Analistas petroleros chavistas comienzan a entender el grave problema de Venezuela

Dos recientes escritos de analistas petroleros chavistas comienzan a apartarse un poco de la euforia creada por el régimen sobre la Faja del Orinoco y sus “mayores reservas probadas del mundo”, para mencionar riesgos futuros que los analistas de la oposición han estado señalando por bastante tiempo.

Carlos Mendoza Potellá

Uno de ellos, Carlos Mendoza Potellá, en: http://www.eljoropo.com/site/carlos-mendoza-pottella-potencia-o-botin-venezuela-una-pieza-en-el-ajedrez-energetico-global/ dice lo siguiente:

“En el año 2005, ya referido como fecha de inicio en Venezuela de un nuevo patrón de relaciones con el capital petrolero internacional,  el gobierno nacional comienza la promoción de una nueva estimación de los recursos de la Faja Petrolífera del Orinoco, para lo cual se encargó a empresas internacionales, especialistas en la materia, para la “certificación”  del porcentaje recuperable, en las condiciones tecnológicas y de precios vigentes, del “petróleo originalmente en sitio” (POES en la jerga de la industria). Los resultados de esa certificación arrojaron que en esos yacimientos se  encuentran “reservas probadas” de 260.000 millones de barriles, las cuales, sumadas a las reservas  existentes en las áreas convencionales, convierten a Venezuela en la depositaria de las primeras reservas de hidrocarburos líquidos  a nivel mundial. 298.353 millones de barriles, equivalentes al 17,7% de las reservas mundiales según British Petroleum en su Statistical  Review Of World Energy”.

Mendoza Potellá define estas cifras como “funambulescas”, es decir, grotescas o extravagantes. Apunta Mendoza Potellá que, de estas cifras extravagantes, solo un bajísimo porcentaje está desarrollado, es decir, asociado a existentes facilidades de producción y agrega que : “La magnitud de los recursos necesarios para desarrollar reservas suficientes para sostener una producción de 6 millones de barriles como la que se registra en los Planes de Inversión de PDVSA para 2019, son de una magnitud inalcanzable para las actuales posibilidades financieras de la Nación: 302.316 millones de dólares”. 

En esto de la imposibilidad financiera Mendoza Potellá tiene toda la razón y es lo que nosotros, desde el lado opuesto de la talanquera venimos diciendo hace tiempo: que los planes de la faja que mantiene PDVSA son ciencia ficción. Sin embargo Mendoza Potellá se queda corto y, al final, se le sale el chavismo obsoleto que nos mantiene en el atraso.

Se queda corto Mendoza Potellá,  porque el obstáculo para producir 6 millones de barriles diarios no es solo financiero. Es logístico, es gerencial, es de recursos humanos especializados, es ambiental, en fin es una total imposibilidad, aun si se tiene el dinero depositado en un banco. Hay que recordarle a Mendoza P. que generar una producción de 6 millones de barriles diarios para 2019 no solo significa generar el nuevo volumen sino compensar por la declinación anual de la producción existente, la cual monta a un 20% anual.  Hay que recordarle también que se necesitarían miles de pozos al año ya que los pozos de la faja tienen una producción promedio de unos 400 barriles diarios. Cuantos taladros, cuantos equipos, cuánta agua, cuantas casas para los empleados? Hoy en día Venezuela tiene 68 taladros activos en el país, cuando se necesitarían varios centenares.

Pero hay más. A Mendoza Potellá se le sale el chavismo patriotero cuando dice: “Insistir en esa meta solo tiene un colofón, compatible con los defensores de una apertura al capital petrolero internacional: dejación de soberanía, disminución de la participación nacional en tales emprendimientos. La pregunta es ¿y cuál es el problema? Un destino como el de Puerto Rico nos garantiza una nacionalidad norteamericana, de segundo grado, es cierto, pero que hace innecesarias las visas que provocan colas en la Embajada”.

Este complejito de inferioridad es el que ha hecho que el chavismo mantenga al país en el más profundo atraso. Para Mendoza, la  participación del capital privado en el desarrollo de la Faja sería “dejación de Soberanía, la conversión de Venezuela en otro Puerto Rico. En nuestro mundo la interdependencia es la norma. Nadie es  auto-suficiente. Por ejemplo, en Nueva York el aeropuerto Kennedy es manejado por una empresa holandesa y por consorcios de aerolíneas extranjeras o estadounidenses. Nadie dice que el mayor aeropuerto de los Estados Unidos “está en manos extranjeras y que ello va en detrimento de la soberanía nacional” u otra pazguatada (necedad) similar.  

Mendoza Potellá termina su escrito diciendo que “ las reservas petroleras venezolana, tales magnitudes, sean cuales fueren en definitiva, pueden ser presentadas como un patrimonio soberano que le confiere protagonismo al país en el ámbito energético y político global, pero también constituyen la base de todas las asechanzas geopolíticas de los centros del poder mundial contra nuestro país…..  Desde luego, todo eso tiene mucho que ver con los acontecimientos recientes en el Esequibo y el enfrentamiento  norteamericano contra las políticas venezolanas de soberanía e integración energética y, ¿por qué no? de promoción de una geopolítica defensiva, para ponerle un nombre, en Sur América y el Caribe. Unasur, Celac, Alba, Petrocaribe son expresiones de esos esfuerzos que convierten a nuestro país en un miembro integrado y solidario en su entorno geográfico, lo cual lo hace menos vulnerable a sucumbir ante los designios hegemónicos del poder mundial”.

De nuevo, al decir esto, sigue contagiado de la creencia de que somos una potencia mundial a la cual todo los demás países le quieren echar mano. En esta contemplación del ombligo los chavistas pierden un tiempo precioso. El mundo de la energía se está moviendo rápidamente en el sentido de los recursos menos contaminantes, más limpios. La presión conservacionista nos lleva al posible abandono bajo tierra de muchos de los recursos altamente contaminantes, entre los cuales se encuentran los petróleos extra pesados y bitúmenes de la Faja del Orinoco (si, señores, la faja tiene petróleo y bitúmenes). Otras fuentes de energía están abriéndose paso aceleradamente. La Faja no es ya la joven y bella Florinda del poema de Andrés Eloy,  sino una Florinda otoñal o hasta invernal cuyos pretendientes rusos, chinos o cubanos carecen de lo que ella necesita: dinero, tecnología y gerencia.    

Alfredo Toro Hardy

El otro analista es Alfredo Toro Hardy, embajador de Nicolás Maduro en Singapur y, anteriormente,  embajador de Hugo Chávez en USA, España e Inglaterra, así como embajador de Caldera en Brasil. En un buen artículo publicado en El Universal, ver:  http://www.eluniversal.com/opinion/150812/el-futuro-de-nuestro-petroleo Alfredo Toro Hardy (no confundir con su hermano José Toro Hardy), nos dice:

“Encabezamos la lista de los diez países con mayores reservas probadas en el mundo. Con un factor de recobro del 20% tenemos garantizada la extracción de 300 mil millones de barriles en la Faja del Orinoco. No obstante con los adelantos tecnológicos el factor de recobro podría llegar a 35%, lo cual se traduciría en una capacidad de extracción de 504 mil millones de barriles. Planteado en esos términos no habría razones para no ser optimistas de cara al futuro.
Las cosas, sin embargo, son más complicadas. El petróleo confronta tres conjuntos de amenazas. Primero, los avances en las técnicas extractivas que hacen económico al petróleo no convencional. Segundo, una expansión tecnológica en áreas diversas que converge en la sustitución del petróleo como matriz energética predominante. Tercero, la concepción y desarrollo de una logística que integra a los factores que persiguen la sustitución de la actual matriz energética. La primera de dichas amenazas se ha materializado ya con la competencia proveniente del petróleo de lulita La segunda de las amenazas enumeradas es inmensamente más grave. Allí el salto tecnológico se hace sentir con toda su fuerza por caminos distintos pero confluyentes. Algunos datos pueden dar idea de lo planteado. El costo de la energía solar ha caído en 85% desde el 2000, mientras el de la energía eólica (viento) ha caído en 85% desde finales de los noventa. En ambos casos se está replicando de cerca la Ley de Moore, identificada con la tecnología de la información, doblándose cada dos años la capacidad de la industria de la energía solar y cada dos años y medio la de la eólica. El Plan de Energía Limpia lanzado la semana pasada por Obama tiene inmensa significación. El mismo pone el acento en la energía renovable en un país que, hasta este momento, había basado su revolución energética en la industria del esquisto. La última de las amenazas planteadas se expresa por vía del proyecto de la "Tercera Revolución Industrial" que desde hace algunos años adelanta la Unión Europea. El mismo se apoya en cuatro pilares. El primero es el desarrollo intensivo de la energía renovable que para 2050 deberá representar 70% de su matriz energética. El segundo sería el de edificios que, en lugar de ser consumidores voraces de energía, se transformasen en plantas autónomas generadoras de energía (vía paneles solares u otras fuentes de energía renovable). El tercero sería el del almacenamiento de la energía obtenida por la vía anterior a través de la tecnología del hidrógeno. El cuarto sería el de una red eléctrica europea bidireccional  El reto es inmenso

Esta es una perspectiva totalmente diferente a la de Mendoza Potellá, porque está desprovista de ideología. Aunque comienza  repitiendo el mantra inexacto del chavismo sobre la Faja,  rápidamente entra a desmontar ese mito para decir que tenemos un reto inmenso por delante.

Y mucho me temo que el reto no será enfrentado por Venezuela en el corto o en el mediano plazo, cuando ya el daño esté hecho. Hasta los líderes de oposición están inyectados con el veneno de la Faja como solución, del mito del petróleo que todos quieren, lo cual les impide reaccionar y plantearse alternativas radicalmente diferentes al muerto en vida. Porque si: la Faja es ya casi un muerto en vida o lo será a corto plazo, sin que nadie piense en un rumbo diferente para nuestro desarrollo. El artículo de Alfredo Toro Hardy es bienvenido porque dice lo mismo que decimos quienes estamos del otro lado de la talanquera, con una diferencia muy grande: que a él si le pueden hacer caso Maduro o Cabello o Asdrúbal, si es que ellos leen o le leen.