domingo, 1 de mayo de 2016

Crónica de Viaje: Parte IV


Con García Lorca, Plaza de Santa Ana

                                      EN LA GRAN Y BELLA MADRID
De Tarragona nos fuímos a Madrid en el tren rápido, el AVE. Este extraordinario tren anda a unos 300 kilómetros por hora pero la velocidad no se siente. Sus asientos están numerados. Nosotros viajamos en el Coche  8, asientos 8A y 8B.  La campiña catalana se ve verde y undulante por las grandes ventanas del tren. En 2:30 minutos estamos en Madrid, en la estación de Atocha. Es Domingo y la afluencia de gente es inmensa. Salimos de la estación con uestras maletas y nos metemos en la col de los taxis, con unas 200 personas por delante. Pero hay más de 200 taxis y en 15 minutos estamos camino del hotel.
El hotel se encontraba situado casi al lado de la Opera de Madrid,  en la cual anunciaban a PARSIFAL para el dia siguiente. No, gracias. No es que no me no me guste la música de Wagner, todo lo contrario. Es que prefiero oirla, sin la ópera. De todas formas, fui a la taquilla y pregunté cuanto tiempo duraría PARSIFAL y me dijeron que cinco horas, con dos intermedios incluidos. Me olvidé. Preferí ir a ver un tablao flamenco en el Corral de la Morería, sobre lo cual comentaré más adelante.
Para quienes estén interesados, este es el link al Preludio de la ópera PARSIFAL, la preferida de Hitler: https://www.youtube.com/watch?v=dij2RqHOIJc.
Prefiero el preludio de Tristán e Isolda:  https://www.youtube.com/watch?v=MT9oIGfBRPQ
Al llegar nos dirigimos rapidamente a uno de nuestros sitios favoritos en Madrid: el Mercado de San Miguel, a unas 12 cuadras del hotel. Queríamos almorzar en el mercado, con aceitunas, jamón, croquetas de pescado y cualquiera otra delicia de las que se encuentran en ese bello mercado, todo con una buena cava ( las hay excelentes a $3 la copa). El gentío que encontramos nos disuadió de ese plan y nos llevó a dejarlo para otro momento. Seguimos caminando por la Calle de Atocha y llegamos a la Calle de la Magdalena, donde vivió Cervantes. En estos dias se cumplen los 400 años de su muerte, ocurrida el 22 de Abril de 1616 y su nombre aparecía en múltiples lugares de la capital. En el número 87 de la Calle de Atocha estuvo la Imprenta de Juan de la Cuesta, donde se imprimió la primera edición del Quijote, en 1605. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo al pasar por esa casa, la cual ya no era, por supuesto, la misma casa. Esta imprenta se trasladó algun tiempo después al número 7 de la Calle de San Eugenio, a corta distancia, donde en 1613 se imprimieron Las Novelas Ejemplares y en 1615 la segunda parte del Quijote. Me emocionó pensar que Cervantes, quien llevó siempre una vida modesta y hasta austera, habia transitado con frecuencia por esas calles, sobre todo porque en 1614 se había mudado al número 18 de la Calle de Huertas, al lado de la Plaza del Ángel. En las adyacencias de esa plaza decidimos almorzar, en la Casa ALBERTO, un restaurant madrileño tradicional: callos, pimentos verdes, patatas bravas, gambas al ajillo y un tartín de manzanas, todo con un buen Rioja, de gran relación calidad/costo. 

Al caer la tarde ya fue hora de regresar lentamente al hotel, pasando por la Puerta del Sol, siguiendo por la Calle El Arenal, con sus tiendas abiertas. En la noche antes de terminar nuestro primer dia en Madrid nos fuimos a un café cercano al hotel, a tomarnos unas copas de vino con sus tapas. Hasta mañana!
El lunes nos levantamos con mucho brío y salimos caminando por la Calle de Bailén y,  llegando a la Calle Mayor, cruzamos hacia la Plaza Mayor y el Mercado de San Miguel, determinados a desayunarnos allí. A las 11 de la Mañana encontramos poca gente y comenzamos con jugos de frutas, luego café o chocolate con un par de churros, una caminadita, y regreso al mercado para aceitunas y jerez. Las aceitunas son muy variadas en tamaño, sabor y rellenos.
Luego tomamos la Calle Las Huertas, la cual nos llevó casi directamente al Museo del Prado. Íbamos a ver las grandes obras de Goya, El Greco y Velásquez, por supuesto, pero también la exhibición de 30 cuadros del pintor francés Georges De La Tour (1593-1652). No puedo describir el impacto que nos causó esta exhibición de De La Tour. La fuerza expresiva de las caras pintadas por este pintor, relativamente poco conocido, solo pueden ser igualadas por los flamencos, en especial, Frans Hals, un contemporáneo de De La Tour, cuya obra es posible que él conociera porque puede advertirse gran similitud. La obra de De La Tour ha sido comparada con el trabajo del pintor flamenco Hendrick Ter Brugghen. El pintor se especializó en retratar a personas humildes, mujeres y ancianos, músicos ciegos, mendigos, con las figuras generalmente a la luz de un candil.

Pasamos un par de horas en el Prado, admirando tantas maravillas y luego seguimos camino hacia la Calle Serrano, la zona más elegante de Madrid para hacer compras (de precios generalmente inalcanzables). Caminamos por el Paseo del Prado, pasamos por la Fuente de Cibeles, continuamos hasta la estaua de Colón y allí cruzamos hacia el este por la Calle Goya, donde – a una media cuadra de ese cruce -  se encuentra la frutería más bella de Madrid. Es una delicia entrar allí, admirar el multicolorido de las frutas  y disfrutar de su aroma. Imposible no tomarse un jugo allí (2.5 euros)
En la Calle Serrano entramos a una librería muy bella y allí compré un libro de Italo Calvino que me ha recomendó Paola Pasquali: Seis Propuestas para el próximo milenio. Esta obra consta de cinco conferencias y un ensayo adicional que Calvino preparaba para dar en Harvard en 1986 cuando falleció, semanas antes de viajar. Cuando termine de leerlo les cuento, pero me gusta lo que he leído hasta ahora, sobre su preferencia por la levedad en la literatura (contra el peso). En una ciudad contagiada por la fiebre cervantina, este mensaje de Calvino tiene más eco que el de Humberto. Que más leve y más bello que este terceto de Cervantes, en “Gelasia”? :

Del campo son y han sido mis amores
Rosas son y jazmines mis cadenas
Libre nascí, y en libertad me fundo

Esa arrogancia de hombre libre nos recuerda a Lope de Vega, quien fue primero amigo y luego no tan amigo de Cervantes, cuando dice en sus Cantares:


A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.

De regreso a la zona de la Plaza Mayor cometemos el primero de los dos errores que cometimos ese Lunes: almorzar en Las Cuevas de Luis Candelas. Este es un restaurant al cual hemos ido las cuatro veces que hemos estado en Madrid, la primera vez hace unos 53 años. Notábamos que se había ido convirtiendo en un lugar demasiado turístico y esta vez pudimos comprobarlo. Ya no regresaremos allí. La comida indiferente, los precios muy altos.
El segundo error fue ir esa noche al tablao flamenco del Corral de la Morería. Anunciado como el mejor de Madrid este es un espectáculo que ya carece del colorido y entusiasmo de antaño. Esta vez vimos un grupo de tres cantaores de poca inspiración, un par de guitarristas desafinados, dos bailaores de segunda y una joven quien bailaba muy bien pero con cierto desgano, probablemente contagiada por el resto del elenco. La sala es incómoda y los mesoneros se atraviesan con demasiada frecuencia obstaculizando lo que había que ver. Decidimos que ya estaba bien de flamenco para nosotros. O el flamenco ha cambiado o nosotros hemos cambiado. Cualquiera que sea la razón no nos entusiasmó pagar $120 por persona por un espectáculo mediocre, dinero laboriosamente ahorrado, no producto de un contrato con Corpoelec. 
Nuestro último dia en Madrid nos llevó a una larga caminata, esta vez bajo la lluvia. Tomamos de nuevo la Calle Bailén y visitamos la Basílica de San Francisco el Mayor. Esta soberbia iglesia es considerada por los madrileños como “su” iglesia, más aún que la Catedral. Seguimos hasta la puerta de Toledo, tomamos la Ronda de Toledo, una calle con ferreterías y aspecto que nos recuerda a la Avenida Urdaneta. Tomamos la Ronda de Valencia y nos paramos en el Centro de Arte de la Reina Cristina. COntinuamos por el Paseo del Prado y nos paramos en un sitio muy agradable llamado La Platería, restaurant que dice haber estado allí por más de 100 años. Nos secamos con unas copas de un Luberri Rioja 2015, realmente delicioso. Seguimos caminando hasta la Biblioteca Nacional de España y allí visitamos su librería y compro una pequeña pro extraordinaria semblanza de cervantes, de Antonio Rey Hazas, un magnífico recuento de la vida de Cervantes y de su obra en unas pocas páginas (7 euros). Regresamos a la calle Serrano, donde estuve a punto de cometer una locura, comprarme un saco en Massimo Duti. Resistí la tentación y continuamos hacia lo que sería un último almuerzo en Madrid, el cual resultó inolvidable, en el Saint James, de la calle Juan Bravo. El rebelde Juan Bravo (1583-1521), quien le da nombre a la calle, fue el líder de la rebelión de los Comuneros, derrotado en Villalar y dcapitado. Su esposa era María Coronel, hija de Abraham Senior, judío converso quien fuera rebautizado por el rey de España con el apellido Coronel. Hoy en dia existen las dos familias: la Senior y la Coronel y la casa en Segovia, hoy un museo en la Judería, es indistintamente conocida como la casa de los Senior o de los Coronel.
El restaurant Saint James es una arrocería de gran reputación en Madriid. Nos fue recomendada por Antonio Pasquali, quien nos sugirió hasta la combinación peferida: una palla de mariscos con un buen Albariño, bien frío. Como la paella tardaba unos 30 minutos comenzamos con una sopa de verduras, bien calientita, para recuperarnos de la lluvia. Luego una pequeña ensalada fresca, pan y de inmediato la maravillosa paella y el exquisito Albariño de cuyo nombre quisiera acordarme. Solo recuerdo el precio: 20 euros. Luego de la inolvidable paella vendría una todavía mejor sorpresa: el postre, el cual fue una sopa de mango con fresas y un helado de parchita en el centro, como una isla. No suelo cmer postres pero este será recordado por mí por mucho tiempo, hasta después de que haya olvidado la gran paella. Llamamos al autor de aquella maravilla y le felicitamos, ya que no podíamos darle una propina de 10.000 euros, como dicen que hace el primo de Rafael Ramírez. Respondiendo a la felictación el gran repostero nos envió otra delicadeza de su creación y la casa nos obsequió un licor.
Después de este inolvdable almuerzo regresamos caminando al hotel por una vía diferente, por la Calle Génova, cruzamos en la Calle Hortaleza (arreció la lluvia) hacia la Gran Vía, hasta llegar a la Plaza del Callao, tomando la Calle Preciados hasta la Cuesta de Santo Domingo, al hotel. Según el "pasímetro" de Marianela, caminamos unos 13 kilómetros. Mis zapatos  los creí perdidos pero los logré semi-recuperar en el hotel usando la secadora de pelo. Sin embargo han quedado de dos tonos porque son de gamuza.  
El jueves 21 volamos a Miami y a casa, dos vuelos excelentes. Gustavo hijo nos estaba esperando en el aeropuerto. Eran las 3:30 am hora de Madrid. Me tomó un rato largo sentirme sufientemente relajado para dormir, tan lleno de impresiones.

Hasta me comí una aceitunas que encontré en la nevera pero... no sabían lo mismo. En Virginia están fuera de su habitat. Imposible recrear el sabor de España! El sitio que más se le acercaba era La Candelaria, en Caracas.   

Mi viaje me recuerda a la ITACA de Kavafis:
“Ten siempre a Itaca en tu mente. 
Llegar allí es tu destino. 
Mas no apresures nunca el viaje. 
Mejor que dure muchos años 
y atracar, viejo ya, en la isla, 
enriquecido de cuanto ganaste en el camino 
sin esperar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje. 
Sin ella no habrías emprendido el camino…... “.
No tengo prisa en llegar a ITACA. Hay tanta belleza que admirar!  



    

10 comentarios:

Roberto Carlos dijo...

Well, it's one for the money,
Two for the show,
Three to get ready,
Now go, cat, go.

But don't you step on my blue suede shoes.
You can do anything but lay off of my Blue suede shoes.

Anónimo dijo...

Excelente descripción, menos mal la lei luego de comer, si no hubiese comido el doble :)

Alitas Allie dijo...

Estuvo en Juan Bravo, don Gustavo, entonces seguro que paso o atraveso mi calle de Conde Peñalver. Alli vivi 8 años hasta hace poco y 1 año y medio cerquita de alli en Fundadores cuando niña mientras mis dos hermanos estudiaban en el Real Colegio Alfonso XII Agustinos, en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial.

Aun siendo hija de donostiarras, habituada a sus costumbres, cultura etc al principio si que me costo alguito acostumbrarme a vivir en Madrid cuando ya tarde caminaba por sus calles. Era una paronoica total mirando tras de mi por si alguien me perseguia, si me secuestraban, si me atracaban, si me, si me si me... cuanto daño, cuanto chantage emocional, cuanto desgaste nos ha causado la inseguridad en Venezuela.

Saludos cordiales!

Alitas Allie dijo...

Ah! no solo eso Don Gsutavo, recuerdo que por mi zona perdi mi billetera con mi DNI, carnet de conducir, tarjeta de la Seguridad Social, tarjetas de credito, dinero etc. Avise a la portera de mi edificio por si alguien la encontraba. Al dia siguiente me dejaron los barrenderos un papelito con su telefono en la porteria>>>>> *trabajadores que ademas, sin fallar todas las noches lavan mi calle y sus respectivos bancos de madera con manguera*. A media noche afuera les esperaba para cuando pasaran aseando e intacta me fue devuelta.

Eso se llama calidad de vida!

ELECE60 dijo...

Estimado Sr. Coronel,

tengo algunos amigos Norteamericanos en FB que me piden información sobre la situación de Venezuela, específicamente quieren tener una visión general clara de lo que sucede en nuestro país y lo que consiguen en la red o es demasiado puntual (no les da una idea completa) o está demasiado sesgado (en el mejor de los casos se sugiere que lo de Venezuela es sólo el resultado de un mal gobierno democrático). Me gustaría me indicara si conoce algún blog no de noticias sino que ofrezca una versión objetiva y concisa de nuestra tragicomedia, en Inglés por supuesto. Mucho le agradecería su valiosa ayuda....

Anónimo dijo...

Gustavo y comiste Cochinillo a la Segoviana???? La Madre Patria, carajo lastima que no hay trabajo alla, sino agarraria mis cuatro vainas y me lanzara, tengo el pasaporte europeo por ser hijo de inmigrantes gallegos a mi tierra Venezuela, pero por cuestiones de trabajo vivo en Canada donde comerse una buena paella y un cochinillo no es nadita facil. Recuerdo "LA CITA" en La Candelaria donde hacian una Fidegua sabrosita y siempre te atendian los propietarios con mucha calidad.

https://www.tripadvisor.com/Restaurant_Review-g316066-d817065-Reviews-La_Cita-Caracas_Capital_Region.html

Gustavo Coronel dijo...

Hola ELECE60:
No hay UNO que lo tenga todo. Hay que seguir varios.
Los mejores blogs en Inglés sobre la situación venezolana son:
The Devil's excrement, de Miguel Octavio. Excelente en finanzas, muy bien escrito
Venezuela News and Views, Daniel Duquenal, una valiente bitácora sobre la vida en Venezuela, desde Yaracuy;
Caracas Chronicles, el blog de Francisco Toro y Juan Nagel, coordinado por Emiliana Duarte. Mucha variedad de temas.
Buena suerte,
Gustavo

Alba Martinez de Villareal dijo...

Zapatos de gamuza?
Zapatos de gamuza en 2016?
Zapatos de gamuza para salir a caminar kilometros de turista?

Gustavo Coronel dijo...

Si, unos zapatos Rockport muy cómodos que son de gamuza. Además, me los compró mi esposa. Cuando tenga que retirar estos me compro otros igualitos.
Gustavo

Anónimo dijo...

Las alpargatas son muy duras