Da verguenza tener funcionarios públicos que en lugar de combatir el crimen y la ineptitud combaten a quienes exponen estas lacras.
Tratan
de matar al oculista porque se están quedando ciegos.
Que
hace a una mujer bien educada actuar de manera tan poco íntegra como ella
actúa? Solo ella lo sabrá.
Esto es lo que opina Adelina sobre la posición
168 asignada a Venezuela en el grupo de
178 países, lo cual la hace uno de los países más corruptos del planeta:
“Esa perversa afirmación
no hace distingos y ofende la dignidad de todos los venezolanos. La hace una
organización que suele producir informes sin ninguna validación ni respaldo
documental, que no están precedidos de estudios, análisis, evaluaciones o
auditorías emprendidas con el necesario e imprescindible rigor técnico y
metodológico, sino que se basan en la percepción que se deriva de la
información que publican los medios de comunicación y las opiniones que
proporcionan los dueños de la banca, la industria y el comercio".
Y agregó: “Los pronunciamientos de Transparencia Internacional no tienen reconocimiento por ninguna organización de las que agrupa a las contralorías, tribunales de cuentas u organizaciones auditoras del mundo”.
Y agregó: “Los pronunciamientos de Transparencia Internacional no tienen reconocimiento por ninguna organización de las que agrupa a las contralorías, tribunales de cuentas u organizaciones auditoras del mundo”.
Nada de lo que dice Adelina arriba es cierto.
Transparencia Internacional es la organización más reconocida del mundo en
materia de lucha anti-corrupción. Su metodología ha ido perfeccionándose año
tras año y consiste en una encuesta de encuestas, en base a la cual cada país
es analizado y comparado con los otros. Las encuestas múltiples resultan en una
baja probablidad de error. En el caso de Venezuela utilizan siete encuestas,
con una probabilidad combinada de error del 2 por ciento.
Sin
embargo, la señora continua diciendo: "Esa
organización no está respaldada por la credibilidad y aceptación de los
ciudadanos, pues permanentemente emite opiniones sin conocer el marco jurídico
de los países y mucho menos, la estructura funcional de los sistemas de control
interno y externo a nivel nacional, estadal, municipal o comunitario”.
La
señora Adelina parece desconocer que en Venezuela existe un capítulo de
Transparencia Internacional que mantiene una observación permanente de la
actuación del régimen en materia de transparencia y está al tanto de lo que
dicen las leyes y los decretos, quizás hasta más al tanto de lo que lo está
ella.
Prosigue la señora hablando del financiamiento extranjero que recibe Transparencia Internacional. A diferencia del régimen chavista esa organización inetrnacional tiene sus estados de cuenta bien claros. Las donaciones que recibe están especificadas n sus informes publicados. Por cierto, es típico de regimenes autocráticos el coartar la acción de la sociedad civil, como lo hace el régimen chavista y su sumiso Tribunal Supremo de Justicia.
Prosigue la señora hablando del financiamiento extranjero que recibe Transparencia Internacional. A diferencia del régimen chavista esa organización inetrnacional tiene sus estados de cuenta bien claros. Las donaciones que recibe están especificadas n sus informes publicados. Por cierto, es típico de regimenes autocráticos el coartar la acción de la sociedad civil, como lo hace el régimen chavista y su sumiso Tribunal Supremo de Justicia.
Se lamenta Adelina de que el ranking de Transparencia Internacional incida sobre el riesgo-país. Por supuesto, la mala reputación e irresponsabilidad financiera del régimen chavista mantiene un nivel de riesgo-país para Venezuela que es uno de los más altos del mundo. Pero eso no es culpa de quienes se limitan a presentar los resultados sino culpa del régimen representado por esta señora.
La
organización Transparencia Internacional, con actividad en todo el mundo, tiene
al menos 40 años analizando la situación de la corrupción a nivel mundial.
Aunque la corrupción no tiene fronteras ni está restringida a un solo sector de la sociedad, es más prevalente
en el sector público porque ese es el sector que maneja más recursos.
Transparencia Internacional observa este fenómeno en 178 países, no fue creada
para ocuparse de Venezuela.
Esta
organización tiene mucho tiempo definiendo a Venezuela como un país de muy alta
corrupción. Los gobiernos anteriores al de Chávez no lo negaban y trataron de
adoptar medidas para combatir ese problema. Durante la década de 1990 el
suscrito fundó y manejó una organización dedicada a combatirla, la Agrupación
Pro Calidad de Vida, y pudo colaborar con el sector público, representado por
el Profesor Adelso Gonzalez Urdaneta, para esta labor. Ese esfuerzo llevó a Pro Calidad de Vida ser nombrada
representante en Venezuela de Transparencia Internacional, desde 1996 hasta
2000, cuando me ausenté de Caracas y no se continuó la tarea.
Cuando llegó Hugo Chávez al
poder Transparencia Internacional cayó en la mira del gobierno. José Vicente
Rangel primero y Clodosbaldo Russián e Isaías Rodríguez después se encargaron
de tratar de desprestigiar a la organización internacional llamándola empresa
mercenaria, pagada por Estados Unidos para condenar a Venezuela, como si
Venezuela fuera el ombligo del mundo y el objetivo único de la organización.
Por supuesto, esta actitud fue parte de una política de tolerancia hacia la
corrupción que ha hecho del régimen chavista uno de los más corruptos del
mundo. Hoy en día nuestro país tiene el gobierno más corrupto del hemisferio
occidental
2 comentarios:
Ya hay unos que pusieron pies en polvorosas, uno de ellos ya tiene pasaporte monegasco.
Pues toca hacerle lo que a Somoza
Publicar un comentario