domingo, 1 de noviembre de 2009

La amable Venezuela que no volverá



JEFATURA DEL PUEBLO

Aquiles Nazoa.

En un pueblo cualquiera del interior de Venezuela, la mañana de un domingo. Acaba de formarse un pleito de gallera.

MELECIO: ¡No, no, usté me paga mi gallo! Eso lo arreglamos en la jefatura!
ULPIANO: Pero Melecio, chico, hazme el favor, ven acá, chico...
MELECIO: ¡No, señor! ¡Tú me pagas mi gallo es lo que es!
ULPIANO: Bueno, vale, está bien; vamos a la jefatura y ya está.
UNA MUJER: Ay, Dios mío, dígame ese hombre peleando con su compadre de sacramento a ver si le sale el diablo!
(Los de la disputa van a la jefatura con todo el pueblo atrás. La jefatura está cerrada. Tocan fuertemente al portón. Nadie contesta).
ULPIANO: Ahí tá, pues, la jefatura tá cerrada. Vamos a ver que me vas a hacer ahora.
MELECIO: ¿Cerrada? ¡Ya me vas a pagar mi gallo es lo que es.
(Vuelve a tocar al portón varias veces, con largas pausas entre llamada y llamada, esperando inútilmente que alguien conteste. A las mil y quinientas oyen adentro una voz lejanísima. Se entabla a través de la puerta, un diálogo a gritos, como los que se oyen junto a los ríos de una orilla a la otra).
LA VOZ: ¿Quién es...?
MELECIO: ¡Gente de paz!... ¿Ahí tá el jefe civil?
LA VOZ: ¡Tá pa los toros coliaos!
MELECIO: ¿Y el secretario?
LA VOZ: ¡Tampoco. Tá pa una telnera en la orilla del río!
MELECIO: ¿Y el polecía?
LA VOZ: ¡Salió pa ve un choque y no ha vuelto!
MELECIO: ¡Ah caracha!... ¿Y usté quién es?
LA VOZ: Yo soy el arrestao, pero no le puedo abrí porque me estoy bañando...
MELECIO: Ah bueno, mire, entonces ponga cuidao: cuando venga el jefe civil...
LA VOZ: Ajá...
MELECIO: ...Usté le dice que por aquí vino Melecio a arreglá un asunto de un gallo que me malogró mi compadre Ulpiano... Pero que como el no estaba aquí, nosotros vamos a seguí peleando y volvemos más tardecita, ¿yalosabe?
LA VOZ: ¡Bueno, no tenga cuidao!...
MELECIO: Bueno, muy agradecido.
(Se dispone a irse, pero...)
LA VOZ: ¡Mire!...
MELECIO: ¿Ajá?...
LA VOZ: ¿Usté me quiere hacé un favor?...
MELECIO: ¡Como no!...
LA VOZ: Ah bueno, mire. ¿Usté sabe ahí junto e la barbería del Tuerto Elías, esa casa ‘e tejas donde se la pasa un mochito en la puerta?
MELECIO: Sí...
LA VOZ: Entonces, mire: me hace el bien de avisámele allá a Encalnación Carrillo que Ismaelito está arrestao desde anoche, porque estaba pelao en el botiquín de la plaza y le quiebré la tutuma ‘e vidrio a la motorola... Y que me mande un pantalón, ¿sabe?, polque el que tengo es el de parrandeá...!
MELECIO: Ah bueno. Como a mi compadre lo van a arrestá de toas maneras por el inconveniente ‘el gallo, yo le digo que se lo mande con él ¿Yalosabe?...
LA VOZ: ¡Bueno!...
MELECIO: Bueno, pues.LA VOZ: Bueno...

1 comentario:

Profesora dijo...

QUE HERMOSURA DE PAIS Y QUE DESGRACIA QUE LO HAYAMOS PERDIDO. CUANTO ME DUELE'/