Como se goza sufriendo.... lema del masoquismo con Nicolás
Por qué deseará alguien ganar la
presidencia de un país embruteciendo y abaratando los sentimientos del pueblo?
Por qué aspira alguien a liderar un país utilizando un lenguaje procaz,
exhibiendo una profunda ignorancia, promoviendo la superstición y la vulgaridad?
Que clase de persona es esta que apela a los sentimientos más primitivos de los
venezolanos para tratar de hacerse de la silla presidencial?
Muy mala opinión de los
venezolanos debe tener ese candidato que depende del chiste soez, el gesto grotesco y el acento cubanoide, para
tratar de cautivar a sus audiencias.
Nunca nos imaginamos que un candidato presidencial llevaría a sus mitines, como
apoyo, a un pobre diablo disfrazado de Chapulín Colorado. Quien hubiera pensado en oir a un candidato
decirle a grupos indígenas que quien no vote por él recibirá la maldición de Maracapana?
Valdrá la pena ganar la
presidencia prostituyendo nuestras instituciones, asesinando la majestad
presidencial, envileciendo lo que debería ser un digno diálogo entre un líder y su pueblo?
Quien tenga pretensiones de ser
presidente debe luchar para elevar intelectual y espiritualmente a sus
compatriotas, para sembrar en ellos el deseo de trabajar, de educarse y de
progresar en base al esfuerzo propio. No tratar de seducirlos con la limosna
que humilla u ofrecerles la compra de su voto,
unos más baratos, los de la gente más necesitada que se vende por un
saco de comida de Mercal, o algunos más costosos, los de la gente de uniforme
que presta sus armas a cambio de automoviles.
Ganar la presidencia destruyendo
valores y principios sería ganar una escaramuza pero perder la guerra, porque
lo realmente importante para un presidente no debería ser el poder sino la
oportunidad de contribuír a engrandecer a su pueblo. Bastante daño hizo el
difunto para que su amanuense venga a magnificar el desastre.
La tarea de un presidente es unir a su pueblo e
inspirarlo a que logre mayores niveles de progreso a través del trabajo, de la solidaridad y el respeto
hacia todos sus compatriotas. Cuando comparamos esta tarea con lo que ofrece el
candidato que se hace llamar el hijo del dfiunto es evidente que la brecha es abismal.
Este personaje es como un Churchill al revés que solo viene a ofrecernos
patanería, cursilería y corrupción.
Nicolás es el candidato del
masoquismo venezolano, quienes se regocijan con la tragedia del país porque ella
terminaría con sus enemigos, quienes “les quitaron lo que era de ellos”. Sienten
un perverso placer cuando se cae un Puente porque fue construído por los
escuálidos.
Los masoquistas rezan esta
letanía:
Ya se desplomó SIDOR: felicito
a Nicolás
PDVSA va hacia atrás, doy mi voto
a Nicolás
Explotan refinerías?, pues,
pálante Nicolás
Conversa con pajaritos: que brillante
es Nicolás
Petróleo para los Castro: muchas
gracias Nicolás
El disco del comandante: lo
repite Nicolás
Se irán para La Casona, la Cilia
y el Nicolás
Diosdado se contonea, baila mejor
Nicolás
Olvídemos al difunto, tenemos a Nicolás
Plátano entero maduro, nos
promete Nicolás
El autobús va sin frenos, lo
maneja Nicolás
Guaicaipuro y Maria Lionza
protegen a Nicolás
Abarata y embrutece, así quiero a
Nicolás!
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