Coleopterus escarriensis, un Escarabajo coprófago
La fauna chavista interactua de manera incestuosa. Rangel entrevista a Escarrá mientras Escarrá le jala las bolas a Chávez. En la entrevista que la eminencia gris del régimen, José Vicente Rangel, le hiciera a Carlos Escarrá por Televén, este insigne jalabolas dijo lo siguiente:
“La procuraduría, como es en definitiva un órgano del poder ejecutivo; recibe las órdenes de Chávez, que es el presidente de la República, el Jefe de Estado y el Jefe de Gobierno (novio de la madrina y dueño de los bates). Y como nosotros estamos comprometidos todos en un proceso de transformación del Estado, y por eso hablamos de revolución, si tú tienes un presidente revolucionario, el procurador debe atender las directrices que en materia de revolución se den”.
Es decir, este personaje de triste aspecto de coleóptero mierdero, piensa que el procurador no es un funcionario público, al servicio de la nación, sino un servidor de Hugo Chávez. “Si el presidente juega yoyo, yo juego yoyo”, dirá muy complacido. Lo que él llama “compromiso” no es otra cosa que complicidad.
Escarrá no es el único que declara impudicamente su servil adhesión a un hombre. La llamada Luisa Estella, la que mientan Luisa Ortega, la que llaman Gabriela, el borrachín de la Asamblea Nacional, el difunto, el poeta Isaías, todo ese “menagerie” dice lo mismo: “nuestra lealtad es para Chávez, no para la nación”.
El día que Chávez esté en prisión, como el terrorista peruano Guzmán, ese día espero ver a toda su fauna incestuosa acompañándolo, todos vestidos de rayas, en lugar de estar “asilados” en Zimbabue, disfrutando de sus ahorritos.
1 comentario:
Está llegando al llegadero. Acosado por sus gigantescos errores y la absoluta inoperancia suya y la de su entorno. Sumido en una crisis económica, social, política y jurídica sin precedentes. Y acorralado internacionalmente por las más graves acusaciones que recibiera presidente alguno en la historia de América Latina, con la sola excepción de Augusto Pinochet...
Y saldrán a la luz pública los tortuosos negociados con el tráfico de estupefacientes, con los peculados de su entorno, con el saqueo a manos llenas de nuestros fondos. El suyo es un régimen que se pudre a ojos vistos. Su poderío se desmorona a pasos agigantados. ¿Aguantará hasta cuando? Es una pregunta que muchos venezolanos han comenzado a hacerse.
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