Charles Rangel, congresante por el partido demócrata de los Estados Unidos desde hace 40 años y miembro del poderoso comité de finanzas del Congreso tiene un pequeño problema. Es corrupto. Claro, en términos de la Aasmblea Nacional de Venezuela no lo sería. Desde cuando es corrupción en Venezuela autopromocionarse desde el gobierno, no declarar ingresos al impuesto, pagar rentas subsidiadas, abusar de sus privilegios de congresante? Eso es lo que los malandros de la Asamblea Nacional hacen naturalmente. En USA son procesados. A Charles Rangel lo han acusado de 14 violaciones éticas y, a pesar de que es miembro del partido de gobierno, el tipo va a ser procesado. A los 80 años tiene una excelente oportunidad de ir a la cárcel y casi seguramente perdreá su escaño en el Congreso.
El Rangel venezolano también debe estar por los 80, también ha violado los principios éticos más elementales y es miembro prominente de una mafia enquistada en el régimen chavista. Más que el Rangel del norte, quien es un niño de pecho en comparación, este Rangel del sur ha sido palangrista y cómplice de las más grandes vagabunderías del régimen. Tiene, además, una familia que lo ha apoyado con entusiasmo en sus vagabunderías. A diferencia del Rangel del norte este Rangel del sur es intocable en el actual régimen. El dirá que para cuando llegue la democracia y la decencia de nuevo a Venezuela ya él estará junto a los grandes corruptos venezolanos que han pasado a mejor vida. Que importa? Dirá. Después de todo lo importante era vivir bien. De que vale morir con buena reputación si al cabo de unos meses o unos años de haber muerto se enderezan las cargas y todos somos uniformemente olvidados? Esta es la filosofía de los malandros y no es deleznable. Es simplemente inmoral.
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