivar y FetraMetal han sido organizaciones politizadas o anárquicas, tal como sucede hoy en día con el sindicato de FerroMinera.
Otro grupo es el de los dueños de algunos medios regionales enquistados en la CVG a través de intermediarios, la Guardia Nacional, la UNEG y hasta la Iglesia, instituciones y sectores que han visto frecuentemente a la CVG como una vaca de ordeño.
Los empresarios, los altos burócratas, la gente influyente de la región, han contribuído a chuparle la sangre a la CVG, en asociación con los burócratas de la empresa y algunos extranjeros como Marc Rich y sus lugartenientes locales.
No es sorprendente, por lo tanto, que CVG esté muerta hoy. Ferrominera, una de las empresas con mejor flujo de caja en el pasado, está hoy contra las cuerdas. Tiene 6500 trabajadores y está construyendo 1600 casas para ellos pero no tiene con que pagar su deudas con los contratistas y los mismos obreros. A pesar de que pierde casi $20 dólares en cada tonelada de hierro y $23 en cada tonelada de briquetas que venden tienen la osadía de estarle pidiendo a Chávez $90 millones frescos para expandir la producción!! Esto lo dice, hasta con orgullo, el actual presidente de la empresa, Radwan Sabbagh.
El secretario del Sindicato de ferrominera, Rubén Gonzalez, alega que el presidente de la empresa es un mitómano, que mantiene a Chávez engañado. Las quejas que presenta en contra de la empresa son las mismas que tradicionalmente presentan los sindicatos de la zona cada vez que están peleando con la gerencia, que si los buses están en mál estado, que no pagan los salarios, que si el presidente les menta la madre a los trabajadores. Gonzalez habla el mismo lenguaje mafioso que hablaba Ramón Machuca en su momento.
Quien mató a la CVG? Fuente Ovejuna, señor. Todos deberían tener verguenza por este asesinato en gavilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario