Una Fuerza Armada degradada
Ese día, como decía Roosevelt sobre Pearl Harbor, vivirá en la infamia. Ese
día el traidor Hugo Chávez llevó bajo engaño a sus soldaditos a matar y a
morir. Fracasó, a pesar de que lo había estado planificando por
ocho largos años, bajo las narices de sus supervisores, tan complacientes como
indiferentes o cobardes. La Escuela Militar y la Fuerza Armada fueron tan laxos
en este sentido que un solo militar, un tal Teniente Coronel Santeliz, era el ideólogo
de dos golpes en gestación, uno de derecha y otro de izquierda, algo que parece
sacado de una opereta barata (ver libro del General Carlos Peñaloza: “El delfín
de Fidel”, página 184).
La cobardía y la ineptitud de Hugo Chávez llevó el golpe al fracaso pero la negligente
Fuerza Armada lo vistió de gala y le permitió hablar por televisión. El
Dr. Rafael Caldera lo defendió en el Congreso y, posteriormente, lo liberó de
ser enjuiciado, cediendo a presiones de probados demócratas venezolanos,
algunos de quienes pasarían a ser víctimas del sátrapa.
Toda esta comedia de errores y cobardías llevó a Hugo Chávez a la presidencia
de Venezuela en 1999, cuando juró sobre una moribunda constitución. La historia
quizá hubiera cambiado radicalmente si Caldera hubiera rechazado públicamente
este exabrupto. Nadie lo hizo en el momento. Y Venezuela se puso de rodillas
ante el insulto del sátrapa.
Lo que fue una matanza de venezolanos inocentes, lo que fue un acto de
engaño y cobardía por parte de Hugo Chávez, hoy es un día de “Fiesta Nacional”,
decretado por los miembros de la pandilla que tomó el poder en 1999. Se
glorifica hoy un acto de traición, apoyado por una Fuerza Armada prostituida y
narco traficante. Lo que existe hoy en día en Venezuela es una narco-dictadura militarizada y rapaz,
la cual desfila para conmemorar la traición, payasos llenos de medallas de
latón y vestidos como para el carnaval de Río.
Como ciudadano venezolano denuncio
esta aberración. Digo que los militares y los chavistas civiles que apoyan la
glorificación de este golpe absurdo son rastreros y adulantes sin honor. Lo que
declaran hoy Vielma Mora y Ernesto Villegas sobre este golpe indigno y sobre el
sátrapa Chávez da ganas de vomitar y refleja fielmente la baja calaña de una
gente cobarde y melosa, capaz de mentir con desparpajo para conservar su acceso
impune al tesoro público. Oír a Padrino López hablar sobre Chávez es constatar lo
bajo que han caído los militares venezolanos chavistas.
Vivirán bien, gordos como Juan Barreto, seguros como Padrino López, llenos
de privilegios como Villegas o de dólares como Vielma Mora, todos con grosero poder.
Los venezolanos dignos los ven como
parte de la antología de nuestra infamia.
3 comentarios:
Con esa foto se ve que en Venezuela hay caraduras y ridiculos de sobra. Pobre pais.
ver entrevista de MC Machado en la patilla el pasado viernes, ella esta clarita de lo que es hoy el pais y lo que hay que hacer tambie.
No olvides a Ochoa Antich que ahora sale diciendo que no que el es una inocenta palomita y a Santeliz. Ambos, Gustavo, estaban metidos en el asunto.
No hay mejor día que hoy para constatar el fracaso de esas plastas que acabaron con todas las instituciones del país que lucen hoy inútiles para brindar el servicio para el que fueron concebidas. Torcieron y desvirtuaron los principios morales y hasta la civilidad de muchos venezolanos. Desdibujaron el rumbo del país que hoy por hoy no se sabe en que pararía si estos incapaces corruptos lo siguen manejando.
Un desastre por donde quiere que se vea. Nada bueno aportaron esas basuras.
No he leído el libro de Ochoa Antich ni lo pienso hacer, entre otras cosas, porque ese general era un conspirador y fue uno de los responsables de que Chávez lograra dar el golpe de 1992.
Fue precisamente Ochoa Antich quien nombra a Chávez comandante del batallón de paracaidistas, a pesar de haber reprobado el curso de estado mayor.
Ochoa sabía del golpe y no tomó medidas, por el contrario, estaba jugando a ganador y buscar, como todos los golpistas arrastrados, una cuota de poder en el nuevo gobierno. Chávez fracasó; como era su costumbre.
Ese 4F92 algun dia sera conmemorado pero como la tragedia de Venezuela.
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