La única referencia, un tanto oblicua, que el narco-tío Nicolás Maduro ha
hecho sobre el arresto de sus sobrinos, uno de ellos hijo adoptivo, es de un
intolerable cinismo. Ha dicho:
“El imperio está entrando en fase de
desesperación total. Yo le hago un llamado al presidente Obama a que ponga
orden en sus organismos y órganos de poder que están rompiendo las reglas
básicas de convivencia entre Estados y países. Presidente Obama tome el control
de la política de su gobierno hacia América Latina y hacia Venezuela”.
Y agregó: “Graves errores de consentimiento
lo están llevando a usted presidente Obama, sé lo que le estoy diciendo. Pare
sus locos, amarre sus locos presidente Obama. Venezuela quiere paz y Venezuela
va a ganar la paz”.
Es decir, la acción de los investigadores estadounidenses
que culminó en la detención de sus familiares y en el allanamiento de una
lujosa casa de sus familiares y de un yate de $20 millones con kilogramos de
cocaína, es un acto de desesperación por parte de Obama. El cínico narco-tío pretende
que la ética se ponga de cabeza, a fin de que quienes trafican con drogas sean
las víctimas y quienes los capturan sean los victimarios, unos locos sueltos.
¿Quien es el loco?
Hay adulantes como Earle
Herrera, Tania Díaz y un tal Jesús Silva (APORREA) que alegan que la historia
es falsa y que, si es cierta, ello no mancharía a Maduro y su mujer, ya que no hay
culpa por consanguinidad. Nadie en su sano juicio va a
creer que el narco-tío no tenía idea de lo que ocurría. ¿Si mi sobrino tuviese
un yate de $20 millones y una casa al lado de la casa de Oscar de la Renta en
la República Dominicana sin tener ninguna explicación sobre el origen legítimo de ese
dinero, qué pensaría yo? ¿No me preocuparia si yo fuese el presidente de un
país cuya plana mayor ya ha sido indiciada de narcotraficantes?
Para rematar, los diarios
españoles ya hablan de una conexión de los sobrinitos apresados con Erick
Flores, otro miembro de la familita, quien es nada menos que Tesorero de PDVSA.
¿Quién es el loco?
1 comentario:
Gracias, Gustavo Coronel, por un artículo claro y directo al grano.
Maduro ha arruinado a Venezuela y la ha convertido en un narco-estado.
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