domingo, 18 de junio de 2017

Dos muros: uno de héroes, otro de criminales


En París existe un Arco de Triunfo erigido por Napoleón Bonaparte para celebrar la victoria de Austerlitz. Se trata de uno de los monumentos más famosos del mundo y registra los nombres de los 558 Generales  que participaron en esa batalla. En Washington DC existe un bellísimo monumento en forma de pared hecha de gabro reluciente, con los nombres de 58.195 soldados quienes rindieron su vida en Vietnam.
En Venezuela el régimen actual ha convertido al Panteón Nacional en un arroz con mango.
La gesta venezolana que terminará con el narco régimen chavista ha cobrado vidas, prisiones, exilios y ruina material. Tenemos una deuda con quienes sacrificaron vidas, fortunas y tranquilidad para luchar por liberar a Venezuela de casi 20 años de miseria y crueldad.  Los venezolanos que vivirán en democracia gracias a ellos y ellas deberán honrar ese sacrificio. Una manera de hacerlo  es edificando un muro, una pared, en la cual figuren los nombres de esos compatriotas que pagaron el precio para lograr una Venezuela libre. Los nombres que allí aparezcan deberán ser seleccionados en función del mérito de cada quien. Hay nombres de compatriotas que ya se ven como candidatos naturales a estar allí, para que el país del futuro pueda verlos y agradecer lo que han hecho por nosotros. Pienso en Franklin Brito y en su heroica batalla como ejemplo de entereza ciudadana, como héroe que no vaciló en pagar con su vida una postura basada en valores y principios. Pienso en María Corina Machado, en Antonio Ledezma, en Leopoldo López. Hay una larga lista de venezolanos a quienes se les deberá ese reconocimiento.
Y pienso también que al lado de esta Muro de los héroes debemos erigir otro muro, el de la vergüenza, con los nombres de quienes llevaron el país a la ruina. Tener estos dos muros uno al lado del otro hará posible recordar siempre quienes fueron los criminales y quienes fueron los buenos ciudadanos. El país requiere distinguir los unos de los otros.  Será muy didáctico para nuestros niños del futuro ir a leer en esos muros los nombres de quienes dedicaron sus vidas a enaltecer nuestro gentilicio y de quienes asesinaron la república para obtener poder y riquezas.
Venezuela es un país que necesita con urgencia redefinir la heroicidad, examinar su historia y honrar debidamente a sus buenos ciudadanos. No solo los hombres a caballo han sido nuestros héroes. Junto a Bolívar tenemos una figura ciudadana  de igual dimensión heroica en Andrés Bello. Por cada héroe de batallas tenemos igualmente meritorios héroes civiles. Debemos rechazar el nombre de república Bolivariana para nuestro país porque Venezuela es un país de múltiples héroes y siempre será bolivariana, Uslariana, Bellista, Galleguiana, Varguista, Picónsalista o Betancourista. Nuestra nación fue construida por  hombres y mujeres ejemplares y es absurdo darle un solo nombre, no importa cuán ilustre. Lo que ha pasado con la utilización de un solo nombre  es que este  ha sido usurpado por los criminales. Chávez y Maduro han logrado ensuciar el nombre de  Bolívar, al mezclarlo con la tragedia que ellos han generado en el país.

Los nombres de personas y organizaciones pierden lustre y prestigio cuando se ven relacionados con el crimen y la degradación. Este es el caso del nombre de PDVSA, en cuyas gandolas se transportan hoy drogas en lugar de petróleo y en cuyo nombre se han cometido numerosos actos de mega-corrupción. O de El Sistema, un programa convertido en herramienta de propaganda gubernamental. O de medios de comunicación cuyos nombres eran respetables, hoy puestos al servicio de los ernestos de la información.  

4 comentarios:

Maria Teresa van der Ree dijo...

Estoy muy de acuerdo con un muro, el de los héroes. Son muchos y no los olvidaremos.
Serán también elogiados en la historia.

Los que le vendieron el alma al diablo, mejor es que ni los nombren. A los mas pervesos los historiadores se encargarán de escribir sus maldades. Si, habrá repudio.

Muchas verdades se sabrán.

Anónimo dijo...

Del lado de los buenos ciudadanos, sólo quienes ofrendaron su vida. Esta, la vida, me ha enseñado que es arriesgado ese tipo de homenaje porque el ser humano es voluble y hay que esperar el fin del ciclo vital para inmortalizar. Sólo una opinión...

Ubaldo dijo...

Estoy de acuerdo con Anónimo, "Sólo quienes ofrendaron su vida". Ahí están muchos heroes del pueblo, como Neomar y otra cantidad de muchachos, desde que se montó el desastre chaveco-castrista-madurista. Un muro, y un monumento a los guerreros, con sus escudos, cascos, máscaras antigas, etc. Claro que Maria Corina, Ledezma, López hasta ahora merecen honores. También hay que rescatar a Colón. También al Géneral Páez. Y para finalizar una pequeña plaza, tambien con su monumento a los guerreros del teclado. Un teclado grandote.
El muro de la verguenza hay que hacerlo a la entrada del basurero. Con unas estatuas hechas por algun primitivo, que sean horribles y cómicas, como una pesadilla de Goya.

Ubaldo dijo...

Ah.... olvidé, también hay que hacer un muro de los estúpidos, con un monumento a Capriles.