Herman Escarrá y Diosa Canales: separados al nacer

Al verlos el parecido no es obvio. Donde la Canales tiene curvas Escarrá posee montañas. La Canales cuadra en un número atrasado de Playboy mientras que Escarrá parece escapado de un cuadro de Fernando Botero. Escarrá tiene más busto que la Canales y un peinado  bastante diferente. Entonces, en que se parecen? En que ambos están consumidos por el afán de notoriedad y serían capaces de cualquier cosa, léase cualquier cosa, para aparecer en los medios. Escarrá, más que al mundo del derecho y la política, pertenece al mundo de la farándula. Es un vedette.   En elecciones hace tienda aparte, no con el propósito premeditado de perjudicar a la oposición sino para hacerse notar. Tiene un grupo de “amigos de Escarrá” con cuya ayuda genera, de vez en cuando, boletines de prensa y da ruedas de prensa para discurrir sobre cualquier tema. Inicia un bien intencionado movimiento para traer a los exiliados de regreso al país, a pesar de que los exiliados se resisten a ser traídos o a ser objetos de medidas de gracia de un sátrapa, ya que no se consideran culpables de crimen alguno. La más reciente actuación de este fuerte competidor de la Diosa es su entrevista con el reputa..do periodista  José Vicente Rangel sobre el Estado Comunal. Con la certera intuición de quien busca llamar la atención Escarrá decidió hacer del Estado Comunal su tema de conversación. Para que no hubiese duda alguna sobre su posición decidió darla a conocer en un programa que, junto a La Hojilla, constituye el ultimo reducto de la patanería chavista. Y que dijo? Pués que el Estado Comunal es constitucional, que habría que debatir este tema en una constituyente, que es un mecanismo de descentralización y que no está conceptualmente relacionado con el comunismo. Escarrá es astuto al afirmar que el Estado Comunal puede ser conceptualmente ajeno al comunismo, puede tecnicamente favorecer la descentralización, puede hasta encajar, a los trancazos, dentro de la constitución actual (eso está por discutirse, pero no en una constituyente, por favor), a pesar de que sabe bien que la intención detrás de ese mamotreto no tiene nada que ver con objetivos de sana organización social. Lo que los venezolanos ven con claridad detrás de ese mamotreto es la intención chavista de convertirnos en otra miserable Cuba, en copiar modelos de organización social y política  que ya han fracasado rotundamente en los países donde se han implantado. En su desaforado afán de notoriedad Escarrá se ha convertido en un rotundo agente del régimen y lo hace, para que no haya dudas, en el programa bandera del hamponato chavista.   Herman é mobile, qual piuma al vento. El año pasado cantaba una canción muy diferente, no a dúo con José Vicente Rangel sino en Globovisión: “ las invasiones llevadas a cabo en el Municipio Chacao en la madrugada de este sábado son la consecuencia directa de un discurso presidencial vacuo, infantil y falta de contenido que está totalmente alejado de la realidad venezolana”. Y agregaba: “ El Presidente de la República como primer delincuente de la nación sabe que está violando garantías y derechos fundamentales... el Jefe de Estado no está en condiciones mentales de conducir a la nación”.   Sin embargo, y como decía Groucho Marx en broma, Escarrá parece pensar en serio que si no les gustó lo que dijo el año pasado, ahora dice esto otro: “Conceptualmente [el Estado Comunal] no está vinculado a la noción comunista, está conjugado en la organización del pueblo. Un planteamiento del comunismo o de un socialismo diferente, habría que hacer  una constituyente y que se produzca el debate como producto de un dilema”. Así, sin anestesia, Escarrá trata de vendernos dos productos diabólicos: uno, un estado Comunal, es decir, el caos social y político, y otro, una nueva constituyente. Hasta cuando seguirán dando guerra los Didalcos, los Escarrá, los Williamojedas del sub-mundo venezolano? Dberían ir a jalar escardilla, es decir, a trabajar, en lugar de seguir inventando formas de ganarse la vida sin el sudor de sus frentes *.       ·        Aunque de los tres el que más suda es Herman