Sharon Stone, despreciable y maravillosa
Durante el último año he estado tratando de ver completa la película llamada “CASINO” por varias razones. Me encanta Sharon Stone, me gusta mucho como actúan Robert de Niro y Joe Pesce. Me encantaba Don Nickles como cómico y en esta película me interesa verlo hacer un papel diferente, bovino, silencioso, que me parece magistral. Me gusta James Wood. Es una película estilo El Padrino, con ese acento mafioso italiano que es tan simpático y tan letal.
Caramba, pero tenía como seis meses tratando de verla completa sin poder hacerlo. Por qué? Tiempo no me falta porque ya estoy, como prefiero decirlo, “semi-retirado”. Ello significa que tengo todo el tiempo que me queda para verla. Si no aparece más en TV la puedo ir a buscar a la esquina.
El problema era otro. Dos problemas, realmente. Uno, que el personaje de Sharon Stone es tan despreciable que me indignaba ver como el marido, De Niro, la recibía de regreso en la casa y parecía perdonarla…. hasta la próxima infidelidad. No podía entender como Sharon engañaba a De Niro, hasta con Joe Pesce, pero, bueno, eso es parte de la trama de la película. Cada vez que la veía regresar adonde la esperaba De Niro, apagaba el televisor de la rabieta.
Dos, la violencia de esa película. Demasiado violenta. No solo verbal ya que Pesce dispara la palabrita favorita de los bajos fondos, esa de F***** esto o aquello a cada cinco segundos (la palabra es usada 422 veces en el film), sino que el tipo mata gente a diestra y siniestra, en diferentes formas y estilos y a el no le va mejor al final de la cinta. Eso sí, en paralelo, es fascinante ver como De Niro, vestido exquisitamente, con atavíos de color magenta o amarillo limón, fumando incesantemente, maneja todo aquella degradación con una cierta elegancia, como si la vaina no fuera con él.
A medida que transcurre la acción los organismos del estado tipo FBI, Congreso y otras autoridades federales van estrechando el cerco en torno a los mafiosos, pero le dan suficientemente tiempo a Sharon Stone para que trate de huir a Europa con el gigoló de James Wood y llevándose a la única hija de su matrimonio con De Niro, así como un dinero.
Esta trama y trauma familiar corre en paralelo y hasta sirve de promoción al derrumbe mayor de la mafia. El derrumbe de la mafia está acompañado de una matazón donde no queda (casi) ni el gato. Hay un solo sobreviviente solitario de esta orgía de violencia, adivínenlo ustedes.
Después de terminar de ver esta película desarrollé una fuerte arritmia cardíaca y tuve que pasar una media hora tratando de regresar a la normalidad a base de antiácidos.
Véanla ustedes por propia cuenta y riesgo, Las actuaciones son buenísimas y Sharon Stone es despreciable y maravillosa.
1 comentario:
Dr. Coronel,
No he visto la película Casino, pero cuando la vea, le haré llegar mis impresiones.
Aprovecho para referirme al movimiento táctico efectuado por Chávez, a raíz de que fue derrotado en las pasadas elecciones de 2012: llamada al diálogo con disfraz de cordero, quitándole presión por un tiempito al acelerador para radicalizar su proyecto de consolidar su proyecto castrocomunista en Venezuela. Sinembargo, no sólo las informaciones sobre su erosión en el apoyo popular y el haberse persuadido de que la pisada al acelerador para radicalizar su proyecto se efectuó antes de tiempo, parecen estar entre las causas de este movimiento táctico de Chávez. A ésto, podrían agregarse los efectos que pueden haber producido en Chávez, las cada vez más crecientes manifestaciones en contra de gobiernos dictatoriales en otros países, como sucedió con Ben Alí en Túnez y está comenzando a suceder con Mubarak en Egipto.
El problema es que la llamada al diálogo de Chávez no pasa de ser un señuelo, ya que hoy las noticias apuntan hacia la confirmación de las inversiones rusas en las plantaciones de plátano del Sur del Lago de Maracaibo, motivo real de las ilegales y violentas expropiaciones efectuadas por Chávez sobre parte fundamental de las haciendas más productivas del país, así como la entrega a los turcos y chinos del negocio de las cacareadas viviendas, mientras negocia con estos últimos la importación de insumos agrícolas y de todo tipo para seguir ahogando el sector productivo nacional. Estas acciones de Chávez no hacen sino profundizar su labor para concentrar en el gobierno todas las riendas económicas, incrementar la dependencia de los venezolanos de los productos y servicios importados y seguir destruyendo al sector privado del país.
Mientras tanto, las fuerzas de la alternativa democrática de oposición parecen haber caído en la trampa del gobierno y han bajado la guardia en las acciones que recomendaba su carácter de depositario de la mayoría nacional, con el fin de, entre otras, obener la derogatoria de la ley habilitante, desacatar el paquete de leyes inconstitucionales aprobadas por la extinta Asamblea Nacional a última hora, demandar la libertad de los presos políticos y exigir una clara rendición de cuentas sobre el uso de los cuantiosos recursos obtenidos por Chávez durante los doce años de su gobierno. Las noticias de hoy no dejan lugar a dudas de que la oposición se entretiene con el juego de las variadas candidaturas que ya se asoman, mientras los gobernadores se ponen a la orden de Chávez para realizar acciones conjuntas de diverso orden con el gobierno y, por su parte, las cámaras de construcción privadas reclaman parte de los jugosos negocios envueltos en la nave insignia donde Chávez ha cifrado su arribo a la victoria en las próximas elecciones del 2012: la construcción de 300 mil viviendas en los próximos dos años.
En otras palabras, así como Chávez se las ingenió para lograr que Colombia bajara el perfil en las reclamaciones iniciadas por Uribe en la Haya para juzgarlo, mediante un pacto de no agresión con Santos, ahora, bajo el pretexto del diálogo, sin entregar nada efectivo a cambio, Chávez parece estar logrando que la oposición baje la guardia y le tienda un puente cómodo para llegar a las elecciones del 2012.
Dr. Coronel, se impone, entonces, una rectificación urgente de esta conducta de la oposición democrática, pues todavía es tiempo de llamar a un "Vuelvan Caras" para denunciar y derrotar esta nueva maniobra del teniente-coronel Chávez, en su afán estratégico de consolidar su dictadura castrocomunista en Venezuela.
Espero que sabrá perdonar usted que me haya referido al anterior tema, en el marco de su apreciado artículo sobre Casino, pero las circunstancias apremian, ante la jugada de Chávez y la pisada de concha e' mango de la oposición en Venezuela. Lo saluda, su siempre apreciador y amigo, Hermágoras Soto Montiel.
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