la pintura roja no tapa el desastre.....
Hace algunos meses el presidente-ministro de PDVSA, Rafaél Ramírez, admitió que, tanto las deudas como las cuentas por pagar de la empresa seguían aumentando, llegando a unos $70.000 millones (versión digital Reporte 360. http://pruebas.reporte360.com/detalle.php?id=32444 ). Esta cifra dada por Ramírez parecería sub-estimada, pués no incluiría los pagos que deben hacerse por la expropiación forzosa de múltiples empresas contratistas, tanto nacionales como extranjeras, pagos cuyo monto es dificil de estimar para observadores externos. En adición, como ya lo ha notado repetidamente el analista financiero Oliver Campbell, el monto de contingencias para los posibles pagos a ExxonMobil y ConocoPhillips es poco realista, mil millones de dólares, cuando la demanda de estas empresas es por unos $15.000 millones. Si se toman en cuenta estas seguras y probables obligaciones de corto plazo y se añaden los $20.000 millones del préstamo chino y los pasivos laborales, estaríamos frente a pasivos de PDVSA del orden de unos ciento veinte mil millones de dólares. Considerando que los pasivos de la PDVSA heredada por Hugo Chávez eran de unos diez mil millones de dólares, es preciso admitir que el deterioro financiero de la empresa es dramático.
Aún las cifras mochas de Ramírez representan un incremento de los pasivos de PDVSA del órden de casi un 20 por ciento en apenas un año. Un estimado como el que hemos hecho arriba representaría un aumento de los pasivos de la empresa por un factor de 12 durante la era chavista.
Y la tendencia de este gigantesco endeudamiento es a la aceleración, como lo demuestran las emisiones de bonos recientes y planificadas para el futuro por la empresa. PDVSA ha anunciado que emitirá deuda varias veces al año, reenmplazando la producción y comercialización del petróleo, su razón de ser, por una ruinosa operación financiera. No somos expertos en este campo pero no podemos imaginar otro destino para esta PDVSA que la quiebra, algo que sería digno de registro en el libro de Guiness y trágico para un país que ya solo depende del ingreso petrolero para seguir importando alimentos.
Los contratistas aún activos de PDVSA alegan que hay deudas que tienen más de un año sin pagarse. Ello, dicen, incide sobre la calidad y oportunidad de los servicios a ser prestados. Es fácil ver que unos insuficientes servicios promueven la declinación de la producción y, por ende, una mayor crisis financiera. Esto crea un círculo vicioso que terminará en desastre.
Lo que está sucediendo es, ni más ni menos que un proceso de liquidación del sector petrolero, de pérdida de activos e incremento de pasivos, todo con el objetivo de corto y mediano plazo de mantener al régimen en el poder. Este es un proceso perverso y anti-nacional, el cual define al régimen de Hugo Chávez/Rafaél Ramírez como abiertamente criminal. Hago esta denuncia porque pocos venezolanos se dan exacta cuenta de lo que nos está sucediendo en manos de este par de pájaros de cuenta.
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