jueves, 24 de julio de 2014

Un viaje dentro del "Viaje" (I)


 Desde el 6 hasta el 22 de Julio mi esposa y yo emprendimos un viaje dentro de ese más amplio viaje que nos describe Constantino Kafavis en su bello poema “ITACA”. Nos advierte el poeta que siempre debemos tener a Itaca en nuestra mente, ese puerto mítico que marca el final de nuestras vidas. Y en ese espíritu nos recomienda:

Cuando te encuentres de camino a Ítaca,
desea que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimientos. 
….
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con qué alegría, con gozo
arribes a puertos nunca antes vistos 
…”

Mi esposa y yo nos dijimos que a mi edad  (tendré  81años dentro de unas semana) era buena idea  ver, mientras podíamos, algunos sitios que nunca habíamos visto. 
Los seres humanos tenemos un destino, eso que finalmente nos ocurre, así como también tenemos sueños y anhelos, algunos de los cuales logramos realizar.
Este fué uno de ellos. Mi esposa alimentaba desde hace años el deseo de ver a San Petersburgo y caminar por las galerías del Hermitage. Yo pensaba en un buen “borscht”, caviar y blinis y una buena vodka, además de pasearme por Nevsky Prospect.  Los dos compartíamos anhelos de conocer los países nórdicos, comarcas que nos imaginábamos exóticas y que sabíamos  poseedoras de una envidiable calidad de vida. 
Se nos presentó la oportunidad de hacerlo, debido a un ingreso imprevisto por traducciones, como el que nos sirvió par irnos a España hace dos años. Pudimos comprar boletos aéreos para Copenhagen y reservar una cabina ( “partial obstructed view”) , en un crucero de doce días por el Báltico en Holland-America Lines. El crucero tocaría en varios de esos atractivos puertos a los cuales se refiere Kafavis: Talinn en Estonia, San Petersburgo en Rusia, Helsinski en Finlandia, Estocolmo en Suecia, Warmunde y Hamburgo  (Kiel) en Alemania y Copenhagen en Dinamarca.

Al mirar atrás no  me parece nada mál para alguien nacido en Catia y criado en Los Teques  haber hecho este civilizado  recorrido. Crecí en una  apacible y  bucólica Los Teques, de  calles mayormente transitadas por arrieros y beatas, donde el mejor poeta del pueblo, en su mundo de alcohol, aseguraba que su mejor poema era “La Vuelta a la Patria” de Pérez Bonalde.  Pude llevarles saludos de ese poeta de Los Teques, muerto hace años,  a  Pushkin en San Petersburgo, en su bella estatua en el jardín de Mikhailovsky y a Hans Christian Andersen en Copenhagen, cuya efigie en bronce exhibe una expresión de severa bondad en la avenida que lleva su nombre, cerca del Ayuntamiento de la ciudad.


 Con Pushkin, en San Petersburgo

Por poco más de dos semanas caminamos, comimos y  nos sentimos breve parte de esos seis países, siete para ser exactos, porque  a los seis mencionados arriba debo agregarle el hecho de que mucho del personal del barco era Indonesio y ello me permitió practicar mi Bahasa Indonesia con ellos y  hacerles preguntas sobre ese gran país, cuya cultura ha experimentado un gran cambio hacia la modernidad desde que estuvimos allá hace 50 años, trabajando para Shell en Balikapapan.

Decir que nos sentimos parte de esos países visitados es exagerado y hasta presuntuoso, porque apenas permanecimos horas en cada uno: dos días en San Petersburgo y Estocolmo, dos días en Álemania, horas en cada uno de los otros. En verdad, lo posible es obtener impresiones sobre cada sitio, algunas más vigorosas que otras. Para adelantarles algunas, puedo decir una sola palabra sobre cada una de las ciudades visitadas, la cual trataré de sustentar más adelante:

Ciudades visitadas                                Impresión inicial

Copenhagen, de entrada:                   Decepcionante, 30 horas
Talinn:                                               Cautivante, 8 horas
San Petersburgo:                               Triste, 48 horas
Helsinski:                                         Encantadora, cinco horas
Estocolmo:                                       Extraordinaria, 48 horas
Warnemunde:                                   Pintoresca, 8 horas
Hamburgo:                                       Elegante, cino horas
Copenhagen, de salida:                    Semi-Decepcionante (72 horas)

Y el crucero?:                                  Bueno

                                         Itinerario                    

6 de Julio: Vuelo Washington- Copenhagen.
Siete y media horas, en SAS, extraordinario. Un clase turista muy civilizada. Un Airbus 340, confortable. En mi monitor puedo ver películas, escuchar música u observar elprogreso del vuelo, desde el aeropuerto Dulles  hacia el noreste, volando obre Nuev York, Boston, Halifax, Groenlandia, Reikjavik en Islandia, torciendo ligeramente haci el sureste para sobrevolar el norte de Escocia y luego, al este, hacia Copenhagen. Llegamos a la ciudad bajo una ligera lluvia, la única que veríamos en todo nuestro viaje.

7-8 de Julio, COPENHAGEN, de entrada.
Llegamos bajo una ligera llovizna, al aeropuerto de Copenhagen y utilizamos el tren para ir hasta la ciudad, unos $12, en comparación con los $65 que hubiera costado un taxi. El tren andaba con una suavidad soprendente, como sobre terciopelo pero los sectores de la ciudad que atravesábamos se notaban descuidados, con monte, grafitti en las paredes, sin la limpieza que uno asocia con los países nórdicos. Esa fué mi primera impresión. No se disipó al llegar a la Estación Central, tenebrosa, sucia, descuidada, muy concurrida, situada en el corazón de la ciudad,  a una cuadra del Ayuntamiento. Al salir vimos centenares de bicicletas estacionadas a la salida y muchas colillas de cigarrillos en el suelo. La gente que vimos no era nada parecida a la que traía en la imaginación sino una masa mal vestida, tatuada, con aspecto de gitanos, o de clientes de algun bazar de pueblo. Habíamos llegado a Copenhagen? O a algun rincón del tercer mundo?
Caminamos hasta el hotel, a dos cuadras, arrastrando nuestras maletas, como lo hacían  centenares de viajeros que salian de la estacion central. De nuevo, la palabra que me cruzaba la mente una y otra vez era “suciedad”. El contraste entre la Copenhagen de mis sueños y la que veía era muy fuerte. En la zona había gente tipo “homeless” con señales de gran descuido personal.  
Llegamos al hotel, antiguo pero de distinguida fachada, con una pequeña recepción muy pulcra y una atenta recepcionista. Subimos a la habitación en un ascensor de principios de siglo XX. La habitación era de pequeño tamaño con una cama igualmente pequeña. Eso sí, el baño era comparativamente muy grande, con una bañera de heróicas proporciones. Por un momento pensamos en la posibilidad de dormir en la bañera, porque, además, el baño tenía una gran claraboya que podía abrirse, dando paso a una agradable brisa, mientras que la habitación era calurosa.
Después de un descanso de un par de horas salimos mapa en mano a recorrer la ciudad. Estábamos en el centro, a una cuadra del famoso TIVOLI, el centro de atracciones en el cual se inspiró Disney para su Disneyworld. A su lado estaba el hermoso edificio del Ayuntamiento, con una amplia plaza bastante descuidada y pisos cuarteados por la suciedad. De allí seguimos hacia la calle Fredericksberggade, parte de  STROGET, la zona de compras más importante de la ciudad, una calle reservada  los peatones que  se extiende por unos dos kilómetros. Sin embargo, esta calle, la cual recorrimos más de una vez, no es realmente elegante y solo en las últimos metros concentra las mejores tiendas, cerca del Kongens Nytorv, donde está el Teatro Real y el Hotel D’Angleterre. De resto ofrece una sucesión de pequeños restaurantes de hasta lóbrego aspecto, tiendas de segunda categoría, casas de cambio  y mucha venta de souvenirs baratos. Hay cafés con asientos al aire libre, donde la gente se sienta  tomar algo y ver pasar la muchedumbre, la cual es numerosísima a toda hora. Nos llamó la atención la tienda Illums, la cual tiene una bella oferta de artículos para el hogar, de diseño tipicamente danés. El nombre de un pequeño establecimiento nos pareció raro: “Fish and Love”. Comprendimos de que se trataba al verla bien. Los clientes llegan, se descalzan y meten los pies y parte de las piernas en tanques “tramparentes”, como diría Carrasquero,  llenos de agua y de pececillos diminutos, los cuales mordisquean los piés de los clientes, produciendo un efecto, supongo, placentero, no sé si calmante u orgásmico. Los clientes toman champaña mientras dura el evento. Me pregunto si tal actividad es muy higiénica o si no hay posibilidad de contraer alguna infección o, al menos,  de recibir una exagerada y dolorosa serie de mordisquistos.
nos sentamos a ver pasar la gente

Nos sentamos en un café a ver pasar la gente y a compattir la escena y el ambiente de la ciudad.  Vimos algunos de esos seres que permanecen inmóviles por horas, pintados de dorado o de algun otro color intenso, algunos suspendidos en el aire de manera inexplicable, varios limosneros ninguno de los cuales parecía nativo nativo de Dinamarca, muchos turistas vestidos de manera más apropiada para andar por Zanzíbar, lindísimas muchachas escandinavas ataviadas con unas cortísimas faldas, casi unos “baby dolls”, alguna que otra dama entrada en años pero también ataviada con una “baby doll” en abierto desafío al tiempo, mucha gente tatuada, todo un espectáculo multicolor. A media cuadra, una “troupe” africana sonaba incesantemente unos tambores.

Al regresar al hotel, via el Ayuntamiento vimos una gran aglomeración en la plaza adyacente, mucha gente situada alrededor de unos cajones pintados de negro olocados en el suelo. Se trataba de una manifestación islámica en contra de Israél y los cajones representaban ataudes de los palestinos muertos en Gaza. No solo muchos musulmanes sino daneses figuraban en la audiencia. El sitio había adquirido una fisonomía más árabe que nórdica. Unos 300.000 musulmanes viven en Dinamarca, la mayoría en la capital.  

Almorzamos a media tarde en un restaurant chino llamado Magasasa, muy recomendado en Internet, el cual llevaba yo en mi lista de sitios deseables, pero el cual  resultó facilmente olvidable. El resto de la tarde y la mañana del siguiente día nos dedicamos a caminar las calles inmediatamente al sureste del hotel, incluyendo lo que parecía ser la zona roja de la ciudad. Algunos borrachitos dormían en la calle y el olor a desechos humanos era fuerte.
Al mediodía nos fuímos al puerto a tomar el barco “Eurodam”, en el cual haríamos el crucero.   Luego regresaríamos a Copenhagen para pasar tres días, antes de regresar a casa, por lo cual planificamos visitar otros sectors de la ciudad en esa segunda visita. Esta primera vista, sin embargo, nos decepcionó bastante.

En el Eurodam, listos para zarpar.


(continuará) ……

6 comentarios:

Alitas Allie dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Gracias por compartir su experiencia por esa parte del Norte de Europa, a la que algun dia visitare. Mientras tanto, leere su historia y me imaginare como es que son las cosas. con respecto a los musulmanes protestando e Israel en Dinamarca, atrevamonos a manifestar contra las atrocidades de los terroristas musulmanes en Nigeria (secuestro de muchachitas de escuela) para que vean como nos caen a palo limpio. NOt al muslims are terrorists, but most of the terrorists are muslims.

LLevatelo Willie

Anónimo dijo...

Quise decir, vamoa a manifestar contra estos terroristas en un pais musulman, para que vean como nos pulverizan.

Anónimo dijo...

El cabotaje de los Vikingos antiguamente!

Anónimo dijo...

Gustavo no se pierda youtube AhoraVision y DTVMundo...!

Edoardo Sa_pene y DTV - punto de resistencia !

Y ud puede hacer su youtube channel!

Anónimo dijo...

Sitios de la ideo-sincracia latina y cristiana, que todos deberian conocer o saber mas 'acerca' de!:

-Vaticano y Roma
-Coliseo
-Atenas, Grecia
-Venecia [ small Venezuela ]
-Spain and Cristobal Colon
-Jerusalem
-Sinai [10-2=8 mandamientos]
-Meguido

-Egipto sin ninguna mencion PIRAMIDES en la Biblia...!