El hamponato chavista aviva las llamas de la guerra civil

La decisión de una magistrada indigna de presidir un tribunal supremo de justicia pide llevar a Henrique Capriles Radonsky a un antejuicio de méritos. Esta decisión no puede sino tener una razón politiquera y abusiva, como son la mayoría de las decisiones de ese macabro saco de cobras y cobros. Ese tribunal supremo de justicia está formado por algunos “tírame algo” que buscan ingresos a como de lugar, como en el caso de la ilegal cesta ticket que algunos de ellos (as) se han adjudicado. O por quienes, como Fernando Vegas Torrealba viajan por cuenta del estado cantando las loas de la revolución o pronuncian discursos melosos de intolerable jalabolismo. O por quienes, como la Morales habían sido suspendidos en el pasado por actuaciones irregulares. Es un grupo que da verguenza y que clama por un baño de plagatox.

El régimen hamponil ha adoptado como política la inhabilitación y acoso de los líderes políticos que en algun momento pudieran amenazar su hegemonía. Así inhabilitaron a Leopoldo López, metieron en prisión a Alejandro Peña Esclusa, han apresado y ahora condenado a Oswaldo Alvarez Paz, sacaron a Manuél Rosales del país. En este nuevo asalto a la dignidad nacional pretenden enjuiciar a uno de los más fuertes pre-candidatos presidenciales de la oposición, Henrique Capriles Radonsky, a quien en anterior ocasión ya habían puesto en prisión por largas semanas. A estas sucias maniobras se han prestado los magistrados del Tribunal Supremo y burócratas vendidos como Clodosbaldo Russián, el matapolicias de los años 60 y prófugo de la Isla del Burro, hoy fallecido. De nada importa que los miembros del régimen, desde Hugo Chávez para abajo, hayan violado la constitución y las leyes y cometido o tolerado numerosos actos de corrupción. Ellos lo hacen con toda impunidad, mientras que los perseguidos son todos de la oposición.

Yo digo que este hamponato está avivando las llamas de una guerra civil. Y lo hacen porque no tienen nada que perder, están derrotados por la historia y por ello desean que el país se hunda con ellos, en la misma cloaca excrementicia que ya los cubre hasta las narices. Esta pandilla ha arruinado al país desde PDVSA, CVG, y el ministerio de finanzas, ha saqueado las reservas internacionales, se ha defecado en el alma nacional. Como en el poema de Aquiles Nazoa:

“atraviesan la calle con el desenfado del perro callejero


quien a todo perder no pierde nada”.

El país se enfila hacia días aún más trágicos. Un presidente inepto y ahora inválido, seriamente enfermo y clamando por compasión cuando él nunca la mostrado. Una Asamblea nacional en manos de quien le abrió la puerta a los cubanos invasores en Machurucuto. Un tribunal supremo de justicia que es una triple mentira, ni tribunal, ni supremo ni de justicia. Un poder moral que da ganas de reír y de llorar, cada vez que sus miembros y miembras abren la boca. Un tren ministerial que tendrá a ir al juicio de la historia por ineptos los más o por corruptos algunos. Un ejército en manos de algunos oficiales conectados con el mundo del terrorismo o de las drogas.

Este no es un equipo de gobierno sino una zarzuela sobre los bajos fondos de un pais en desintegración. Sus miembros pretenden, con audacia y desparpajo entronizarse para siempre en el poder, ante los ojos indiferentes o resignados o mansos o indignados pero generalmente pasivos de la población venezolana. Algo horroroso se in-Cuba, en un país que no supo actuar a tiempo para impedir la acción de ese deslave hamponil que es el régimen. Mientras más tarde la reacción del país más trágicos serán los acontecimientos.

Yo digo que si se deseara realmente hacer justicia en Venezuela ya habrían pedido antejuicios de mérito para Hugo Chávez, Rafaél Ramírez, Nelson Merentes, Diosdado Cabello, Adan Chávez, Jorge Giordani, El Aissami (por lo del hermano) y muchos otros boliburgueses que han saqueado las arcas públicas ante las narices de los payasos de toga.