viernes, 14 de noviembre de 2014

Otoño, Hallacas y Chopin


Desde la ventana de nuestro apartamento...

En Virginia ya casi se nos va el otoño pero aun los árboles frente al apartamento donde vivimos muestran colores anaranjados y amarillo limón que alegran el alma. El otoño es uno de los regalos de la naturaleza del cual no podemos disfrutar en los países tropicales, un regalo de belleza que desafía toda descripción y hasta la evidencia fotográfica. En efecto, la foto no puede capturar la pureza del cielo, la frescura del aire, el canto de los pájaros, la sensación que  nos dice que la vida es hermosa y digna de vivir.  El otoño, junto con la primavera, el verano y el invierno, son mis temporadas preferidas durante el año.

Al mismo tiempo que el otoño dice adiós, se nos acerca la navidad, lo cual - para nosotros, - los venezolanos,  significa hallacas. Este año, un poco más temprano que de costumbre, mi esposa y yo nos lanzamos a hacerlas. Esta vez no contamos con la familia, hijos y nietos, todos inmersos en sus actividades profesionales o académicas, y nos aliamos con una pareja venezolana amiga, los Chaves (con “S” al final) para hacerlas. Hicimos unas 80 hallacas y unos 30 bollos, inevitablemente acompañados por los ritmos de la Billo’s Caracas Boys y rociados, al final de la tarea, con un excelente single malt escocés.  Hacer hallacas es una reafirmación de nuestra identidad cultural y un desafío al tiempo. El tiempo pasa pero las hallacas son eternas.


Antes de la ida del otoño hicimos una excursión al campo, a unas cascadas que quedan en Maryland. 


Cuando ya se hayan enfriado las hallacas y sus días en el congelador le hayan conferido su definitiva personalidad, llegará  la hora de probarlas. No podríamos ofrecerlas a terceros sin estar seguros de que son dignas de ser comidas. Una buena  hallaca presenta múltiples aspectos: la suavidad de la masa y el sabor navideño del guiso son, en mi opinión, los principales. Veremos que tal nos quedaron las hallacas 2014.
La línea de ensamblaje de las hallacas: Marianela, Gustavo, Milton. 
Gustavo, Marianela, Ingrid
La prueba de las hallacas requerirá de acompañante un buen MALBEC y, en el aire, un buen  Shostakovich, como por ejemplo, el segundo movimiento de su segundo concierto para piano o, el  larguetto del segundo concierto para piano y orquesta de Chopin. Este larguetto, en especial, tiene toda la delicadeza de una buena masa. Fué la obra de un Chopin casi adolescente,  su primer concierto para piano aunque lo llaman segundo, porque a los polacos les gusta enredar las cosas, un movimiento de una gran dulzura.  

El otoño, las hallacas y Chopin/Shostakovich constituyen un trío que proporciona una especial alegría de vivir.  Aquí les dejo el Larguetto: https://www.youtube.com/watch?v=Q_dSI0gVbp0, con Rubisntein, conduciendo André Previn, uno de los varios ex-esposos de Mia Farrow

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Al menos nos podemos comer las hallaquitas. La vaina en Venezuela está jodida:
Estas son las hipótesis que se barajan para explicar “la tragedia de Venezuela”: la rapiña de sectores del gobierno que controlan el acceso a los dólares, la ignorancia sobre la manera de controlar la inflación, el perpetuo cambio de funcionarios, que impide elaborar una política estable, y la ansiedad del presidente Nicolás Maduro por apaciguar a las facciones en el poder, dijo el periódico británico The Financial Times.

Parodiando el dilema del príncipe de Dinamarca, la política económica de Venezuela está planteada en los épicos términos de hacer o no hacer: ¿Devaluar o no devaluar? ¿Crear un sistema único de cotización de divisas, o no hacerlo?

¿Aumentar el precio de la gasolina, la más barata del mundo, u olvidarse de ello? ¿Vender Citgo o no venderlo? ¿Ir al default, o aguantar hasta que la estantería termine de caerse encima?

La publicación señaló que de acuerdo a Francisco Rodríguez, economista del Bank of America Merill Lynch, se barajan una serie de conjeturas para explicar la fenomenal debacle del chavismo.

He aquí las principales:
–La hipótesis de la rapiña. De acuerdo a sus postulantes, hay grupos que controlan “la asignación de dólares y de productos importados”. Esos sectores adquieren dólares en el mercado oficial a precios de gallina flaca y los venden a más de diez veces su valor original. Un mercado único de cambios, y una devaluación, disminuiría las fabulosas ganancias de esa legión de saqueadores.

–La hipótesis de un error en la táctica financiera. El gobierno de Maduro decidió hacer ajustes a través de las restricciones a la venta de dólares, en lugar de aceptar una devaluación. “En otras palabras”, dijo el periódico, “el gobierno subestimó los efectos inflacionarios de imprimir dinero, y exageró su capacidad para hacer cumplir el control de precios”.

–La hipótesis del desorden en el manejo de la administración pública. Allí se combinan los vertiginosos cambios en el tren ejecutivo, donde los ministros y sus subalternos saltan de una función a otra, “con la frecuente invención de nuevos ministerios, viceministerios y agencias gubernamentales”. Como resultado es imposible elaborar una política a largo plazo.

Rodríguez se mostró partidario de la última hipótesis. Dijo que en gobiernos tan desbaratados como el presidido por Maduro, “se pierde la capacidad de procesar y enfrentar problemas complejos”.

A eso se añade la lucha entre facciones dentro del partido de gobierno, “que ha producido un estado de crisis permanente, mientras Venezuela se hunde cada vez más en la desesperación económica, el legado de Hugo Chávez”.

La secuela de esa política o ausencia de política, es “la escasez, largas colas” para adquirir productos, y “una inflación galopante”. Y apenas se trata de los prolegómenos. Ya el Banco Mundial pronosticó que la economía se contraerá en un 2,9 por ciento durante el presente año. A eso se suma el derrumbe en los precios del petróleo, que han bajado en un 25 por ciento desde mediados de año.

Anónimo dijo...

Los únicos que todavía duermen tranquilos son los tenedores de bonos venezolanos. Tienen esperanzas de que no habrá un default, y que seguirán obteniendo, según Rodríguexz, “ganancias pornográficas” de más del 15 por ciento anual, alrededor de cinco veces más de lo que reditúan los bonos en economías más estables.

Pero tampoco los inversionistas deben sentirse seguros, alertó Rodríguez a The Financial Times. “Si bien muchos consideran que un default sería un error para Venezuela, dados los altos costos y los escasos beneficios para el gobierno”, señaló el experto, el caótico manejo de las finanzas por parte del chavismo no garantiza que el régimen se abstenga de incurrir en ese error.

The Financial Times concluyó con esta sentencia hamletiana; “Lo esencial reside en ser capaz, o en no serlo. Esa es la cuestión”.

Anónimo dijo...

Que Bueno ver a Milton y Ingrid en tan Buena compania, hacienda hallacas. Les deseamos todo lo mejor en estas fiestas navidenas. Desde Florida . Tambien eramos muy amigos de Emma Brossard qepd.
Saludos de Sylvia y David

Anónimo dijo...

Así es!

Estar en familia es algo que otros han sacrificado y no lo están en Venezuela! Están en cárcel o en el exilio!

Yo cometí el mismo error de 1.5millón de Venezolanos desplazados de Venezuela, desde el chavismo! Me preparé o tenía la alternativa del extranjero! Y YO NO ERA VERDADERO SANGRE VENEZOLANA SINO UN segregado "gringo" mas!

Pués esos 1.5 millón de Venezolanos no hicieron ningún sacrificio ni heroismo por Venezuela, y quizás muchos de ellos no podían!

El cahvismo critica el extranjero, y de allí que vienen sus burdos jets ejecutivos, y es allí donde estamos los demás que no queremos estar mas en ese burdo país! Ques despreciaron lo que los salvaría! Los Americanos!

Feliz navidad a todos!

Que San Nicolás les traiga muchos regalitos, ya que el Niño Jesús ni Cristo lo van a hacer!

Burdos católicos!