Lo de Chávez Abarca no Abarca a Chávez.

Cada vez que Chávez siente que va en picada sigue los consejos de Fidel Castro e inventa un intento de magnicidio. Ya va por el número 28. Esta vez secuestraron a un señor salvadoreño de no muy transparente trayectoria, para que a pocos les duela su secuestro, y se lo trajeron para Venezuela, donde Chávez rapidamente lo acusó de “querer matarlo”, probablemente porque le sembraron una caja de PLAGATOX en el equipaje.
Total, lo tuvieron unos tres días en Venezuela, nadie sabe donde y, sin juicio o garantía alguna, lo están enviando a Cuba, donde lo pueden asesinar si El Salvador y la OEA no intervienen para asegurarse de que sus derechos humanos sean respetados. La vida de Sánchez Abarca debe ser protegida por los organismos internacionales porque en la Cuba de los Castro la vida no vale mucho. Yo no se quien es Chávez Abarca y si ha cometido crímenes. Solo pido a la OEA que garantize que es tratado de manera civilizada.
Este sainete con ribetes trágicos, mediante el cual se usa a un ciudadano extranjero como cortina de humo para las crisis inmensas que enfrenta el régimen del malandro, es una prueba más de que el pueblo venezolano debe actuar con dignidad y expulsar a Chávez del poder lo antes posible.
Chávez Abarca aparentemente confesó todo lo que los cubanos castristas quisieron que confesara, utilizando sus conocimientos de electricidad con los cuales asesoran a Alí Rodríguez. Ya lo tienen detrás de la raída cortina de caña de azúcar (la cosecha ha sdo la menor de la historia cubana) y hay que asegurarse de que no es asesinado por los cubanos castristas que si saben de eso, porque ha sido su especialidad. .