Un pistolero
de Maduro habla en el Diálogo Inter-Americano
Una numerosa audiencia se dio cita en el Diálogo
Inter-Americano, curiosa por saber cómo podría Bernardo Álvarez Herrera
defender al régimen de Nicolás Maduro. Álvarez está más gordo que cuando era
embajador ante la Casa Blanca. Habla reposadamente, con tono profesoral, para
dar la impresión de racionalidad y calma. Sin embargo, sus palabras revelan su
verdadera naturaleza. Esta es la esencia de lo que dijo:
· En una reciente reunión contamos 1384 noticias negativas
sobre Venezuela en la prensa internacional, especialmente del Washington Post y
el New York Times. Existe una
conspiración internacional contra nosotros, en la cual interviene parte de la oposición. El objetivo es promover una
intervención extranjera en Venezuela. Realmente, lo que
está sucediendo es que el mundo se da cuenta de la magnitud del horror
venezolano. Si hay llamadas crecientes para sancionar al régimen, lo cual es el producto
de una solidaridad similar al que siente
un testigo cuándo ve a un degenerado violar a una mujer.
· Dijo que la carta democrática Inter-Americana era una
telenovela, de inútil aplicación para Venezuela. Añadió que no le dan ninguna
validez ya que la OEA no es imparcial. Añadió, con arrogancia, que ya tenían
tiempo en el poder y que todavía están allí. Álvarez Herrera mostró desprecio por la opinión pública
internacional, la cual llamó parte de un complot en contra del gobierno de
Maduro.
· En relación con la catástrofe venezolana dijo que esta era una situación
generada por los enemigos del régimen, tal como DOLAR TODAY y dijo que el
gobierno había sido muy bueno para los pobres. Añadió que el referendo no era
obligado. Y que podría realizarse [ero no antes de Enero 2017. De esa forma,
añadió, ellos quedarían en el poder, aunque perdieran el referendo. Rehusó Álvarez Herrera admitir que el colapso era debido
a la corrupción e ineptitud del régimen. Culpó a un sitio virtual llamado DOLLAR TODAY por
la tragedia venezolana. Admitió que el régimen haría todo lo legal e ilegal
para bloquear el referendo e impedir que se llevara a cabo este año, lo cual
representaría el final del régimen chavista.
· Dijo que Almagro era un irresponsable y hacía política en la OEA. Añadió
que el Informe Almagro carecerá de validez alguna porque no fue pedido por
Venezuela ni por algún otro país miembro. Dijo que en Venezuela no había habido ruptura
constitucional por lo cual no era necesario convocar una reunión especial de la
organización. Álvarez Herrera ni siquiera se sonrojó cuando negó la
existencia de la ruptura del Estado de derecho en Venezuela. La verdad es que
el régimen es una dictadura apoyada por una Fuerza Armada corrupta, un
narco-estado en el cual altos oficiales están involucrados en tráfico de
drogas.
· Dijo que la crisis humanitaria no existía, ya que no hay hambruna ni
desplazamientos de la población. Esto es un ataque en contra nuestra, añadió,
parte de la campaña de descrédito. Álvarez Herrera es impúdico, como todo representante de
estados fallidos que mienten a pesar de la realidad que los rodea. El régimen
venezolano ha sido un buen discípulo de los hermanos Castro.
· Dijo que el diálogo era posible y que Zapatero y Leonel Fernández,
promovidos por UNASUR, lo estaban adelantando. Sin embargo, el régimen prohibió la visita a Venezuela
del canciller del Vaticano y cabello y Maduro hablan todo el tiempo en contra
del diálogo
·
Dijo que los prisioneros políticos seguirían presos
porque son criminales y la justicia debe aplicarse. Dice esto cuando el mundo ya sabe que estos juicios
fueron amañados y que hay evidencia de los fraudes.
¿Que
hace que gente como Álvarez Herrera sirvan a dictadores de manera tan
despreciable, frente a audiencias que saben que mienten? ¿Que perversión los
hace servir a un ignorante y cruel dictador cuando tuvieron una educación que
les enseñaba defender la democracia, la verdad y la libertad? En Venezuela los
compañeros de Álvarez Herrera en el Colegio San Ignacio publicaron una carta
denunciando su deshonestidad y su traición a los principios y valores que
aprendió en la escuela. No hay dinero ni
cuota de poder que pueda compensar esta rotunda condena moral de sus compañeros
de escuela, quienes permanecen fieles a sus principios. Al leer la carta
recordé lo que le dijo Welch a McCarthy en el Congreso estadounidense, en 1954:
“Es que no
le queda a usted, señor, decencia alguna?
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