Líder de mentira, país de mentira

          Caricatura de Rayma
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Venezuela es hoy un país de mentira. De sociedad abierta ha pasado a ser una sociedad dominada por la incertidumbre y el miedo. En poco más de una década lo que era una perfectible democracia tropical ha pasado a ser una opereta pseudo-socialista. Los venezolanos somos espectadores, inquietos pero hasta ahora resignados, de una tragicomedia donde lo extraño y lo grotesco es el pan nuestro de cada día. En esta versión un mediocre chofer de autobús es canciller, terroristas urbanos vicepresidentes, prófugos de la justicia contralores, malos poetas embajadores o fiscales generales y pseudo-guerrilleros y secuestradores manejan la asamblea nacional, ministerios y empresas del estado. Las posiciones burocráticas de autoridad y las embajadas se reservan para los aduladores incondicionales del déspota.

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Un país donde existan rígidos controles de precios, empleo inamovible por imposición del régimen, control de cambios y mercado negro, aumentos de salarios por decreto, castigos para los consumidores que consuman, una educación o salud “gratuitas” de deleznable calidad, altos niveles de inflación y alto riesgo-país tiene que ser definido como un país de mentira, fuera del grupo de las naciones civilizadas. La incompetente revolución chavista ha llevado al país a ser un híbrido de capitalismo de estado y pseudo-socialismo, con sus aspectos negativos, sin ninguna de sus cualidades.

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Cuales son las características que muestra? : Estatificación de la economía (988 empresas han sido tomadas por el estado, muchas de ellas ya arruinadas), controles rígidos de salarios, precios y divisas, planificación central, mentalidad rentista exacerbada, gobierno autoritario a despótico, masas sumisas e ignorantes dependientes de la dádiva graciosa del caudillo, férrea centralización, proteccionismo a empresas del estado, predominio de la política sobre los otros aspectos de la vida nacional, burocracia militarizada y fuerza armada prostituída en su misión, bandas de choque y grupos para-militares, abandono de organizaciones y protocolos internacionales, alineamiento con regímenes forajidos. Un país así es inviable, luce encallado en un meandro oscuro del río de la historia.

4.

Y allí se quedará mientras permanezca en Miraflores un líder de mentira como es Hugo Chávez. Mientras un líder de verdad armoniza las aspiraciones de una nación y las hace complementarias, no excluyentes, Chávez ha dividido al país en dos bandos irreconciliables. Un verdadero líder no hace del odio su principal bandera, como lo ha hecho Chávez. No entrega las riquezas de su nación a líderes extranjeros, no manipula la enfermedad que le aqueja para obtener dividendos políticos. De poseer una ya lejana legitimidad de origen, su comportamiento lo ha hecho ilegítimo.