Chávez no se atreve a viajar fuera de Venezuela: la justicia internacional lo cerca.

El prisionero de Fuerte Tiuna.

En Argentina los tribunales lo esperan para interrogarlo sobre la maleta llena de dinero para la campaña presidencial de Cristina Fernández y sobre las coimas o mordidas existentes en las importaciones argentinas a Venezuela. En España lo esperan los tribunales para interrogarlo sobre las actividades de la ETA en Venezuela. En Centro América lo esperan para interrogarle sobre sus ayudas a Zelaya y sus intervenciones en las políticas internas de esos países. La OEA lo ha emplazado a que pruebe que es inocente de las acusaciones de encubrir terrroristas presentadas por Colombia. En las Naciones Unidas lo esperan para que explique porque su régimen se ha convertido en un promotor, por omisión o peor, del narcotráfico.
Donde puede ir Chávez hoy sin recibir una boleta tribunalicia o un rechazo por parte de la comunidad internacional civilizada? Solo le quedan algunos reductos forajidos, tales como Irán, Corea del Norte, Siria, Nicaragua, Bielorusia, Zimbabue y Cuba. En China no lo quieren ver más. En Chile, Uruguay, Perú o Panamá, nada. En Colombia no duraría media hora sin llevarse unos tomatazos. Correa preferiría no recibirlo. La Unión Europea no lo traga. Algunos países africanos donde existen genocidas o dictadores pudieran recibirlo pero el brazo de la justicia internacional es largo. La Haya está en todas partes. Luis Moreno Ocampo, Diego Arria y grupos cívicos de diferentes países acumulan pruebas. Hugo Chávez es cada día menos presidente y más reo.