En las primarias: mi voto es por Machado

El Domingo 12 de febrero iré a votar por María Corina Machado para que represente a los sectores democráticos del país en la contienda electoral presidencial de octubre. Pero, quien gane ese día contará con mi voto en octubre, porque considero que cualquiera de los pre-candidatos representa una opción válida frente a la tragedia chavista. He oscilado entre Machado y Arria, con quienes me he identificado más. Ambos tienen grandes méritos y han hecho una campaña digna y muy activa. Los veo más decididos que otros de los pre-candidatos a romper con el chavismo, a no repetir el borrón y cuenta nueva que tanto daño material y espiritual nos ha hecho como sociedad.

El régimen de Hugo Chávez no ha sido un mál gobierno más. Ha sido criminal en todos los sentidos: robo, abuso de poder, manirrotismo, persecución de la disidencia, alineación con países y grupos forajidos del planeta, siembra de odio, ineptitud y mentira. Todo eso y más, todo ello eminentemente documentable. No veo nada salvable de la experiencia chavista. Hasta las misiones han sido contraproducentes porque han representado la única política social del gobierno y han tenido un impacto de corto plazo, el cual se ha evaporado en los últimos años. No ha existido el necesario complemento: una política estructural de educación, de salud, de seguridad y de infraestructura física. Las misiones han sido el equivalente de un pez al día pero no la enseñaza para pescar.

Pienso que uno puede adversar un mál gobierno pero tiene la obligación ciudadana de insurgir civicamente contra un régimen criminal. Mchado no solo adversa sino que insurge. Por ello y por qué ella forma parte de la Venezuela del futuro le daré mi voto.

Al hacerlo invoco el imperativo categórico de Emmanuel Kant. Lo siento como deber aunque nadie más lo haga. Esto, por supuesto, no es el caso. Creo que Machado obtendrá una votación respetable. Si no gana las primarias esa votación le dirá al ganador que el país ve en ella un activo que debe ser utilizado en cualquier nuevo gobierno democrático. Pienso que todos los pre-candidatos y algunos que se quedaron en el camino, como Antonio Ledesma y Oswaldo Avarez Paz, tienen un importante papel que jugar en la reconstrucción física y moral del país. Junto con la generación estudiantil que ha dado un bello ejemplo cívico, Leopoldo López, María Corina Machado, Henrique Capriles, Diego Arria y Pablo Pérez constituyen un núcleo duro que puede trabajar junto para devolverle la soberanía y la dignidad a Venezuela.