Romanza, entre sus varias
acepciones, es una novela de evento idealizados que no tienen que ver con la
realidad. En este momento se desarrolla
en la misteriosa La Habana, donde no hay prensa ni TV que illumine la
oscuridad, una romanza que bien pudiera llamarse de los dos Chávez y pareciera escrita por el autor de "El hombre de la máscara de hierro", Alejandro Dumas padre. Porque no
otra cosa es la que se desarrolla ante los ojos asombrados de los venezolanos y
de buena parte de América Latina. Sucede, ni más ni menos, que pareciéramos tener dos
Chávez, como si uno no fuera más que suficiente, no jile.
Hay un Chávez que en este momento
se encuentra horizontalizado en la sala especial de un hospital de La Habana
que no figura entre los 500 primeros del mundo, pero – como diría Izarrita – eso
es lo que hay. Está probablemente entubado o, a lo mejor, ya no. Ha tenido muchos dolores y está sedado. El
sangramiento y la obstrucción intestinal han cedido. Pero continua el peligro
de una neumonía, algo que es frecuente en enfermos inmóviles por algun tiempo.
Su mente está aun un tanto confusa, debido
a la sedación. Por lo tanto, no puede pensar con claridad sobre los problemas
de Venezuela. En ocasiones tiene problemas hasta en recordar donde queda ese
país, pués su universo está contenido por las cuatro blancas paredes del hospital. Le
ha pedido a sus allegados que le envien en su nombre grandes saludos a todos
los venezolanos y la salutación ha sido redactada cuidadosamente, mencionando a
los niños y a la navidad.
Su reposo es absoluto y,
efectivamente, muestra una leve mejoría. Los ejercicios que hace son mentales y se limitan a lo más básico: dos y dos son
cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho… ya se fatiga.
Pero en paralelo hay otro Hugo Chávez,
quien en este momento se encuentra haciendo sus ejercicios matinales, flexiones
y estiramientos. Ya el entubado y las pequeñas molestias iniciales han
desaparecido. Su equipo de médicos, los mejores del mundo, le han suministrado
drogas especiales, aun no disponibles para el resto de los mortales, y
oxigenado con frecuencia, lo cual le permite analizar los recientes resultados
electorales y darle instrucciones sobre finanzas, agricultura y transporte
colectivo por SKYPE, para que lo vean, a sus subordinados en Venezuela, país
que visualiza claramente como situado al
norte de América del Sur, entre los meridianos 60 y 73 y entre 1 y 12 grados de
latitud norte y de una superficie de 912.050 kilómetros cuadrados, o más , si
le metemos la zona en disputa con Guyana, (por cierto, tengo que hablarle de
eso a Maduro).
Cual de los dos es el real Chávez?
Nadie lo sabe, solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, la romanza mantiene al
país en parálisis, lo cual no es grave, considerando que cuando se mueve lo
hace en sentido contrario al progreso.
2 comentarios:
Facundo Cabral dixit:
Le tengo mucho miedo a los pendejos, porque son muchos y pueden elegir a un presidente.
Sin comentarios...
LGS
Nadie muere la víspera pero todos sabemos cuando la muerte ronda...
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