Para vender algo no es necesario sino realmente contraproducente deformar los hechos o generar mensajes subliminales que transmitan lo falso. El mundo comercial está lleno de esta perversión y la gente que compra un producto pensando que lo hará vivir cien años o lo hará atractivo para las personas del otro sexo o le hará mucho bien para su corazón, riñones o uñas del pié, lo hacen a su riesgo. Con frecuencia, las agencias reguladoras dejan pasar inumerables fraudes de este tipo a través de sus redes. O están muy ocupadas, o son muy incompetentes o están compradas por quien envía los mensajes.
Quizás el ejemplo más trágico de las recientes supercherías en el mundo financiero sea el de Bernard Madoff, el hombre que manejó un esquema PONZI durante muchos años ante las mismas narices del Security Exchange Commision de los Estados Unidos y ante una Wall Street mesmerizada por lo que pensaba era un genio de las finanzas. Resulta que Madoff, quien ni siquiera se preocupaba por hacerse propaganda, distribuía dividendos de un 10 o más por ciento interanual, no importa cual fuera la conducta del mercado. En sus entregas a los clientes mantenía una línea de ascenso creciente de unos 45 grados. Aunque esto era algo imposible, la gente veía para otro lado. Madoff, pensaban, era un genio, muy poderoso, un ciudadano impecable, todo el mundo quien es alguien le ha confiado su dinero. Quien soy – pensarían los simples mortales - para retar a este hombre, quien es idolizado por la sociedad neoyorkina?
El hombre resultó ser un hampón, uno de los más grandes ladrones en la historia de las finanzas estadounidenses (y mira que ha habido algunos!). Lo que esto debería enseñarnos es que las apariencias engañan y que la autoridad no debe ser aceptada sin cuestionamientos.
Por ejemplo, yo creo que PDVSA es una empresa muy mal manejada, no invierte lo necesario, se está endeudando para darle el dinero a Chávez, se ha desviado de su misión, tiene gerencia y tecnología corrupta y obsoleta, está controlada politicamente y está emitiendo bonos de deuda en los cuales ofrece, a lo Madoff, retornos que parecen demasiado buenos para ser ciertos: casi 12 por ciento de interés, en un sistema financiero donde un retorno de 3 por ciento es visto como excelente.
El bono que PDVSA acaba de emitir es así. Y quienes han escrito el “prospecto” hablan de una Venezuela que, en importantes aspectos, no es la real. No digo que hay un deseo consciente, por parte de quienes han elaborado el prospecto, de engañar, ya que hay mucho de objetivo en el prospecto. Digo que hay un deseo consciente de presentar a una Venezuela en positivo, cuando la Venezuela en negativo tiene bastante mayor peso.
Se dirá: es que si no lo hacen así, no venden el bono.
Y allí, precisamente, radica el asunto. Este bono suena demasiado bueno…. Incita a comprarlo…. Luce casi irresistible…. Así sonaba Madoff.
Cuidado, inversionistas. Cuidado con ese bono. Cuidado con PDVSA. No soy experto en finanzas pero si creo conocer a PDVSA y de lo que es capaz o no es capaz. Soy un venezolano que no desea ver a su país todavía más desprestigiado de lo que ya está.
Estoy equivocado? Oigo argumentos en contra. Me gustaría estar equivocado.
Pero…
3 comentarios:
Gustavo no estas equivocado, si el Bono se vende, sera por los dolares, lo que significa mas inflación.
Veamos los amigos del Alba si invierten en esos BB (Bonos Basura)
Mas o menos como US DOLLAR de madera con la efigie de De Hugo Chávez
Gustavo, lo que escribes es la pura verdad.
Habrá que afrontar lo que viene, con verdadero coraje, para enrumbar de nuevo al país hacia la paz y la libertad.
La pesadilla que es Chávez y sus felones, Maduro, Alí Rodríguez, Mommer y el infeliz de Ramírez, entre otros, pronto será superada.
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