Ayer, Enero 29 el presidente Hugo Chávez dijo emocionado que el gobierno “había reconstruído un submarino de origen alemán” y lo definió como “indetectable”. Primero dijo que había sido “hecho” en Venezuela, luego dijo “reconstruído”. Agregó que “los yankees nos estaban bloqueando la tecnología”. Para hacer este anuncio se llevó a cabo una cadena de radio y televisión.
Vamos por partes.
1. Lo que Chávez llama un submarino hecho en Venezuela o, bueno, reconstruído en Venezuela, es el humilde submarino Sábalo, S31, de fabricación alemana, con 36 añitos a cuestas, ordenado en 1971 y entregado en 1976. Siendo de fabricación alemana y siendo la ‘reconstrución” supervisada por la empresa alemana que lo fabricó, uno no puede entender porque Chávez dice que los yankees le estaban “bloqueando la tecnología”. Ello es apenas una muestra más de su patológica obsesión anti-estadounidense.
2. Lo que Chávez no dijo es que el submarino se encontraba en reparación en DIANCA, ese vergonzoso nido de reposeros, desde el año 2004. Es decir, la reparación o reconstrucción se tomó la bicoca de siete años.
3. Chávez alega la utilización de un 100 por ciento de mano de obra venezolana en esta larguísima reparación, pero la verdad es que actuaron unas once empresas extranjeras y la empresa alemana constructora supervisó la obra en todo momento.
4. La inversión anunciada oficialmente fue de $61 millones y ya nos imaginamos cuanto habrá sido el “ñemeo”. No me extrañaría que se pudiese comprar en USA, Francia o hasta en Rusia, un submarino en buen estado por menos de esa cantidad, y no para ser entregado en siete años sino en materia de días.
5. El pomposo y ridículo acto acto contó con la presencia del Comandante General de la Armada, Almirante Carlos Máximo Aniasi Turchio, identificado como uno de los militares venezolanos más cercanos al narcotraficante Makled. Este militar, durante la celebración del dia de la Armada Venezolana dijo: “La Armada está sumada a la intención geopolítica (sic) del estado socialista… alineada con el concepto que bien expresara nuestro comandante Hugo Chávez”. De manera que, además de sus amistades poco edificantes con Makled y Lina Ron, este militar es un traidor a su juramento militar de defensa a las leyes y la constitución.
6. Makled, el narcotraficante, dijo en su prisión bogotana que había mantenido amistad y relaciones de negocios con Aniasi Turchio, desde que este oficial había sido presidente del puerto de Puerto Cabello, recibiendo de él una concesión para operar en el puerto por cinco años. Dijo tener los documentos probatorios.
7. Esta “inauguración” del Sábalo es la tercera. La primera fue en 1976, al ser recibio por el gobierno de aquella lejana época. Luego, el 11 de Noviembre de 2009, según informó la Radio Nacional, se realizó en DIANCA la pomposa botadura del Sábalo, S31, encabezando el acto el Almirante Aniasi Turchio. Ahora, este tercer evento, es una especie de tercer debut.
8. DIANCA es un organismo vergonzoso. Según sus mismos trabajadores no posee equipos ni tecnología adecuada. Así lo manifiesta Pedro Henriquez, secretario general del sindicato SUTINS. En toda su historia DIANCA solo ha llevado a cabo una labor importante, la construcción del tanquero BORBURATA, creo que en los años 60, el cual terminó costando bastante más del doble de lo que hubiese costado en un astillero extranjero. Otro directivo, Manuel Gallegos, alertó sobre el pésimo estado en el cual se encuentra el astillero porteño. Las fosas estan deterioradas, el Sincroelevador trabaja a menos de la mitad de su capacidad. El galpón principal, la sala de bomba y la planta eléctrica no funcionan.
9. Hace unos años, en Febrero 11, 2006, Juan Francisco Salas Romero escribió en www.analitica.com sobre el submarino Sábalo, S31, y dijo: “El lector, si lo desea, puede abrir el vínculo de la página web de la empresa alemana [fabricante] y puede observar el deficiente estado de la obra viva de este submarino que no parece haber hecho muchas inmersiones y menos aún haber entrado en dique seco hace un tiempo relativamente prudente. Su obra viva así lo denota. No sólo presenta balanos adheridos a ella por aguas paradas y poco profundas sino también óxido por falta de mantenimiento. Por lo visto es ya norma usual en esta armada no mantener a sus buques”.
Esta historia del Sábalo, S31, es una verguenza más del circo chavista: payasos, ilusionistas malos, contorsionistas y fieras flacuchentas en busca de lo que se puedan tragar.
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