Iglesias e Insulza: separados al nacer?

                                                Unidos por la cadera?
Con diferencia de días dos líderes latinoamericanos han opinado sobre Bolivia de manera tan similar que daría la impresión de que las respuestas hubiesen sido coordinadas para apuntalar la presidencia de Evo Morales. Esto, por supuesto, es lícito pero a mí no me gusta nada. No olvido que Iglesias cabildeó insistentemente por la re-elección de Insulza en la OEA

Enrique Iglesias, preguntado sobre Bolivia, dijo: “ es positivo que un país de mayoría indígena tenga un gobierno indígena. Hemos de sentirnos orgullosos. Eso es bueno. Con todos los problemas que ha habido, esa revolución ha sido mucho menos traumática de lo que pudo haber sido…. a pesar de las discrepancias y distintas visiones de la conducción del proceso boliviano, es un país que está en paz, con una revolución muy profunda”.

Esto es, casi palabra por palabra, lo que dijo Insulza, quien le habló así a Evo Morales: “Poca gente en el exterior no tiene aún la visión de lo mucho que aquí ha ocurrido y sobre todo, Presidente (Evo Morales), del escaso costo humano, porque en realidad los procesos revolucionarios generalmente tienen un costo. Admiramos cómo en Bolivia se ha ido transformando la vida, cómo se ha ido haciendo que la gente viva bien”. Y agregó: “Hemos definido el proceso de cambio que tiene lugar en Bolivia como un proceso histórico, y quiero felicitar al Presidente, al Vicepresidente y a todo su Gobierno por los grandes avances que se han logrado al romper antiguos paradigmas con iniciativas que conllevan a un país más incluyente y participativo, con estrategias de transformación productiva para que los ciudadanos bolivianos puedan vivir bien”.

Parecería evidente que los dos destacados líderes de la región han estado hablándose y puesto de acuerdo para defender a la “revolución” boliviana. Algo similar hicieron hace algunos meses con relación a la "revolución bolivariana”.

Estas declaraciones no me gustan y doy mis razones, en base a lo que ocurre mientras los líderes hablan:

1. Las declaraciones del comandante militar Boliviano, Antonio Cueto, quien ha apoyado el "proceso de cambio" y afirmado que el Ejército se declara "socialista, anti-imperialista y anticapitalista". Para los demócratas del hemisferio, argumenta UNOAMËRICA, esto representa una etapa más en el proceso de destrucción de la institucionalidad democrática boliviana y de la subordinación de las instituciones fundamentales del Estado al Movimiento Al Socialismo (MAS).

2. El gobierno de Bolivia ha iniciado una soez campaña contra la iglesia católica boliviana y de la prensa libre boliviana.

3. El gobierno de Bolivia es responsable por la masacre de Pando, mientras el ex-prefecto Leopoldo Fernández permanece preso sin garantías y sin derecho a la defensa.

4. La constitución de Bolivia fue aprobada ilegalmente, de manera arbitraria, en una instalación militar, sin presencia de la oposición.

5. El sistema judicial boliviano está intervenido por Evo Morales y no es independiente.

6. Evo Morales es un amanuense de Hiugo Chávez y recibe dinero y materiales de Chávez. Se ha visto a Morales entregar cheques de dinero venezolano a sus alcaldes y militares amigos.

7. El régimen de Moraes no es incluyente. No es que el sector indígena predomine, sino que se discrimina a la clase media y empresarial, sobretodo la que vive en  la mitad más próspera del país, la Media Luna. Iglesias olvida que aunque la mayoría de la población sea indígena, el gobierno no debe ser "indígena" sino que debe ser prural.

8. E sector petrolero Boliviano bajo Morales es ineficiente y corrupto. Ls reservas de gas natural son la mitad de lo que se había estimado anteriormente y la producción de petróleo ha caído dramaticamente, obligando a la importación creciente de productos.

Hay que preguntarse: que clase de líderes son estos? Deben seguir en posiciones de autoridad? Iglesias e Insulza, a juzgar por sus opiniones sobre Venezuela, Bolivia y Cuba, me lucen como obstáculos al progreso político y espiritual de América Latina.
Yo estoy dispuesto a rectificar mi opinión, a la luz de evidencias en contrario. Mientras tanto, los considero un obstáculo para el progreso de nuestro hemisferio, parte del problema y no parte de la solución.