miércoles, 19 de marzo de 2014

Anoche no fuí al concierto de Dudamel pero si fuí al Kennedy Center




Anoche se presentaron en el Kennedy Center, de Washington, la Orquesta Filarmónica de Los Angeles y su director Gustavo Dudamel. Dudamel es un talento musical venezolano quien ha decidido apoyar al régimen represivo y dictatorial de Hugo Chávez, primero, y de Nicolás Maduro después, a fin de obtener dinero para el proyecto El Sistema, el cual es financiado por el régimen (unos $150 millones en el año) ,  manejado por Dudamel y su fundador, José Antonio Abreu. Durante las últimas semanas la represión del regimen venezolano se ha acentuado, mientras Dudamel sigue haciendo música y guardando silencio frente a la tragedia venezolana. El dice ser un artista y tener una misión de proteger al Sistema, el cual coloca, en orden de importancia, por encima de la tragedia social y política venezolana.
Anoche me fuí al Kennedy Center, pero no al concierto, sino a distribuír panfletos en contra de Dudamel. Éramos cinco personas en esa tarea, a quienes no identificaré por si acaso, en tres grupitos, sin ponernos previamente de acuerdo.  El panfleto que mi trio preparó mostraba las heridas de los manifestantes a manos de la Guardia Nacional de Venezuela. Y decía que la Sinfonía #1 de John Corigliano, a ser interpretada esa noche, hablaba de una tragedia universal, el SIDA, mientras Dudamel guardaba silencio frente a la tragedia de su país. Lo distribuímos a la salida del Metro de Foggy Bottom, a quienes iban al concierto y en el Kennedy Center propiamente, en las manos de quienes se interesaban por conocer la situación venezolana. No hicimos ruido, no molestamos a nadie, no irrespetamos a nadie. Solo una persona le volteó la espalda a uno de nosotros, diciéndole : “Ya yo contribuí”, pensando que le íbamos a pedir dinero.
Me llamó la atención que alguna de la gente estaba allí con boletos regalados. Tres personas me dijeron que tenían boletos gratis. Una joven que trabaja en la boletería me ofreció uno cuando ya me iba del sitio en el autobús que lleva a la estación del Metro, pero yo no quise aceptarlo. Uno no puede nadar entre dos aguas. Desde que era niño aprendí a amar la música clásica y este era un evento de alta calidad musical. Pero me negué a entrar. Es el precio que hay que pagar por ser fiel a los principios. Y es un precio muy bajo, al compararlo con el precio que están pagando los amantes de la democracia en Venezuela.  
Si convencí a una sola persona que vió el panfleto, me doy por satisfecho.  

Anoche no fuí al concierto de Dudamel en el Kennnedy Center. Fuí a protestar en su contra.  Como decía el protagonista de “Canaima”, novela de Gallegos que leí en mi adolescencia: “Se es o no se es”. 

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por su noble esfuerzo

Unknown dijo...

Estoy sufriendo por querer a Dudamel y a todos los Venezolanos que defienden algo sin considerar el valor de la LIBERTAD que nos ROBAN. Como que si un asesino viene a matar a tu familia y la unica arma que tienes es tu VIOLIN. Y por que no se rompa dejas que maten a tus hijos.

Anónimo dijo...

Massimo, mejor no se puede haber dicho. No voy a defender a mi familia del asesino por no romper el violin. Asi es.
En cuango a Don Gustavo, hubiese dado lo que fuse por haber estado distribuyendo panfletos con Ud.

LLevatelo Willie.

firepig dijo...

Chevere Gustavo!

Gracias.Normalmente no creo que un artista tiene que meterse en la politica pero esta situacion va mas alla de la politica .Venezuela esta en una situacion de emergencia....el tiene obligacion( como el resto de nosotros) a opinar abiertmamente!

Unknown dijo...

Te felicito por haber hecho eso. Si todos expresáramos nuestra opinion asi con respeto, si informaramos - a los que se creen las versiones de las campañas demagogas- lo que realmente sucede, habría menos engañados. Todos tenemos la responsabilidad de hacerlo y muy pocos lo hacemos. Nuevamente: te felicito!

Alitas Allie dijo...

Pues la pasión con la que este director de orquesta hace música"- su liderazgo musical se siente en cuatro continentes. Solidarizarse y utilizer esa pasion en parte para las injusticias que esta sufriendo su patria seria loable por su parte.

Ha desaprovechado la oportunidad de asumir una posición moral.
Es uno de los directores más condecorados de su generación y segun la revista "Times" entre los 100 mas influyentes del mundo.

"Es un gigante de la música pero un enano de la moral", sentenció Hausmann,ahora professor de la prestigiosa Universidad de Harvard.

Talentos como el, tambien tienen responsabilidades... que pena! tienen grandes resposabilidades

Anónimo dijo...

"Es un gigante de la música pero un enano de la moral", sentenció Hausmann,ahora professor de la prestigiosa Universidad de Harvard.

Anónimo dijo...

Tantos pero tantos "Venezolanistas dizque de Corazon" aunque solo se jactan de serlo de la boca pa'fuera, que a la minima de cambio procuran parir sus hijos en Los Angeles, Ca.

Que de malo tiene nacer en Barquisimeto o en Caracas...

What a "cultural ethos" posh-snob chavista!!!

Anónimo dijo...

Hola Gustavo, mira Cisneros huele algo:

http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/19/actualidad/1395253244_522340.html

Que opinas tu de esas palabras de Cisneros?

Unknown dijo...

Excelente manera de protestar,se es o no se es.

Gustavo Coronel dijo...

Pensé que era un editorial de El País, pero luego ví que era un artículo de opinion del Sr. Gustavo Cisneros, cuya actuación en lo que se refiere a Venezuela deja mucho que desear, desde hace ya algun tiempo. Sugerir la mediación del Papa es una ingenuidad. El Papa no tiene tiempo ni es su mision la de apagar fuegos en todo el planeta. Al menos Cisneros no llama a Carter otra vez.
Pero este llamado a una mediación constituye una manera solapada de desmontar la protesta, para que sigamos, como país,acogotados por un régimen inepto, corrupto y feroz. Precisamente en un momento en el cual Maduro ha desatado la represión y el terror: alcaldes hechos preso sin formula de juicio, Leopoldo López amenazado con 30 años de prisión, como Simonovis, estudiantes presos por docenas, San Cristóbal militarizada, Altamira tomada por gorilas, Maria Corina machado menazada de cárcel por "traidora". Hablar de mediación es como pedir clases de natación para los pasajeros del Titanic.
Pedir diálogo, mediación, tolerancia, respeto, cordialidad, raciocinio, es asumir, erroneamente, que hay dos partes que desean sinceramente llegar a acuerdos y reconocerse mutuamente como válidos. Ni el régimen lo desea por razones torvas ni los opositores deberían desearlo por razones éticas.
Después de 15 años de opresión y abusos: mediación? no lo creo.
Saludos,
Gustavo (Coronel)