Petroleros venezolanos del siglo XX

Durante mis 26 años de trabajo ininterrumpido en la industria petrolera venezolana, 1955-1981 y, luego, durante mis otros 35 años, 1981-2015,  de constante observación y  frecuente estudio de esta industria, he tenido la oportunidad de conocer, trabajar y hacer amistad con un gran número de venezolanos quienes tuvieron carreras notables en la industria petrolera venezolana. Muy pocos de ellos son conocidos debido al hecho de que siempre tuvieron un bajo perfil, dedicados calladamente a su labor. Esto los diferenció del grupo de petroleros teóricos, generalmente de tendencia marxista, esencialmente agrupados en el sector académico o político, quienes escribieron y hablaron mucho más de lo que realmente hicieron en la industria petrolera, prestándose para crear una matriz de opinión política según la cual los petroleros venezolanos no eran de confiar.

Un recuento de estos petroleros venezolanos del siglo XX está por hacerse en Venezuela, rescatando para la memoria histórica varias generaciones de venezolanos prácticamente anónimos, quienes hicieron posible con su trabajo que la Nación recibiera grandes volúmenes de dinero derivados de la actividad petrolera, dinero que rara vez fuera bien empleado y honestamente utilizado por los políticos de turno.  Sería una labor que los venezolanos del futuro agradecerían.   

No tiene por qué ser un libro lleno de elogios sino un diccionario biográfico de petroleros venezolanos, lo más completo posible. El solo recuento de lo que estos venezolanos han hecho sería suficiente panegírico.

Por ejemplo, cuanto no diría la sección sobre Alberto Quirós de las actividades de ese gigante de la industria petrolera venezolana? Podríamos averiguar sobre lo que llevó a cabo Ernesto Sugar, sobre los logros de Gustavo Inciarte, las iniciativas tomadas por Guillermo Rodríguez Eraso, la constancia ciudadana de Humberto Peñaloza, la digna carrera de Luis Plaz Bruzual, la distinción de Siro Vásquez, la labor pionera de Guillermo Zuloaga  y de los hermanos Aguerrevere,  la vocación de historiador de Aníbal Martínez, la obra académica y científica de Clemente González de Juana, la labor de hormiguita de Alirio Bellizia, la labor gremial de Ovidio Suárez, la labor de Jack Tarbes, la callada labor del petrofísico Miguel Fraíno, el incansable trabajo académico de Franco Urbani, la vocación didáctica de Orlando Méndez, la sólida habilidad gerencial de Pablo Reimpell o Samuel Wilhem. Conoceríamos las trayectorias de Luis Pacheco, Arnaldo Salazar, Diego González, Julius Trinkunas, José Rafael Domínguez, Erimar von der Osten, Daisy Pérez, Nelson Olmedillo, Hans Krause y Xavier Picard.  Tendrían que ser varios los volúmenes para incluir a los miembros de la larga y digna línea de petroleros venezolanos quienes dieron su mejor esfuerzo a la industria que amaron y aman. Yo tuve el privilegio de verlos en acción, de haber compartido con muchos de ellos los grandes y rutinarios momentos de sus carreras.

Este sería un excelente proyecto conjunto de las Sociedades de Ingenieros de Petróleo y de Geólogos, de centros de estudio como COENER y el IESA y de la facultad de Petróleo de la UCV, por mencionar algunas instituciones íntimamente relacionadas con la industria petrolera. Venezuela necesita exaltar las figuras de sus buenos ciudadanos, sobre todo en una época en la cual son los malhechores quienes ostentan el poder y se hacen descarada propaganda.