Jose María Vargas: el símbolo de la Venezuela civilizada.
Opinión
El fin del control absoluto
Gustavo Coronel
Para LA NACION
Lunes 27 de setiembre de 2010
Publicado en edición impresa .
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WASHINGTON.- Las elecciones de ayer tuvieron un fuerte sabor presidencial. Obligado por la creciente oposición a su gobierno y por la naturaleza poco distinguida de sus candidatos, Hugo Chávez decidió hacer una campaña electoral como si él fuese el postulante.
Esta estrategia representa una admisión de que no existe un sólido y perdurable movimiento ideológico detrás de su figura, como sí lo ha sido el peronismo, y de que su presencia en el poder representa sólo un caso más de caudillismo tradicional latinoamericano.
Lo que se puso en juego es el control de la Asamblea Nacional, el cual ha sido absoluto por parte del chavismo desde que la oposición hizo un boicot a las últimas elecciones de ese tipo en 2005. Esta vez la oposición estuvo significativamente unida y cabalgó sobre una ola de errores de política doméstica y exterior por parte de Chávez.
Hay pocas dudas de que la oposición obtendrá un significativo número de diputados en la Asamblea Nacional, a pesar del pronunciado ventajismo gubernamental y la parcialización a favor de Chávez de instituciones que deberían ser independientes, como el Consejo Nacional Electoral y el ejército.
Reordenamiento
Una reciente modificación de la ley electoral, aprobada por la Asamblea chavista, produjo un reordenamiento de los circuitos electorales que les darán a las áreas rurales de voto chavista una sobrerrepresentación, al compararlas con algunas de las regiones urbanas donde la oposición ya constituye una mayoría. Esto significa que, aun cuando la oposición obtuviese una mayoría del voto popular, podría no tendría la mayoría en la Asamblea.
Sin embargo, la importancia del voto popular tendrá un efecto psicológico muy grande con miras a las elecciones presidenciales de 2012. Todas las encuestas hechas en las últimas semanas habían mostrado una división muy pareja entre las dos tendencias. En algunas encuestas el gobierno ganaba por dos o tres puntos porcentuales, y en otras era precisamente al contrario.
Encuestas en boca de urna obtenidas alrededor de las 16 de la mayoría de los estados del país indicaban una proyección que daría al gobierno una leve ventaja frente a las fuerzas opositoras.
De confirmarse, esto representaría una significativa modificación del equilibrio de fuerzas en la Asamblea Nacional: Chávez dejaría de tener el control total y muchas de sus decisiones enfrentarían grandes obstáculos.
Estamos en el umbral de un cambio importante en el cuadro político venezolano, el cual tendrá un gran impacto en el hemisferio.
El autor es un analista político venezolano.
1 comentario:
Dr.,
Excelente artículo. Ya el chavocastrismo es minoría frente a las fuerzas de la unidad democrática. HCH está sobreviviendo, no gobernando.
Saben con certeza que tienen el sol en la espalda y que Venezuela rechaza, en forma mayoritaria, lo que tratan de imponerle.
Estoy seguro que Ud., por sus credenciales morales, será uno de los llamados para la gran tarea que conllevará la reconstrucción del país.
Venezuela está despertando.
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