martes, 18 de marzo de 2014

Sin duda de Dudamel




Dudamel y Maduro

Hace años, un ingeniero muy dado a las parrandas, entró en el conservador Club “Naútico” de Maracaibo pasado de tragos y acompañado de una pintorreteada joven. Se sentó en el salón principal, al lado de señoras muy emperifolladas que jugaban canasta y  los miraban aterradas.  El ingeniero se reía a carcajadas con la joven y llamaba a gritos al mesonero para que le llevase unos tragos.
Esta conmoción produjo la llegada al salón del Gerente del club, muy atildado él, con una rosa en el ojal,  quien se inclinó sobre el ingeniero y le dijo: “Buenos días, Ingeniero! Me complace verlo. Le suplico, sin embargo, que no se presente usted así en el club, acompañado de una dama de dudosa reputación”.
Y el ingeniero, con voz estentórea, le respondió: “Dudosa reputación? Nada de eso. Esta muchacha es puta”. Y se paró y le dijo a la joven: “Vámonos de aquí, porque están dudando de tí”.
No sé por qué esta anécdota me hizo pensar en el caso de Dudamel, sobre cuya conducta con respecto a la tragedia venezolana algunos plantean dudas. Ciertamente el Sistema vale la pena de conservar, pero no a cualquier precio. Se habla de que está en juego el futuro de unos 300 mil niños venezolanos, lo cual es respetable. Pero de lo que  no se habla es del problema de grosero adoctrinaminto que este régimen lleva a cabo en las escuelas públicas, uno que condena a millones de niños venezolanos a convertirse en seres miserables y depndientes, como los  Cubanos que nacieron y crecieron bajo la dictadura castrista. Que los condena a mantenerse en la pobreza porque, como dice el Ministro de “Educación”, si los sacamos de allí se convierten en opositores.
Asunto de números no es, sino asunto de conciencia. Por eso, cuando me hablan de la dudosa conducta de Dudamel pienso en el ingeniero de Maracaibo.
Esta noche Dudamel conducirá en el Kennedy Center la Filarmónica de Los Angeles. El programa incluye la Sinfonía #1 de John Corigliano, la cual habla de una gran tragedia, la del SIDA. El boleto más barato que ví en el Internet cuesta $328.
Dudamel se hace eco de un tragedia pero guarda silencio sobre la tragedia de su propia patria.
Allí estaré, pero no adentro, sino afuera, protestando silenciosamente en su contra. Hasta ahora, somos tres.  

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tontos útiles: otra vez Carolina Jaimes Branger en ND. Primero Dudamel, después julio "coco" y
ahora desalentando la protesta. No leía esta señora, hasta que se me ocurrió entrar a leerla sobre Dudamel. Con amigos así quien necesita enemigos

Anónimo dijo...

Que ira a decir cuando toda esta vaina se termine, cosa que muy pronto va a pasar?, Sera que iremos a olvidar su comportamiento, su burla, su desfachatez? El final del chavismo fue en diciembre de 2012, el final de la novela venezolana no pasa de unas semanas. Donde se iran a meter? Que iran a decir? Como trataran de justificarse?

Anónimo dijo...

Me indigna como Venezolano y musico que Dudamel se preste para tal manipulacion, deberia recordar la rebeldia de Bhetoven y del Maestro Verdi, tipicos ejemplos del rechaso a los tiranos