El presidente de Túnez, Ben Alí, quien había estado 23 años en el poder, tuvo que huir hoy del país cediendo a una protesta popular masiva. La gente se cansó del déspota. Desea un cambio de gobierno, desean ver a alguien quien sirva al país y no soportan más la élite corrupta. El pueblo se cansó de pasar trabajo y de observar la corrupción de la familia del presidente y de su entorno.
Al Sr. Ben Alí lo reemplaza temporalmente el Primer Ministro, quien no parece estar envuelto en la corrupción que tanto indignó al pueblo.
Parece ser la primera vez que una revuelta popular, no inspirada por ideologías políticas o religiosas, promueve un cambio de régimen en un país árabe.
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