sábado, 8 de diciembre de 2012

Contralora Adelina insulta a Transparencia Internacional




Da verguenza tener funcionarios públicos que en lugar de combatir el crimen y la ineptitud combaten a quienes exponen estas lacras.

Tratan de matar al oculista porque se están quedando ciegos.

La abogada Adelina Gonzalez, sucesora del fallecido Clodosbaldo Russián, ha continuado fielmente la trayectoria que Russián transitó, una trayectoria de sumisión al régimen, a contrapelo de su verdadera mision de servir a la justicia y al país. Su conducta es doblemente censurable por tratarse, a juzgar por su C.V. publicado, de una profesional con abundantes logros académicos.

Que hace a una mujer bien educada actuar de manera tan poco íntegra como ella actúa? Solo ella lo sabrá.

 Esto es lo que opina Adelina sobre la posición 168 asignada a Venezuela en el grupo de 178 países, lo cual la hace uno de los países más corruptos del planeta: 

“Esa perversa afirmación no hace distingos y ofende la dignidad de todos los venezolanos. La hace una organización que suele producir informes sin ninguna validación ni respaldo documental, que no están precedidos de estudios, análisis, evaluaciones o auditorías emprendidas con el necesario e imprescindible rigor técnico y metodológico, sino que se basan en la percepción que se deriva de la información que publican los medios de comunicación y las opiniones que proporcionan los dueños de la banca, la industria y el comercio".
Y agregó: “Los pronunciamientos de Transparencia Internacional no tienen reconocimiento por ninguna organización de las que agrupa a las contralorías, tribunales de cuentas u organizaciones auditoras del mundo”.

 Nada de lo que dice Adelina arriba es cierto. Transparencia Internacional es la organización más reconocida del mundo en materia de lucha anti-corrupción. Su metodología ha ido perfeccionándose año tras año y consiste en una encuesta de encuestas, en base a la cual cada país es analizado y comparado con los otros. Las encuestas múltiples resultan en una baja probablidad de error. En el caso de Venezuela utilizan siete encuestas, con una probabilidad combinada de error del 2 por ciento.

Sin embargo, la señora continua diciendo: "Esa organización no está respaldada por la credibilidad y aceptación de los ciudadanos, pues permanentemente emite opiniones sin conocer el marco jurídico de los países y mucho menos, la estructura funcional de los sistemas de control interno y externo a nivel nacional, estadal, municipal o comunitario”.

La señora Adelina parece desconocer que en Venezuela existe un capítulo de Transparencia Internacional que mantiene una observación permanente de la actuación del régimen en materia de transparencia y está al tanto de lo que dicen las leyes y los decretos, quizás hasta más al tanto de lo que lo está ella. 

Prosigue la señora hablando del financiamiento extranjero que recibe Transparencia Internacional. A diferencia del régimen chavista esa organización inetrnacional tiene sus estados de cuenta bien claros. Las donaciones que recibe están especificadas n sus informes publicados. Por cierto, es típico de regimenes autocráticos el coartar la acción de la sociedad civil, como lo hace el régimen chavista y su sumiso Tribunal Supremo de Justicia.


Se lamenta Adelina de que el ranking de Transparencia Internacional incida sobre el riesgo-país. Por supuesto, la mala reputación e irresponsabilidad financiera del régimen chavista mantiene un nivel de riesgo-país para Venezuela que es uno de los más altos del mundo. Pero eso no es culpa de quienes se limitan a presentar los resultados sino culpa del régimen representado por esta señora.

La organización Transparencia Internacional, con actividad en todo el mundo, tiene al menos 40 años analizando la situación de la corrupción a nivel mundial. Aunque la corrupción no tiene fronteras ni está restringida a un  solo sector de la sociedad, es más prevalente en el sector público porque ese es el sector que maneja más recursos. Transparencia Internacional observa este fenómeno en 178 países, no fue creada para ocuparse de Venezuela.

Esta organización tiene mucho tiempo definiendo a Venezuela como un país de muy alta corrupción. Los gobiernos anteriores al de Chávez no lo negaban y trataron de adoptar medidas para combatir ese problema. Durante la década de 1990 el suscrito fundó y manejó una organización dedicada a combatirla, la Agrupación Pro Calidad de Vida, y pudo colaborar con el sector público, representado por el Profesor Adelso Gonzalez Urdaneta, para esta labor. Ese esfuerzo  llevó a Pro Calidad de Vida ser nombrada representante en Venezuela de Transparencia Internacional, desde 1996 hasta 2000, cuando me ausenté de Caracas y no se continuó la tarea.
Cuando llegó Hugo Chávez al poder Transparencia Internacional cayó en la mira del gobierno. José Vicente Rangel primero y Clodosbaldo Russián e Isaías Rodríguez después se encargaron de tratar de desprestigiar a la organización internacional llamándola empresa mercenaria, pagada por Estados Unidos para condenar a Venezuela, como si Venezuela fuera el ombligo del mundo y el objetivo único de la organización. Por supuesto, esta actitud fue parte de una política de tolerancia hacia la corrupción que ha hecho del régimen chavista uno de los más corruptos del mundo. Hoy en día nuestro país tiene el gobierno más corrupto del hemisferio occidental

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya hay unos que pusieron pies en polvorosas, uno de ellos ya tiene pasaporte monegasco.

Anónimo dijo...

Pues toca hacerle lo que a Somoza