Una publicación mexicana llamada La Jornada es el vehículo utilizado por el triple ex- , Rafael Ramírez, ahora representante de Nicolás Maduro en la ONU, para dar una larga entrevista. La entrevista es sobre petróleo y en ella Ramírez exhibe su habitual ignorancia de los mecanismos del mercado petrolero y trata de mantener el mito de Venezuela potencia en el sector energético.
Estos son mis comentarios
sobre lo que dice el triple Ex-
El título de la entrevista
es:
Trasnacionales irán
por el control de reservas: Rafael Ramírez
Por: La Jornada / David
Brooks | Lunes, 31/08/2015
Ramírez inicia la entrevista diciendo:
“Lo que revela el desplome del precio del
petróleo en el mercado es la antigua pugna internacional sobre el control y la
explotación de los hidrocarburos a nivel mundial, y ante ello es imperativo
mantener las estrategias de países como Venezuela para recuperar el control de
los precios por los productores de los recursos naturales y defenderse ante
intentos de las empresas trasnacionales que promueven la "apertura" de este
sector”.
Mi comentario: Comienza muy mal Ramírez al decir que el
desplome de los precios del petróleo se debe a una pugna sobre el control de
los hidrocarburos. Nada de eso. Es una pugna por el control del mercado. Se
debe a la decisión de los países dominantes de la OPEP de ganar más mercado a
expensas de países más débiles como Venezuela y Ecuador y de países no-OPEP
como Rusia. Quienes tienen más saliva tragan más harina, léase Arabia Saudita,
los Emiratos y ahora Irak e Irán en plan de aumentar sus niveles de producción.
El resquebrajamiento de la OPEP ha sido causado por la progresiva
auto-suficiencia de los Estados Unidos, país que inclusive amenaza con exportar
a corto plazo. Es el mercado, estúpido. Como estrategia para “defenderse” de
este colapso, Ramírez propone el añejo remedio de la defensa de los precios.
Esto es absurdo. Con una OPEP bombeando
a capacidad plena y nuevo petróleo entrando al mercado, con una Rusia contra la
pared, Venezuela arruinada y Ecuador un factor nulo en la organización, vale
preguntarse: con que nalgas se sienta la cucaracha?
Ramírez suelta esta perla:
"estamos
en un escenario de guerra de precios y algunos países de mucha influencia y
mucha capacidad de producción han entrado en la idea de que el mercado es el
que va a regular los precios. Esa es una idea nefasta, porque no estamos
hablando de una mercancía, sino de un recurso natural que se agota. Y esa
concepción de que el mercado regule el precio niega la misma existencia de la
OPEP, que es una organización que defiende los intereses de los países
productores, en el sentido de regular y administrar la tasa de producción del
petróleo para fijar el precio".
Mi comentario: Esta es una
estupidez de marca mayor, definir como “idea nefasta” que el mercado regule los
precios. Este pterodáctilo piensa que el mundo de la energía todavía está políticamente
controlado la OPEP, cuando es evidente que la OPEP está fragmentada y los
miembros luchando por su vida como productores. Esta idea totalitaria de la
OPEP “regulando y administrando la tasa de producción para fijar el precio” es una
visión obsoleta de la OPEP como un vulgar cartel para oprimir a los clientes.
Continua el triple
ex- diciendo:
“No es la primera vez que se enfrenta algo así, y recuerda que en una iniciativa impulsada por Chávez en los 90 se logró recuperar el precio con una respuesta coordinada entre productores, limitando los volúmenes de petróleo en el mercado. Señaló: “nosotros creemos que el precio justo para el petróleo es de 100 el barril". Nuestra estrategia como país fundador de la OPEP es buscar una coordinación entre los países productores para poder hacer un sacrificio compartido entre todos, regular nuestra producción y recuperar los precios”.
“No es la primera vez que se enfrenta algo así, y recuerda que en una iniciativa impulsada por Chávez en los 90 se logró recuperar el precio con una respuesta coordinada entre productores, limitando los volúmenes de petróleo en el mercado. Señaló: “nosotros creemos que el precio justo para el petróleo es de 100 el barril". Nuestra estrategia como país fundador de la OPEP es buscar una coordinación entre los países productores para poder hacer un sacrificio compartido entre todos, regular nuestra producción y recuperar los precios”.
Mi comentario: Insiste Ramírez
en tratar de utilizar respuestas que
tuvieron un efecto en épocas pasadas para tratar de resolver la crisis del
presente, la cual incluye ingredientes totalmente nuevos: la producción en USA,
la tendencia a reemplazar hidrocarburos líquidos con gas natural, la presión de
los ambientalistas para sacar del juego a los petróleos tipo faja, la
desesperada lucha de algunos países productores por sobrevivir, la misma Venezuela uno de
ellos. En los 90 México, Rusia y otros productores no se encontraban en la situación
de estrechez económica que enfrentan hoy. Venezuela menos aún.
Sigue el inefable:
"los hidrocarburos siguen siendo la fuente primaria y fundamental de
la economía mundial, es la más accesible y la más barata".
Argumentó que las energías alternativas nunca llegarán a ser alternativas, sino
más bien complementarias al petróleo. Pronostica que el petróleo de esquisto
llegará a tener un pico, pero por sus mismas características las lleva al
agotamiento eventual. Al mismo tiempo, 70 por ciento de las reservas mundiales
están en los países de la OPEP, con Venezuela como el país con más reservas del
mundo, y que el petróleo, por muchos años más, seguirá siendo la fuente
primaria de energía”.
Mi comentario: La gran inercia mundial en materia
energética hará que el petróleo siga siendo un ingrediente importante de la
ecuación energética por décadas. Pero, ¿cuál petróleo? Ciertamente el de mayor
calidad, el menos contaminante. La frase ya gastada que repite Ramírez, de
Venezuela como el país de las mayores reservas probadas del mundo, además de
ser falsa, olvida que la calidad de ese petróleo lo hace muy vulnerable en el
mercado y que si se tiene petróleo para
250 años y el planeta solo utilizará petróleo 50 o 70 años más en volúmenes
significativos, ello significa que una gran parte de la faja se puede quedar
con los crespos hechos. Sobre todo habida cuenta de que nada ha pasado en los últimos
16 años para desarrollarla y nada parece indicar que se va a desarrollar a
corto plazo.
De seguidas, el triple ex- dice una verdadera barbaridad:
en
los años 90, antes de la llegada del comandante Chávez, nuestro país, con los
argumentos de que hacía falta el capital privado extranjero, que las
trasnacionales van a invertir, que así se aumentará la producción y se hará
frente a la caída de los precios… se inició un proceso de apertura. Ese proceso
fue nefasto porque se tradujo en una entrega de nuestros recursos naturales a
las trasnacionales, al punto que los grandes yacimientos del petróleo de
Venezuela… se entregaron a las principales trasnacionales estadunidenses".
Mi comentario: Este fósil sigue
creyendo que un país productor de un bien cuya industria es de naturaleza internacional,
que exige tecnología, gerencia y capital, puede ser desarrollado por el país
sin necesidad de acudir a eso factores que solo existen en calidad y cantidad
adecuada fuera del país. No es cierto que los grandes yacimientos petroleros de
Venezuela se hayan entregado a las transnacionales antes de la llegada del
difunto sátrapa al poder. Al contrario, se hicieron trabajos que permanecen hoy
como lo único que existe en la Faja. Chávez si le entregó la faja a China,
Vietnam, Rusia, Cuba y otros petroleros de caimaneras. El resultado ha sido que
hoy día la Faja es un desastre, no se está invirtiendo, no se está
desarrollando, sino que todo se reduce a una habladera de tonterías y a
planificar la siembra de 50 hectáreas de caraotas negras. Hoy PDVSA le debe a China hasta la manera de
caminar y el dinero recibido – unos $50000 millones, ha sido dedicado a la
propaganda política y a consolidar el poder del régimen nefasto, en una orgía
de despilfarro y corrupción. Ramírez sabe bien de esto porque él ha sido el principal
culpable de este desastre, junto a Chávez, Maduro, Merentes y Giordani.
El diplomático a la carrera dice:
“Hay
que estar siempre alerta cuando hay precios bajos, ya que las trasnacionales
intentan avanzar para escamotear el control de nuestros países sobre los
recursos naturales…”
Mi comentario: esta frase es
propia de los acomplejados, quienes piensan que una Nación no puede controlar
el uso de sus recursos a menos que cierre la puerta al sector privado
internacional de origen estadounidense (que no sea Chevron!). Esta necedad ha
llevado a traer a Venezuela una colección de bates quebrados en el campo
petrolero (con excepción de dos o tres empresas) que han hecho de la Faja una
especie de parque de atracciones, como lo llama Diego González (parque
temático). Y el resultado ha sido que China se ha adueñado de la faja pero no
hay señales de actividad allí. La tesis del tiple ex- : ni lavamos ni prestamos la batea, porque esa
batea es nuestra (aunque ya no lo sea ni se use para lavar). Este complejo de inferioridad,
este resentimiento propio de seres inferiores ha llevado a la PDVSA de Ramírez
a ser una empresa que siembra yuca y distribuye pollos, que tiene 170.000
empleados pero produce unos 700.000 barriles diarios menos que la empresa
pre-sátrapa y cuyos gerentes han estado involucrados en gigantescos actos de
corrupción.
El
tipo no ha aprendido nada desde que salió de PDVSA. Eso sí, está disfrutando de
lo lindo de su cambur en Nueva York, paseando al perro a lo largo del
East River.
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