Hasta Aristóulo Istúriz se asombra de la mediocridad de su gente
El viaje de tres miembros de la oposición democrática a Washington DC, a entrevistarse con el Secretario General de la OEA, José Mguél Insulza, es definido por la pobre Cilia Flores, como “una conspiración de apátridas, de traidores”. No sabe la pobre Cilia que la OEA es una organización hemisférica, de la cual Venezuela es miembro, y no una organización terrorista como las FARC o la ETA, a las cuales la pobre Cilia si reconoce como genuinas. Los diputados de la oposición viajan a la luz del día, sin ocultar su propósito de denunciar a Hugo Chávez como el dictador que es.
La denuncia de Chávez como dictador en todos los foros del mundo está en marcha, no importa lo que la pobre Cilia trate de hacer para impedirlo.
En la Asamblea Nacional el espectáculo de Cilia y de Soto Rojas es una fuente inagotable de risas. Quien ve a Sotos Rojas derrochando percha de las tiendas del Alba y lo oyen hablar, según nos dice Milagros Socorro, “como quien masca maíz para hacer chicha”, tienen que darse cuenta de que este es un régimen de payasos.
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