jueves, 28 de julio de 2011
La oposición venezolana, según Petkoff
Asistí a una sesión académica la semana pasada en la ciudad de Washington, en la cual Teodoro Petkoff habló sobre la situación política de Venezuela, vista desde la perspectiva de la oposición.
Deseo hacer dos o tres comentarios sobre esta presentación de Petkoff porque difiero cordialmente de algunos de sus elementos importantes.
Como de costumbre, Petkoff hizo una brillante exposición de la situación política venezolana. Mis diferencias se refieren a su interpretación de los hechos, no a la narrativa de los hechos. Pocos como Petkoff para describir una serie de eventos de manera tan organizada como lo hizo en esa sesión. Sus conclusiones, sin embargo, en ocasiones parecieron contradictorias con la realidad que él pinta de manera tan vívida. A saber:
(1) Petkoff insiste en decir, lo repite como un mantra, que Chávez podrá ser un autócrata pero no un dictador. En esta presentación, inclusive, definió a un auócrata como “alguien quien tiene todos los poderes en la mano”. Pero dictador? No.
Yo sigo sin entender la razón que tiene Petkoff para hacer esta sutil diferenciación con tanto énfasis. Todos los componentes de una dictadura, según los textos de politología más básicos, están presentes en la Venezuela chavista. Todos. Decir que Trujillo si era un dictador pero que Chávez no lo es, como él afirmó, no tiene sentido alguno para mí ni para los millones de venezolanos quienes sufren los rigores de un régimen que se pasa por el fundillo los derechos humanos más elementales. Lo que dijo Petkoff: “que todos los actos de Chávez han sido legales, porque él los legaliza a posteriori, o impone a priori las leyes que los justifiquen” puede arrancarnos una triste sonrisa, pero jamás puede constituir una aceptable explicación del abuso de poder que caracteriza al régimen. Quizás Petkoff ha debido ser más preciso y distinguir entre lo que él llama “legal” y lo que es legítimo. Lo paradójico de esta posición de Petkoff es que él es uno de los más decididos adversarios de la actitud abusiva del régimen (el término totalitario, aplicado a la realidad venezolana, también es rechazado por Petkoff, no se si por purismo politológico o por reticencias ideológicas).
(2) Lo segundo que no me pareció correcto fue la sobre-simplificada, casi diría simplista, subdivisión que hace Petkoff de tres etapas de oposición a Chávez. En su presentación él las llamó, si recuerdo bien, la etapa golpista, la etapa abstencionista y la etapa democrática o electoral.. Aunque es elegante sistematizar la historia, dividiéndola en etapas, ello puede llevarnos a ser injustos. Creo que no han existido estas etapas. Desde el principio la oposición a Chávez, esos 13-15 millones de personas (cada día son más) que no ven a Venezuela como él la ve, han actuado de manera coherente con sus maneras de ver la situación. Lo que llama Petkoff la etapa golpista de la oposición, coincidió con un golpe de estado progresivo que dió Chávez entre 1999 y 2002, convocando una constituyente de manera ilegal, produciendo una constitución que todavía anda por allí en dos o tres versiones diferentes, despidiendo a los jueces en masa, disolviendo el congreso democraticamente elegido (como un Fujimori cualquiera), nombrando a los miembros del Poder Ciudadano en expresa violación de las leyes de país, saqueando al Banco Central de Venezuela de las reservas internacionales, etc, etc, etc. Ese si fué un golpe. Los venezolanos no solo tenían (y tienen) el derecho, sino el deber que les impone la constitución en su artículo 350 de insurgir contra estas violaciones a la constitución y a las leyes. Más aún, no hacerlo es lo que sería anti-constitucional. Sin embargo, los venezolanos actuaron apegados a las leyes. Lo que sucedió en 2002 fue una masiva protesta popular muy espontánea que sacó a Cháves del poder. O es que el cuatriestrellado Rincón no nos dijo en cadena de TV/radio que Chávez había renunciado?
Más tarde, la huelga petrolera que Petkoff también define como componente de la etapa “golpista” fué, en mi criterio, una protesta del sector petrolero apoyado por grandes segmentos del país contra el zarpazo que dió Chávez (y que él confesó, con orgullo, haber dado, en discurso ponunciado ante la Asamblea Nacional, definiéndolo como “una estrategia maestra”) para tomar el control político de la empresa nacional de petróleos. La huelga petrolera fué una protesta basada en los principios de la gerencia petrolera, no en un deseo de tomar el poder. Por ello han tenido que pagar un alto precio pero se han mantenido indoblegables. Si se quiere, la acción petrolera fué un acto de resistencia a un golpe del chavismo.
En la presentación Petkoff habla de una segunda etapa como “abstencionista”, lo cual es un término exacto pero que no es justo satanizar. En retrospectiva, abstenerse de votar en las elecciones legislativas y dejarle a Chávez los 165 escaños de la A. N. puede parecer un grave error táctico. Como decía Kennedy, la victoria tiene muchos padres pero la derrota es huérfana. Sin embargo, la abstención masiva también tuvo una razón de principios, una de rehusar convalidar lo que era, a todas luces, un evento sesgado, lleno de vicios y de ventajismo gubernamental.
Se perdió, como dice Petkoff? Creo que no se perdió todo. No se perdió la dignidad. La alternativa era conquistar 40 escaños o algo así, admitiendo (validando) que Chávez conducía un proceso democrático. Ello no era cierto. Y, en la práctica, también en retrospectiva, esos cuarenta escaños no nos hubieran servido de mucho, porque no evitaban la libre acción del chavismo (hubiera tenido mayoría simple y absoluta) , así como casi no nos sirven los más numerosos escaños que tenemos hoy, ya que Chávez ha relegado a la A.N. al pote de la basura.
En lo que si estoy de acuerdo con Petkoff es que hoy la oposición ha crecido y Chávez se encoge. La oposición es diversa pero debe estar unida. La unidad en la diversidad es imperativa. Esto no es algo inventado por nosotros. No solo en Venezuela lo reconocen. Es lo que significa el lema de USA: E prulibus Unum. Los Indonesios también lo tienen como lema nacional.
Pienso que no es sano diferenciar entre grupos de oposición “democráticos” y “golpistas”, como si lo hace Rangel con entusiasmo, por razones estratégicas del régimen. Pero Petkoff no tiene esas mismas razones. Creo que la oposición debe llevar a cabo una acción múltiple de presiones en contra del régimen, ya sea por la via electoral o por la via de la protesta ciudadana, enncuadrada dentro de la constitución, la cual no solo lo permite sino que lo demanda. Creo también que es necesario adecentar el sistema electoral venezolano, donde – según lo señalaba Petkoff en su presentación – cuatro de los cinco directores son fichas impúdicas del chavismo. Por ello, antes, durante y después de cada acto electoral hay ventajismo gubernamental que debe ser repudiado y combatido por toods los venezolanos demócratas.
Vamos a unir fuerzas para sacar este régimen desastroso del poder. Unidad en la
diversidad! Rescatemos nuestra democracía, libertad y soberanía de las manos del
castro-chavismo.
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6 comentarios:
El señor Petkoff, yo lo llamaría el gran atornillador de Chávez. A eso siempre ha jugado, tal vez asociado a su pana José Vicente. (la sospecha es libre)Teodoro es un virus troyano que tiene la oposición, que despierta con furia antes de las elecciones, manifestandose en universidades norteamericanas, y donde insiste en que Chávez es legítimo, la oposición va a perder, etc. Aclaro que dentro de "ese oposición viva la pepa", son muchos los troyanos. Verdad Rosales...?
Alfredo
De acuerdo con el contenido de su análisis, salvo en un punto, de carácter politológico. Este es una mierda de régimen autocrático, basado en tres patas: una ineptitud genética, un anacronismo ideológico y una corrupción sin límites, pero NO es un régimen totalitario. No lo es en el sentido de Hanna Arendt, en "Los orígenes del totalitarismo" ni en un sentido más amplio del término, que incluye todas las experiencias comunistas. Es el desideratum de la bestia de Sabaneta, pero no lo ha conseguido, porque no ha podido y por la resistencia de la población. Sin embargo, a su manera, y como dictadura que es, el régimen controla todos los poderes y sigue con su menjurje ideológico anacrónico. Poco consuelo, de todos modos, doctor Coronel: ha destruido al país y mepeñado el futuro de nuestros hijos y nietos.
Hay un libro, "Payasos y monstruos", de Albert Sánchez Piñol, la la historia de Idi Amin Dada, Bokassa, Banda, Mobutu Sese Seko, Sékou Touré, Haile Selassie, Macías y Obiang. le transcribo lo siguiente:
"Estos hombres se presentaron ante los suyos y ante todo el mundo como unos seres excepcionales. En justa correspondencia con sus supuestos méritos, se otorgaron títulos altisonantes, como Líder de Acero, Señor de las Bestias de la Tierra y del Agua, y Milagro Único; se hicieron transportar en silla gestatoria; obligaron a sus pueblos a dirigirles plegarias; colgaron sus retratos en escuelas, iglesias, tabernas y burdeles, y dieron su nombre a calles, universidades, islas y lagos. Nada era imposible para estos individuos: podían trasladar la capital de su país a un remoto poblado de la selva o depositar el tesoro del banco nacional en el sótano de su casa. Si así lo decidían, el Parlamento pasaba a ser dirigido por una bruja. Cualquier capricho se convertía en realidad por obra de su voluntad. Eran payasos pero también eran monstruos. Y en el monstruo la extravagancia es inseparable del espanto. Sus súbditos sufrieron todo el espectro de los horrores. Si no fuera porque han sido contemporáneos nuestros, tendríamos la tentación de negar su existencia"
Lamentablemente no he podido leer el libro completo, pues no se consigue en Caracas (otra de las maravillas de la "revolución", no llegan libros de lectura obligatoria). Si viajo a España, espero comprarlo.
Hugo Chávez se parece menos a los asesinos Mao, Stalin o Castro que a estos dictadores africanos. Es un payaso y es un monstruo Venezuela ya no está en Sudamérica: Nos las mudaron para África
En efecto, yo no hago énfasis en asignarle el epíteto de totalitario al régimen. Es un asunto de semántica politológica. Pero si creo difícil no llamarlo una dictadura. Saludo,
Gustavo
Le añado esta reseña del libro:
"El antropólogo y escritor Albert Sánchez Piñol escribió en 2000 esta delirante historia en catalán, traducida al castellano en 2006. En Payasos y monstruos se relata el peculiar estilo de gobernar de algunos de los dictadores que sufrieron los países africanos que accedieron a la independencia en la segunda mitad del siglo XX. En el libro aparecen el ugandés Idi Amin Dada (que se tituló a sí mismo rey de Escocia, además de “Señor de Todas las Bestias de la Tierra y Peces del Mar y Conquistador del Imperio Británico, de África en General y Uganda en Particular”), el centroafricano Jean Bedel Bokassa (que se autoproclamó emperador), el doctor Hastings Kamuzu Banda (que gobernó con mano de hierro en Malawi), el último emperador etíope Haile Selassie (cuya historia contó Ryszard Kapuscinski en El emperador), el cleptómano zaireño Mobutu Sese Seko (que saqueó el país con la connivencia del resto del mundo), Sékou Touré (quien lideró la independencia de Guinea Conakry) y los dictadores de Guinea Ecuatorial Francisco Macías y Teodoro Obiang N´Guema (éste ultimo todavía en el poder). Las historias de estos personajes son delirantes, pero estrictamente reales. En el mejor de los casos el apelativo que puede dárseles es el de payasos, por sus ridículos comportamientos, pero en la mayor parte de las ocasiones su actuación ha de calificarse como monstruosa, por los sufrimientos que infligieron a las poblaciones de sus países. Todos ellos actuaron con dureza y ensañamiento contra sus opositores, saquearon las riquezas de sus tierras y casi siempre contaron con el inestimable apoyo de socios de los países desarrollados. Sánchez Piñol narra con humor y horror la trayectoria de estos estrambóticos personajes e incluye un epílogo muy interesante, en el que apunta las razones de que estos dictadores tuviesen tan pocas dificultades para mantenerse en el poder: simplemente se comportaron como habían hecho anteriormente los gobernantes de las potencias coloniales. Impusieron gobiernos autoritarios como los de los imperios coloniales a los que sustituyeron y sus modelos de conducta fueron personajes occidentales, como Hitler (admirado por Idi Amin), Franco (ídolo de Macías), Leopoldo II de Bélgica (imitado por Mobutu) o Napoleón y De Gaulle (modelos de Bokassa). La responsabilidad de la pervivencia de estos monstruos se debe en buena parte a la colaboración de los países europeos y EEUU, que se olvidan de los derechos humanos cuando lo importante es hacer negocios. Especialmente sonrojantes, aunque no por ello inesperadas, son las declaraciones de algunos “respetados” líderes del mundo libre sobre algunos de estos personajes, como lo que dijo François Mitterrand sobre Sékou Touré (“Es uno de los mejores jefes de Estado africanos y uno de los más escuchados”). O la declaración de amor de Felipe Gonnzález hacia el dictador de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang N´Guema, “mi hermano y amigo”. El hermano y amigo sigue en el poder en Guinea Ecuatorial sin que ninguno de los gobiernos españoles haya tenido escrúpulos en negociar con él, porque, ante todo, hay que asegurarse el suministro de petróleo de ese país y esa “amistad” no debe perderse con la estúpida defensa de los derechos humanos. Así funciona el mundo moderno."
Gustavo...Saul Belloso..otra vez....como vas a creerle y prestarle atencion a un traidor y quinta columna como Petkoff....Gustavo..Petkoff es COMUNISTA y chavista...trata a chavez como la oveja negra de la familia pero familia al fin....este hombre tiene de opositor lo que yo tengo de fisico nuclear...no te acuerdas cuando le dijo a Bachelet que chavez era un democrata???...mas o menos los mismos terminois de aqui cuando diferencia autocrata y dictador...Bullshit!!!...quien se engane coin este hombre es un iluso....Mira tu llamar a la espectacular manifestacion pacifica del 2002 "golpe"...Hijo de Puta.....guerrillero....
Ojala haya hablado de los escenarios que vienen en poco tiempo. Hch viene en picada. Con el, una buena cantidad de boliburgueses ya estan viendo para donde agarrar con lo malhabido. Creen que el tipo no era un ser humano. Lo es, y su tiempo ha terminado.
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