Nunca tendremos otro como él..
En Barquisimeto, unos tres meses antes de dejarnos, Aldemaro Romero dió lo que probablemente fué su último concierto. Y allí nos dejó esta perla que nos hace reír y admirar al inmenso talento que fué. El autor de elegantes temas como un Vals para Clementina, Quinta Anauco, De Conde a Principal, de suites para cellos y para saxofones, de fugas con pajarapinta y seis numerao que hubieran deleitado al mismo Juan Sebastián, Aldemaro también producia pequeñas maravillas como este. Link abajo:
http://www.youtube.com/watch?v=YvuiajRqvaY&feature=related
Aldemaro: hecho en aquella Venezuela.
2 comentarios:
Yo era tan pequeño que para mi no tenía relevancia el año en que vivia. Así fuera sábado o domingo -sino ibamos a la playa- me paraba bien temprano a jugar con mis soldaditos, indfios y vaqueros, carritos o a pelea de "Giyo" (no se como se escribe esa vaina para nombrar a los muñecos vertebrados famosos estre chamos de aquel entonces).
Ya a media mañana cuando estaban despiertos el resto de la familia, y la casa adquiría vida, mi padre prendía su viejo "picó" Phillips (tampoco se como carajo se escribe picó) y ponia a sonar una música a la que en mi "mundito" solo era un telón de fondo y ni caso le hice, mis batallitas eran una cosa muy pero que muy seria.
Hace unos años me dió por buscar en la red a "La Onda Nueva" de Aldemaro Romero, descargué hasta una versión en inglés.
Dios Bendito; se activó alguna parte en mi cerebro que me retrotrajo a mi niñez y aparte de los gratísimos recuerdos que me proporcionó, me empezé a deleitar con esa música, me atrapó y comencé a disfutar con sus particulares sonidos, como no lo habia hecho antes, es que son piezas inconfundibles y sobre todo con un sabor tan especial que no tiene comparación, quizás porque soy un neófito en música no consigo asociar a la Onda Nueva con ningun estilo. No me comí más el coco, me serví un soberano Whisky (coño; como si sé escribir whisky) y disfruté de La Onda Nueva de Aldemaro Romero. ¡que tiempos!
Yo desde niño siempre me gustó su música por mis primos en Valencia que eran fanáticos y con ellos conocí Tonta gafa y boba, De repente, Carretera y toda las demás, ah y por supuesto Diner in Caracas. En mi carrera de pianista Quinta Anauco casi nunca falta en uno de mis conciertos incluso cuando me presenté en Viena fue con la que cerré. Afortunadamente grabaron la obra y la pude colocar en mi blog ya que fue una improvisación. Aldemaro nos dejó un legado muy valioso y yo siempre llevo su música conmigo. Saludos.
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