Siento tener que insistir en esto. La corrupción en la función pública va mucho más allá de robarse el dinero ajeno. Generalmente, sin embargo, se piensa que solo el ladrón es corrupto. Mucha de la opinión pública no registra que la corrupción también está relacionada con la mentira en la función pública, con el ocultamiento de lo irregular, con la tolerancia del delito cometido por otros, con la incapacidad para desempeñar la función para la cual ha sido nombrado sin tener la entereza de reconocerla. Hay múltiples variables de la corrupción que se relacionan con la carencia de honestidad intelectual y con el silencio frente al malandraje.
Cuando Jorge Giordani dice que: “la política presupuestaria será prudente y esa prudencia se refleja en la fijación de un precio del crudo en 40 dólares”, comete un acto de profunda deshonestidad profesional e intelectual. Prudencia sería postular un precio del petróleo igual o ligeramente inferior a los $68-70 que ha promediado este año. Pero postular un precio promedio del barril de petróleo venezolano para 2011 de $40 es una burla para los venezolanos. Peor que una burla o una demostración de ineptitud, ello representa un acto de encubrimiento que cae plenamente en la definición de corrupción.
Que hay detrás de esto? Simplemente una intención de guardar en el bolsillo del ejecutivo la inmensa porción del ingreso que resultará de multiplicar la producción del año por los $30 de diferencia entre el precio realmente esperable y el precio arbitrariamente postulado. Si tomamos como base un millón y medio de barriles diarios de exportación (nadie sabe realmente cuanto exporta comercialmente Venezuela y cuanto regala) tendríamos que el ejecutivo se estaría embolsillando unos $45 millones diarios, es decir, unos $16.000 millones en el año.
No estoy diciendo que los chavistas se van a robar todos esos millones. No. Estoy diciendo que, al caer fuera del proceso formal presupuestario, esos millones se sustraerán a la transparencia y rendición de cuentas que son indispensables en una sociedad democrática. No tengo dudas de que esa carencia de transparencia resultará en hiper-corrupción activa, en la cual el régimen chavista se ha especializado durante todos estos años. Digo que mucho de ese dinero será despilfarrado, mal utilizado y robado. El ejecutivo, léase Chávez, podrá hacer y hará con ese dinero lo que le venga en gana, sin la intervención de una Asamblea Nacional donde en 2011 existirá un importante grupo de opositores y de gente honesta que se opondrían al desbarajuste.
Esto es corrupción en su sentido más clásico. También lo es decir, como dice Giordani, que “El Gobierno decidió que el presupuesto de 2011, previsto en 204,2 millardos de bolívares, se cubrirá en gran medida con ingresos no petroleros y endeudamiento”, ya que el endeudamiento galopante que ya quintuplica la deuda encontrada en 1999 es un acto criminal para un país que no debería embarcarse en esta política suicida. También lo es decir que la situación de los interventores extorsionistas “son cuestionamientos que se realizan desde Estados Unidos a los funcionarios venezolanos”. No. Son actos de corrupción que deberían generar una inmediata reacción del ministro responsable por estos actos de malandraje, ya sea el castigo, el despido o la renuncia, lo que sea ético.
Dr. Giordani: lo que sucede en la Comisión Nacional de Valores que usted supervisa no es una maniobra de los Estados Unidos ni una conspiración imperialista contra la revolución. Es corrupción dentro de casa.
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