La mayoría de la opinión pública venezolana, incluyéndome, parece haber pensado que Antonio Ledezma fue a apoyar a Hugo Chávez en sus pretensiones de ingresar a Mercosur. Creo que la falta de información oportuna sobre lo que Ledezma dijo en el Congreso brasileño ayudó a formar esa impresión errónea. Todavía hay muchos quienes piensan que Ledezma sirvió de tonto útil para allanarle a Chávez la entrada a Mercosur. La verdad parece diferente pero, para entender lo que pasó, hay que leer el discurso de Ledezma ante el Congreso, el cuál no ha circulado mucho. Hubiera sido una buena idea que la oficina del Alcalde hubiese difundido un resumen del discurso con los puntos esenciales debidamente enfatizados. He recibido el texto del discurso de manos de Antonio Sánchez García y ello me permite aseverar lo siguiente:
1. Ledezma no propuso nada nuevo en Brasil sobre la entrada de Chávez a Mercosur que no estuviera ya contemplado en las regulaciones de Mercosur y sus protocolos asociados, tales como el Protocolo de Ushuaia. En efecto, Ledezma dijo que Venezuela debería ser miembro de Mercosur, siempre y cuando Chávez se ciñera a los valores democráticos que ha abandonado. En cierta manera, Ledezma estaba proponiendo esta entrada a Mercosur como una manera de obligar a Chávez a jugar limpio con la democracia venezolana y hemisférica. Sin embargo, ese punto esencial solo fue reportado de manera superficial, dando la impresión de que Ledezma estuviese pidiendo la entrada incondicional de Chávez a Mercosur.
2. Aunque la insistencia de Ledezma en su discurso sobre la vocación integracionista de Venezuela y la importancia de su presencia en Mercosur fue conceptualmente correcta, no contribuyó a iluminar su mensaje principista sino que lo oscureció un tanto, porque se parecía mucho a un apoyo a Chávez, sobre todo si visto fuera del contexto total de su discurso.
3. De especial importancia y valor en el discurso de Ledezma fue su tratamiento de la legitimidad de origen y legitimidad de desempeño, uno de los aspectos en los cuáles la opinión pública hemisférica está más confundida en relación con Chávez. Como bien apunta Ledezma en su discurso una cosa es la legitimidad de origen, derivada del acto electoral y otra cosa es la legitimidad de desempeño, la cuál solo existe si el presidente es fiel a los principios democráticos y a sus promesas electorales. Chávez es claramente un presidente ilegítimo, al haber traicionado los valores de la democracia y la confianza y el mandato que recibió de sus electores. Es un presidente ilegítimo al violar las leyes del país y los derechos humanos del pueblo venezolano. El discurso de Ledezma ante el Congreso brasileño fue una denuncia vigorosa del régimen chavista y no puede ser confundido, de ninguna manera, con una defensa del régimen.
4. Sin embargo la cosa se enredó un tanto cuando Ledezma dijo: “Propongo una fórmula, que es la fórmula de reconocer la necesidad de que el Estado venezolano se incorpore a MERCOSUR, pero condicionado a que el gobierno de Venezuela de garantías de adhesión, de respeto, de acatamiento a los protocolos que ya citamos, como el Protocolo de Ushuaia, la solución de controversias y los compromisos con terceros países”. Lo que se ha recogido del discurso de Ledezma, de la manera tan descuidada a la cuál somos tan adeptos en Venezuela, es la primera parte de este párrafo y creo que la oficina de prensa de Ledezma no ha hecho suficientes esfuerzos para poner las cosas en su lugar.
Quería decir esto, porque fui uno de quienes se sintió mál al oir la versión parcial de lo que Ledezma había planteado en Brasil.
1 comentario:
Ledezma hizo una separación entre la legitimidad de origen (el electoral) dándolo por bueno (prueba de ello es él mismo) y la legitimidad de desempeño, la cuál solo existe si el presidente es fiel a los principios democráticos y a sus promesas electorales.
Bueno, puestos a ver, realmente chavez cumple al pie de la letra sus promesas electorales en su segundo mandato, puesto que el proyecto político propuesto no es otro que la implantación del socialismo del S. XXI, (neocomunismo) y el acatamiento a los propios principios democráticos de ese socialismo que propone y que hace cumplir a rajatabla.
Todos sabemos que el comunismo jamas se rigió por conceptos ni principios democráticos, tal como occidente entiende la democracia, aunque paradójicamente, es aceptado y bendecido por la democracia para participar en la misma, luego dichos principios no estarán tan alejados entre si como concepto, ya que nada sería tan estúpido como para permitir en su seno la participación de la opción destructora del sistema que propone. Pero al parecer, la elección de la destrucción de la democracia o su modificación es una opción democrática válida para la DEMOCRACIA, siempre y cuando cuente con la suficiente legitimidad de origen, que Ledezma, en este caso, certifica.
Es decir, Ledezma no solamente NO denunció la ilegitimidad de origen (que deja en segundo término la legitimidad de desempeño), sino que se metió en honduras conceptuales democraticas de dificil resolución, actuando como el embajador perfecto de chavez, siendo la prueba viviente de la limpieza electoral,(legitimidad de origen) aunque ponga en duda el cumplimiento del proyecto anunciado (legitimidad de desempeño), argumento que se cae por su peso, dado el innegable cumplimiento de la adopción por Venezuela del socialismo del S.XXI con todo lo que ello implica,y aunque para ello el Sr. Ledezma haya tenido que traicionar frontalmente sus propias acusaciones de fraude electoral, que fue su bandera de lucha desde el 2004, realidad que tanto apoyo popular recolectó.
Es decir, Ledezma en Brasil actuó como embajador del régimen y garante de la legalidad de la sui generis democracia chavista, legitima de origen. ¿Por qué?
Usted me explique sus paños calientes ante este traidor, Sr. Coronel.
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