Lo que es permisible y necesario
a nivel individual puede también ser permisible y necesario a nivel colectivo.
Ejemplo 1. Un padre de familia se
aficiona a la bebida y, cada vez que se emborracha, regala el dinero a conocidos y hasta a desconocidos. Que hace
la familia? Contempla la ruina creciente del patrimonio familiar sin
intervenir, porque el padre es un adulto que debe disfrutar de su libre
albedrío? O lo llama y toda la familia lo enfrenta con la situación y le exige
un cambio radical de conducta, o si ello no se produce, hace que un árbitro
(juez o policía) lo declare incompetente
para administrar el patrimonio familiar, antes de que sea demasiado tarde?
Ejemplo 2. Un chofer de autobús irresponsable e ignorante
maneja un vehículo lleno de pasajeros a alta velocidad, solo para impresionar a
una o dos pasajeras, pasa a otros
vehículos de manera arriesgada y conduce como un loco, mientras balbucea insensateces y se burla de los
pasajeros. Deben los pasajeros rezar y esperar el trancazo o sacar al chofer a
patadas del autobús?
Ejemplo 3. Un marido le pega a la
esposa de manera salvaje y nadie se atreve a intervenir, porque el agresor es
el esposo legítimo de la pobre mujer, tal y como consta en el certificado de
matrimonio expedido por el jefe civil de la localidad, por cierto compañero de
parrandas del esposo. Es el certificado de matrimonio suficiente autorizción
par que el tipo mate a golpes a la
mujer? Mientras los golpes se suceden uno trás otro, el cura párroco y un tío
del esposo se han ofrecido para facilitar un diálogo, el cual presumiblemente
haría al esposo renunciar a sus instintos agresores. Cuando los vecinos se
enteran de esta iniciativa del párroco y del tío, respiran tranquilos y no se
meten en el asunto. Que dialoguen! Mientras tanto, el tipo mantiene a su esposa
más golpeada que un pocillo de loco. Es esa la solución para la esposa mltratada?
Hay muchos más ejemplos de este
tipo que ponen a prueba la sensatez, la honestidad y dignidd de quienes ven el
bochornoso espectáculo sin atreverse a
intervenir para salvar vidas o patrimonios.
Un país se conduce de manera
similar. Todo país tiene un “padre”o un “conductor” o un “esposo”. Todos
quienes manejan un país tienen el deber de hacerlo bien, tal como un esposo
debe amar y tratar bien a su esposa, un
chofer conducir a sus pasajeros con responsabilidad hacia su destino o un padre
de familia cuidar con esmero el patrimonio familiar y hacerlo crecer, no
malbaratarlo.
Y, si eso no sucede, como no
sucede en Corea del Norte o sucedió en la Libia de Gadaffi o sucede en la Siria
de Asad o en la Cuba de los Castro o en la
Zimbabue de Mugabe o en la Nicaragua de Ortega o en la Venezuela del
malandraje, que pueden hacer los vecinos, la comunidad, la sociedad civil? Hacerse los desentendidos? Dejar que el
párroco y el tío faciliten un diálogo que no existe? Permitir que siga el robo,
el abuso, las prisiones arbirtrarias, las humillaciones, la injusticia? Es que
no hay una policía que pueda intervenir en este desastre? Es que no corre
sangre por las venas de quienes contemplan esta tragedia con indiferencia o
impotencia? Es que la esposa maltratada, los pasajeros aterrados, la familia
arruinada por el hamponato no deben gritar ya basta y tomar el contol de sus vidas?
La intervención es no solo
permisible sino necesaria. Si no se lleva a cabo no podremos quejarnos de
la ruina física de la esposa, de la
ruina material de la familia o de la ruina moral de los pasajeros, porque seremos
nosotros mismos quienes lo hemos permitido.
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